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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 11 - SEPTIEMBRE 2018
que quiere trabajar y ofrece tareas
y actividades que permitan a los
alumnos poner esos contenidos en
práctica. Todas las actividades lle-
vadas a cabo ayudarán a los estu-
diantes a ser capaces de crear, por
ellos mismos, el proyecto final.
¿Cuál puede ser el tema central
de un proyecto? Ante todo, debe-
mos crear aprendizajes significati-
vos que estimulen el pensamiento
individual del alumnado y les per-
mitan plantear sus propias pregun-
tas, buscar recursos en diferentes
medios y fuentes, resolver dudas y
establecer conclusiones por ellos
mismos y gracias a la colaboración
con el grupo. Por ello, lo ideal es
elegir tópicos cercanos a los estu-
diantes que aumenten su motiva-
ción.
Condiciones básicas
Lo esencial para que un proyecto
tenga sentido es que cumpla una
serie de condiciones básicas entre
las que destacamos las siguientes
(Dickinson, 1998):
• Debe
centrarse en el alumnado
,
por ser el principal protagonista
de su propio aprendizaje.
• Se debe
partir de lo que el
estudiante ya sabe
, de sus
conocimientos previos para
empezar a aprender nuevos
conceptos.
• El proyecto debe basarse en
un tema
que sea
cercano a la
realidad
del alumnado. En este
caso, los expertos aconsejan que
sean los propios alumnos los
que decidan el tópico sobre el
que quieren trabajar.
• El aula debe convertirse en
un
espacio
nuevo totalmente
contextualizado
al tema que se
quiere tratar.
• El
profesor debe escoger
los objetivos, contenidos y
competencias más significativas
para el proyecto a desarrollar.
• Los
objetivos
que se desean
conseguir deben estar
íntimamente ligados con los
estándares
del currículo.
• El
aprendizaje cooperativo
debe
existir desde el primer momento
en el aula para que cada
estudiante asuma su rol y así,
aumentar sus responsabilidades.
• Los alumnos deben ser capaces
de
autoevaluarse
y de evaluar
a los demás en base al trabajo
mostrado por ellos mismos y
por sus compañeros.
Aplicación
Pero, ¿cómo podemos aplicar
el aprendizaje por proyectos en
el aula? Primeramente, debemos
tener en mente la idea de que son
los alumnos quienes planifican,
estructuran, elaboran y presentan
el trabajo final. El docente se limita
a ser el guía de todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje y a preparar
los diez pasos que implican poner
esta propuesta metodológica en
práctica. Según Guzmán (2009) y
Bottoms y Webb (1998), no debe-
mos olvidar esta clara secuencia:
1. Elección del tema y plantea-
miento de las preguntas guía.
En este sentido, el docente puede
partir de las propuestas del alum-
nado o de las propias necesidades
del grupo-clase. Una vez seleccio-
nado el tema, se les debe plantear
preguntas abiertas para comprobar
sus conocimientos previos sobre el
tema y para invitarles a pensar qué
deberán investigar o qué estrate-
gias deberán poner en marcha para
resolver la tarea.
2.Formación de los equipos.
Es imprescindible definir los par-
ticipantes que irán en cada grupo
y su rol dentro del mismo. Lo más
importante es conseguir una diver-
sidad de perfiles.
3.Definición del proyecto final.
Desde el principio, los alumnos
deben conocer qué trabajo tendrán
que elaborar, aunque el formato
puede ser diverso: un folleto, una
campaña, una presentación, etc.
4.Planificación.
El docente debe elaborar una guía
con los objetivos a conseguir, los
contenidos a tratar, las competen-
cias a desarrollar, las actividades a
trabajar y el proceso de evaluación
a llevar a cabo. Además, debe pro-
porcionar técnicas y herramientas
que les permitan desarrollar el pro-
yecto.
5.Investigación.
En esta fase, el alumnado toma
responsabilidades buscando, con-
trastando y analizando los conteni-
dos para realizar las actividades y
por supuesto, el trabajo final.