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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO III - Nº 9 - ABRIL 2018

cipación, y para ello hay que partir

de dos premisas fundamentales:

adaptar la tarea a sus posibilidades

y valorar su esfuerzo. En este caso

tendremos que ajustar el nivel de

dificultad al máximo, ya que una

tarea extremadamente sencilla tam-

poco contribuiría a la motivación

del alumno.

En segundo lugar, tenemos que

despertar el interés de nuestra

clase a través de actividades co-

nectadas con situaciones vividas

por parte del alumnado, formular

preguntas abiertas al comenzar una

unidad que favorezcan la reflexión y

favorezcan la búsqueda de informa-

ción previa relacionada con el tema

que vamos a trabajar. Actualmente

el uso de equipos informáticos para

la búsqueda de la información ha

supuesto un gran avance y ahorro

de tiempo, pero debemos tener en

cuenta que tendremos que enseñar

a nuestro alumnado a seleccionar la

información relevante del tema que

nos ocupa.

En tercer lugar, hemos de poten-

ciar el aprendizaje cooperativo por

lo motivador y enriquecedor que

resulta, según múltiples investiga-

ciones.

En cuarto lugar, la Administra-

ción pública debe proporcionar los

suficientes recursos humanos a

los centros. En estos últimos años

se ha visto cómo las plantillas de

profesores y maestros han sido

escasas, lo que ha supuesto un

aumento de la ratio en las aulas,

dificultando considerablemente la

labor docente y contribuyendo a la

desconexión de algunos alumnos

del trabajo diario debido a la dificul-

tad de proporcionar una atención

más individualizada.

Por último, la acción de la familia

debe ser de cooperación absoluta

con el centro escolar para evitar

que los estudiantes caigan en el

sentimiento de incompetencia aca-

démica. Es fundamental que tanto

docentes como padres valoren el

esfuerzo como una parte esencial

del desarrollo personal y escolar de

cada uno de los alumnos.

La desmotivación escolar, un fe-

nómeno que tradicionalmente se

asociaba a la etapa de Secundaria,

ahora parece que es más recurrente,

lamentablemente, ya desde Primaria.

Hasta el momento los factores

que incidían en la responsabilidad

de este problema parecían estar

más o menos claros, señalando al

propio alumno, su familia y la la-

bor del centro educativo, pero ¿qué

hay de la influencia de los mensa-

jes contradictorios que se mandan

desde otras instancias? ¿Cómo

afecta a los alumnos los cambios

legislativos? ¿Qué mensaje les lle-

ga de los diferentes agentes socia-

lizadores? Estas cuestiones darían

pie a una investigación más extensa

que este artículo.

Si queremos crear una sociedad

en la que se valore la educación de

los más jóvenes debemos empezar

por enviarles un mensaje unívoco

desde todas las estructuras que

en ellos influyen, como puede ser

la televisión o Internet. Por ejem-

• Berger, K. (2007).

Psicología del desarrollo. Infancia y

adolescencia

. Madrid: Panamericana.

• Kholberg, L (1981).

The Philosophy of moral development. Moral

stages and the idea of justice

. San Francisco: Harper and row pubs.

• Marina J. (2004).

Aprender a vivir.

Barcelona: Ariel.

• Marchessi, A. (2004).

Qué será de nosotros los malos alumnos

.

Madrid: Alianza Editorial.

• Vaello, J. (2007).

Cómo dar clase a los que no quieren

. Barcelona:

Graó.

Referencias Bibliográficas

Esparcia González, A.J. (2018, Abril).

La desmotivación escolar. Un tipo de fracaso.

Campus Educación Revista Digital Docente

, Nº9, p.

42-45. Disponible en: https://www.campuseducacion.

com/revista-digital-docente/numeros/9/

Cómo citar:

plo, en estos medios podría optarse

por la inclusión de más contenidos

culturales y científicos, programas

para ver en familia o alternativas

sanas de ocio ya que, como afirma

Marina (2004), todos ejercemos una

influencia educativa buena o mala

por acción u omisión, por lo que la

sociedad entera debe implicarse: pa-

dres y docentes, medios de comu-

nicación empresas e instituciones.

Necesitamos una gran movilización

educativa, porque, según reza un

proverbio africano, para educar a un

niño se necesita toda una tribu.