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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 16 - DICIEMBRE 2019
lisis, comunicación, colaboración
y seguridad. En esta metodología
simplemente se aprende individual-
mente conceptos que luego no se
saben aplicar en la realidad (Naran-
jo, 2009).
En cambio, el
aprendizaje basa-
do en la resolución de problemas
sitúa al estudiante en un lugar mu-
cho más práctico y real, donde el
profesorado plantea un problema
abierto, y el alumnado, mediante la
búsqueda de información de ma-
nera activa, interacciona con los
demás, compara, desarrolla estra-
tegias y toma decisiones. De esta
manera, se consigue un aprendizaje
significativo y motivado, desarro-
llando las habilidades y competen-
cias que realmente van a necesitar
para enfrentarse a la vida real.
También suele ser muy positivo
para alcanzar la motivación el he-
cho de optar por las modalidades
de trabajo cooperativo y trabajo
colaborativo, aunque en absoluto
ambas propuestas consistan en lo
mismo (Moreno, 2010).
El aprendizaje colaborativo es la
interacción de todos los integran-
tes para buscar la solución de un
problema, por ejemplo, explicar las
materias unos a otros aportando
su propia información e ideas. Por
su parte, el aprendizaje cooperativo
es utilizar el trabajo en equipo para
un fin común con una participación
igualitaria; si un miembro del equi-
po flaquea va mal la totalidad del
grupo.
No obstante, las ventajas de am-
bas modalidades suelen ser simila-
res, ya que esta forma de trabajar
contribuye a alcanzar las compe-
tencias, y a culminar en aprendiza-
jes mucho más profundos.
El docente tiene un rol muy im-
portante en el diseño de los am-
bientes de aprendizaje, de todo tipo,
debiendo considerar los plantea-
mientos de problemas, la capacidad
analítica investigativa, el trabajo en
equipo, la lectura comprensiva, el
manejo de las tecnologías y el ta-
maño de los grupos, entre otros
(Galanti, 2016).
Una de las mejores metodologías
que pueden emplearse para motivar
a los alumnos mediante el uso de
las nuevas tecnologías es el cono-
cido como mobile leraning (m-lear-
ning), el origina u aprendizaje obli-
cuo que parte del uso de los medios
digitales, flexibilizando el proceso
educativo y estimulándolo. Según
Burbules (2014), presenta seis ras-
gos característicos:
• La
portabilidad
, que permite ac-
ceder a la enseñanza desde multi-
tud de terminales y dispositivos.
• La
ubicuidad
desde un punto de
vista
espacial
, pues se tiene de
acceso a la enseñanza en prácti-
camente cualquier lugar.
• La
interconexión
tecnológica y
social.
• La
ubicuidad
en un sentido
prác-
tico
, disponiendo de multitud de
contenido para satisfacer grandes
necesidades en tan sólo un clic.
• La
ubicuidad
en un sentido
tem-
poral
, permitiendo una comuni-
cación y un aprendizaje asíncro-
nos.
• La
ubicuidad
en el sentido de
redes
, flujos de personas, ideas,
etc. ,dando sentido a este nuevo
mundo globalizado.
El gran reto que deben tener en
cuenta todos los miembros que
forman parte de la comunidad edu-
cativa, es la diversidad de escena-
rios, contextos y roles que deben
implantarse para mejorar el proce-
so educativo, ya que la generación
actual de jóvenes reciben estímu-
los, establecen relaciones con otras
personas, buscan información o
actividades de ocio de forma inte-
ractiva y ellos mismos demandan
emplear estas herramientas en su
aprendizaje.
Por desgracia, en la actualidad de
los centros educativos la motiva-
ción aparece a través de las califica-
ciones. Los docentes deben tratar
de inculcar unas pautas para con-
seguir despertar el interés y motiva-
ción de los estudiantes, tanto en los
contenidos desarrollados como en
los temas transversales que se pue-
dan llegar a proponer. Sin embargo,
la no consecución de las necesida-
des buscadas por el docente puede
producir en los estudiantes trastor-
nos en el comportamiento o en la
personalidad tales como desorga-
nización, agresividad, nerviosismo,
apatía, desinterés y ansiedad.
En conclusión, se puede afirmar
que los alumnos no se encuentran
motivados en clase, pero gracias a
las TIC se llegaría a conectar con ese