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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 9 - ABRIL 2018
de sus hijos y, en algunos casos,
culpando a la Escuela del bajo de-
sarrollo académico del alumno,
tampoco resulta de mucha ayuda
para solucionar el problema.
• La actuación docente:
tal y como
afirma Marchesi (2004) el proble-
ma principal de la educación está
en que las transformaciones so-
ciales y tecnológicas se producen
con una gran celeridad, mientras
que el sistema educativo las vive
con ritmos muchos más lentos.
Es decir, se han modificado las
expectativas sociales frente a la
educación, los medios de infor-
mación y los valores sociales
pero la organización de los cen-
tros y el trabajo del profesor ape-
nas ha sufrido evolución legal,
ante esto, los docentes se sienten
en muchas ocasiones presiona-
dos y escasamente apoyados y
valorados.
La teoría social de
Bronfenbrenner
La teoría social de Bronfenbren-
ner se concibe desde el punto de
vista “ecológico” de la propia con-
ducta humana, definiendo ambien-
te ecológico como un grupo de es-
tructuras seriadas, organizadas en
diferentes niveles, los cuales están
englobados unos dentro de otros
en función de su amplitud, y que
generan un cierto impacto en el in-
dividuo.
Los niveles que forman esta es-
tructura ecológica son:
•
Microsistema:
Es el entorno más
inmediato al individuo, como
puede ser la familia y la escuela.
• Mesosistema:
Comprende las
interrelaciones de dos o más mi-
crosistemas en los que el indivi-
duo participa activamente.
• Exosistema:
Son las redes exter-
nas al sujeto, como son los siste-
mas locales educativos.
• Macrosistema:
Influye sobre los
tres sistemas anteriores, estando
configurado por los valores cul-
turales, ideologías políticas, mo-
delos económicos y condiciones
sociales en la que se desenvuelve
cada persona.
• Cronosistema:
Momento históri-
co al que pertenecen los demás
sistemas.
En lo que a la motivación esco-
lar se refiere, parece que algunos
de estos sistemas que ya advirtió
nuestro autor pueden incidir en el
problema, y es que tanto desde los
sistemas inferiores como superio-
res se manda un mensaje bastante
contradictorio para el alumnado,
que para nada favorece su motiva-
ción hacia lo escolar.
Por un lado, y desgraciadamente,
desde algunos hogares la valora-
ción del docente y de los estudios
en general parece haber caído en
picado, pues son muchos los que
piensan que estudiar no garanti-
za más oportunidades debido a la
situación de crisis que hemos ex-
perimentado desde hace algunos
años y, por tanto, esforzarse no
sirve de nada. Por otro lado, desde
sistemas superiores se anima a los
jóvenes a acceder a la posibilidad
de ganar dinero de manera fácil sin
esfuerzo académico, participando
en concursos, programas, realizan-
do diversas actividades en Internet,
etc. También, los últimos cambios
en nuestra legislación educativa
contribuyen al desasosiego de fa-
milias, docentes y alumnos ya que
la ausencia de un pacto de estado
educativo nos priva a todos de una
orientación clara a seguir, así como
de aunar fuerzas en pro de la edu-
cación en este país.
Una vez presentado el concepto
de desmotivación y los factores
que influyen en él, así como la im-
portancia de los contextos vitales,
pasamos a aportar una serie de so-
luciones ante dicho problema.
Posibles soluciones
ante la desmotivación
Aunque debemos partir de la pre-
misa de que cada alumno es único
y que lo que a uno parece motivarle
a otro seguramente no, considera-
mos oportuno incluir algunas reco-
mendaciones generales que pue-
den ser de aplicación en diferentes
niveles educativos y con gran varie-
dad de alumnado.
En primer lugar, debemos tener
en cuenta que la motivación de-
pende de las experiencias previas
y no hay nada más desmotivador
para un alumno que experimentar
un fracaso. Facilitar experiencias
de éxito escolar contribuye a au-
mentar su grado de interés y parti-
Fig. 1.
Niveles de la estructura ecológica de Bronfenbrenner