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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 9 - ABRIL 2018
Lo que conocemos como len-
gua materna es aquella lengua que
proviene de nuestros ancestros y
aquella que van adquiriendo las si-
guientes generaciones. La lengua
materna, conocida también como
“lengua popular”, es aquella que se
conoce mejor en el sentido de una
valoración subjetiva respecto a las
demás lenguas (extranjeras). Por
tanto, la lengua materna se cons-
tituye como la lengua adquirida de
forma natural, es decir, a través del
entorno. Este fenómeno natural, el
de la adquisición de la lengua ma-
terna, comienza en un individuo
desde el momento en que nace,
mediante sus primeros llantos y a
través de sus primeros balbuceos.
Por consiguiente, cuando un bebé
llora y consigue la atención de sus
padres, consiguiendo establecer
una comunicación con ellos para
satisfacer una necesidad, ya está
desarrollando el proceso comuni-
cativo en una temprana fase de la
adquisición de su lengua materna.
Por lo general, el idioma materno
se aprende a través de la familia,
pero cuando los niños asisten por
primera vez a la escuela adquieren
más modelos lingüísticos y co-
mienzan a desarrollar otras formas
de comunicación, como puede ser
el lenguaje escrito.
La infancia, además, debida a que
es una etapa de gran plasticidad ce-
rebral y apta para la consecución de
prácticamente cualquier aprendiza-
je, es escogida para que los indivi-
duos se encaminen al aprendizaje
de varias lenguas a la vez, dando lu-
gar al aprendizaje del bilingüismo.
Aprendizaje del
Español como lengua
extranjera
Remitiéndonos a los orígenes,
cabe destacar la Gramática de la
Lengua Castellana que publicó An-
tonio de Nebrija en 1492 como la
primera causa de que se produje-
ra una historia de la enseñanza del
español. Este suceso no se debe a
que esa gramática concreta se es-
cribiera meramente para extranje-
ros, sino porque supuso el primer
intento de formalización de la len-
gua española. El principal motivo
que tuvo Nebrija para escribir esta
obra fue, básicamente, el de crear
una especie de guía para ayudar a
aquellas personas que desearan
aprender el español.
Con el paso del tiempo, el uso de
la lengua y el concepto de compe-
tencia comunicativa han condicio-
nado los programas de enseñanza y
el papel del alumno en los mismos
ha sido el de principal protagonis-
ta. Y ha sido esa forma de conce-
bir la enseñanza, condensada en
el alumno, la que ha supuesto un
influyente cambio desde el punto
de vista metodológico del papel del
profesorado.
Así pues, en los planteamientos
metodológicos actuales de la en-
señanza de la lengua es el profesor
quien debe proporcionar las mejores
condiciones al alumnado para que el
aprendizaje se desarrolle de manera
eficaz. Ahora bien, es evidente que
han surgido nuevas tareas del profe-
sor de lenguas extranjeras (ELE) que
hacen su labor aún más compleja.
Entre esas tareas no sólo se encuen-
tra la de suministrar conocimiento,
sino también crear unas condicio-
nes favorables para que la el apren-
dizaje y la enseñanza se adquiera de
manera eficiente. Para entender este
punto, resulta necesario cuestionar-
nos en qué consiste principalmente
la competencia del profesor. Entre
los factores que se interrelacionan
para que se dé la competencia do-
cente de ELE, es necesario señalar
tres factores.
En primer lugar, cualquier profesor
se ve en la necesidad de desarrollar
habilidades para desenvolverse en
el aula. Son capacidades que están
estrechamente ligadas a las tareas
que realiza el docente, tanto fuera
como dentro del aula. Entre ellas,
se destaca las propias destrezas de
comunicación o la adquisición de
habilidades interculturales, ya que
tendrá que ejercer de mediador con
sus alumnos, de distintas lenguas y
culturas.
En segundo lugar, se constituye
aquellos conocimientos referidos
al sistema formal del español y a la
sociedad hispana. Como también el
conocimiento relacionado con la di-
dáctica del español como lengua ex-
tranjera y las posibles teorías de en-
señanza y aprendizaje, entre las que
destaca la adquisición de lenguas,
métodos y enfoques de enseñanza.
Por último, el profesor debe po-
seer una serie de actitudes deter-
minadas frente a su principal tarea,
que es la enseñanza y aprendizaje
del español como lengua extranjera.