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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO IV - Nº 16 - DICIEMBRE 2019

lugar de perder tiempo recrimi-

nando los aspectos negativos.

• Realizar actividades rutinarias

que proporcionen seguridad a los

estudiantes.

• Establecer vínculos de confianza

entre docente y alumnos.

Actitudes y

motivaciones frente a

las TIC

Antes de valorar las actitudes

que tienen tanto docentes como

alumnos frente al uso de las TIC, es

importante concretar que existen

diferentes teorías y modelos que

guardan una profunda y estrecha

relación con el constructo moti-

vación, tanto de índole intrínseca

como extrínseca. Esto se debe a

la utilización de factores explicati-

vos, ya sea de una manera directa

o indirecta, de las diferentes moti-

vaciones mencionadas en el campo

educativo.

Dada la gran baza que juegan las

TIC en el funcionamiento de las

aulas, en cuanto a la resolución

de problemas y a la conexión que

tiene con la motivación, este tema

ha sido abordado por múltiples

autores, teniendo siempre muy en

cuenta en él la formación de do-

centes (Karsenti y Lira, 2011). De

todos estos estudios realizados se

puede extraer una serie de pautas

y conclusiones que nos ayuden a

aumentar la motivación para utilizar

las TIC, como por ejemplo, la opor-

tunidad de hacer las clases más

interesantes, la mayor participación

estudiantil ante estas herramientas,

la mejora de las presentaciones de

materiales didácticos, la elimina-

ción de las barreras temporales y

espaciales, el intercambio de recur-

sos, archivos y tareas a través de

plataformas y, sin duda, la autono-

mía y facilidad de acceso a la infor-

mación. Sin embargo, se aprecian

algunas problemáticas habituales,

como disponer de infraestructuras

poco adecuadas o una formación

escasa de los docentes.

La actitud hacia las TIC es un

constructo que ha sido estudiado

por diversos investigadores desde

muy diferentes perspectivas, aun-

que sobre todo se ha trabajado bajo

un componente cognitivo, afectivo

y actitudinal (Torres, 2011). Sin

embargo, el punto de partida es la

propia motivación de los docentes,

siendo conscientes de la relevancia

del papel que juegan como agentes

motivadores. Los docentes deben

tener una personalidad propia ca-

paz de crear nuevos escenarios en

el aula, generando un clima apro-

piado y así aumentar el interés del

alumnado para potenciar al máximo

sus capacidades. Todas estas situa-

ciones creadas, son de vital impor-

tancia a la hora de transmitir, ya

que alumnado es capaz de adquirir

una mayor predisposición si obser-

va una coherencia interna y cierta

credibilidad en el docente. A raíz de

lo anteriormente mencionado, es

necesario indicar una serie de pau-

tas de actuación por parte de los

docentes para afrontar las TIC con

un espíritu motivador y una buena

actitud, a saber (Castellano, 2012):

• aprender de los errores que se

comentan;

• realizar actividades educativas

que fomenten la motivación por

el trabajo;

• fomentar objetivos a corto plazo

para lograr la satisfacción de los

alumnos;

• comparar y compartir actividades

y dudas con otros docentes

para superar los problemas que

surjan;

• desarrollar una formación actual

en TIC;

• planificar una programación

innovadora y creativa.

En lo que respecta al alumnado,

diversos estudios se han desarro-

llado para conocer sus niveles de

motivación, reflejando el alto gra-

do de interés que presentan los

estudiantes ante las TIC (Macías y

Manresa, 2013). De esta manera

sabemos que los estudiantes que

utilizan en su vida cotidiana estas

herramientas se siente motivados

por aplicar sus conocimientos pre-

vios y por aprender cosas nuevas,

compartiendo dudas y anhelos con

el resto de los compañeros.

Metodologías activas

para el fomento de la

motivación

La educación actualmente está

basada en un aprendizaje tradicio-

nal, donde el profesor facilita la

información y planifica los conteni-

dos. Por su parte, el alumnado es

un receptor pasivo, que no desa-

rrolla habilidades de decisión, aná-