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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO II - Nº 6 - SEPTIEMBRE 2017
tos que los tradicionalmente conside-
rados, surge una visión alternativa a
la visión clásica de la inteligencia que
abarca mucho más allá que los me-
ros aspectos cognitivos, y es que en
la vida cotidiana sale a relucir la idea
de que deben existir habilidades más
importantes que las relacionadas con
la inteligencia tradicional para alcanzar
un mayor bienestar laboral, personal,
académico y social.
Desde que Mayer y Salovey (1989)
la definieran por primera vez a finales
del siglo XX, la inteligencia emocional
ha gozado de un interés más que no-
table, porque el propio término, por su
novedad, generaba curiosidad a los
investigadores, y porque el estudio
de la inteligencia emocional brindaba
la oportunidad de incorporar la terre-
no investigador un componente (el
emocional) que antes había sido eclip-
sado y relegado a un segundo plano.
Además, ante el fracaso parcial de los
términos tradicionales de inteligencia
y personalidad para explicar muchos
aspectos de la conducta humana, el
concepto de inteligencia emocional
se posiciona como una vía alternativa
para explicar muchas más dimensio-
nes del ser humano.
En palabras de Jiménez y López-Za-
fra (2008), el término Inteligencia
Emocional es un constructo psicoló-
gico tan interesante como controver-
tido, que aún siendo conceptualizado
de modos muy diferentes por los au-
tores, constituye el desarrollo psicoló-
gico más reciente en el campo de las
emociones y se refiere a la interacción
adecuada entre Emoción y Cognición,
que permite al individuo, un funciona-
miento adaptado a su medio.
¿Por qué introducir la
Inteligencia Emocional en
el aula?
Si la inteligencia emocional es útil en
algunos planos de la vida, lo más co-
herente es incluir su tratamiento en las
aulas. Extremera y Fernández-Berrocal
(2002) o Fernández y Ruiz (2008) nos
justifican dicha inclusión:
• Relación con variables del con-
texto escolar
Varios estudios han demostrado
que muchas de las conductas desa-
daptativas que presentan niños y jó-
venes tienen su origen en problemas
emocionales. Bajo esta perspectiva,
no es raro considerar que la falta de
inteligencia emocional pueda ser el
origen de problemas conductuales,
consumo de drogas o absentismo
escolar.
• Gran difusión del término
Resulta innegable la cantidad de
aportaciones teóricas y científicas
con las que cuenta el concepto que
tratamos, lo que lo hace ser, si cabe,
de más interés social y, por lo tanto,
algo que cobra importancia de manera
progresiva, pues cada vez sonmás los
interesados en el tema.
• Se complementa con el término
tradicional
La inteligencia emocional se pue-
de compaginar perfectamente con el
constructo tradicional de inteligencia
que se ha tenido en consideración
hasta nuestros días, pues una gran
parte de las decisiones que una per-
sona toma en su vida se relaciona con
componentes sentimentales más que
con valores intelectuales, en el estricto
sentido de la palabra.
• Educación integral
No podemos desarrollar plenamen-
te la personalidad del alumno sin tener
en cuenta su desarrollo emocional.
Por tanto, en el diseño curricular se
deben encontrar contenidos, correc-
tamente estructurados, que atiendan a
la parte emocional de los estudiantes.
Igualmente, el desarrollo legislativo
ampara el hecho de incluir la educa-
ción emocional entre los componen-
tes educativos, ya que la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de educación,
habla sobre la labor docente, la cual
ha de potenciar el desarrollo integral
de todo el alumnado, potenciando no
sólo aspectos cognitivos e intelectua-
les, sino otros tan importantes como
el desarrollo de la personalidad, las
aptitudes, los valores, la motivación o
el esfuerzo. Por su parte, la Ley Orgá-
nica 8/2013, de 9 de diciembre, para
la Mejora de la Calidad Educativa ase-
gura que las Administraciones Educa-
tivas han de disponer de los medios
necesarios para que todo el alumnado
alcance el máximo desarrollo perso-
nal, intelectual, social y emocional.
Influencia de la
Inteligencia Emocional
Según Caro (1997), Goleman
(2002), Cabello (2010) y otros, la Inte-
ligencia Emocional ejerce un enorme
influjo sobre una importante cantidad
de aspectos:
• Niveles de bienestar y ajuste psi-
cológico