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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 16 - DICIEMBRE 2019
estructurales en su sitio con el énfasis
más eficaz
(Paynter, 1999).
Consecuentemente, la ampliación
de conocimientos en cuanto a ma-
teriales y procedimientos organiza-
tivos permitirá mejorar la creativi-
dad interpretativa en la persecución
de un resultado global y coherente
que haga significativo el discurso
musical. Pero no descartemos que
también puede provocar una pérdi-
da de libertad.
La información cada
vez más profunda y sutil podría
encorsetar al intérprete en están-
dares interpretativos o conducirlo
a la actitud cómoda y certera de
copiar interpretaciones que ya
han sido valoradas y aplaudidas,
garantizándose una valoración
positiva de su producto.
En este
sentido, es recomendable conocer
y analizar las soluciones que han
dado otros intérpretes a sus inter-
pretaciones pero, aún imitando,
debemos confiar en nuestra ima-
ginación auditiva abriendo nuestra
mente a otras posibles soluciones,
siempre sobre la base de un sólido
conocimiento, en busca de una in-
terpretación personalizada.
Factores que influyen
en una interpretación
creativa
La formación de un instrumen-
tista
o cantante
es un duro camino
de superación técnica y psicoló-
gica
en tal medida que le permita
liberarse de cualquier problema
material y mental para favorecer la
expresión musical. Buscar el equi-
librio entre la preparación técnica,
psicológica y creativa ha de ser el
principio que rija la formación de
cualquier aspirante a intérprete
desde sus primeros pasos en la
educación musical.
Veamos pues, en primer lugar,
los
factores que influyen en el de-
sarrollo de la creatividad
en el in-
térprete desde el campo educativo.
La interpretación es un problema
de fondo que concierne la formación
completa del individuo, su nivel afecti-
vo, intelectual, cultural, su imaginación
creadora, su posibilidad de vibrar físi-
camente. No se trata de una cuestión
de conocimiento como sola condición
[…] Tratar la interpretación en un mar-
co pedagógico consistiría, pues, en pro-
curar al músico una formación amplia y
abierta que le permirtiese “jugar”, “bai-
lar” la música con alegría comunicativa.
El músico traduce mediante notas lo
que en otros campos se dice con pa-
labras y debe provocar la ilusión de ser
la propia música que interpreta: todos
los recursos dramáticos de la música
pueden revelarse con la única premisa
consistente en que el músico sienta
emocionalmente y físicamente lo que
está tocando, que le de vida por medio
de gestos vivos que bailen flexiblemen-
te sobre su instrumento.
(Hoppenot,
2002)
Algunos autores manifiestan que
una de las necesidades más urgen-
tes de las enseñanzas musicales es
dotar a los alumnos con las herra-
mientas necesarias para enfrentar
un campo profesional en constante
cambio, de manera que se desarro-
lle en ellos un interés personal por
innovar y explorar sus habilidades
creativas en la interpretación musi-
cal y en su desempeño profesional
en general.
En la tradición clásica se refuerza la
perfección técnica y aunque existe un
interés por desarrollar en el estudiante
sus habilidades creativas en la inter-
pretación musical, éste no se logra
hasta que existe un dominio técnico
considerable y cierta independencia del
estudiante. En la tradición jazzística, la
expectativa para el desarrollo creativo
del estudiante va de la mano con el co-
nocimiento teórico y técnico. Este sub-
sistema cultural define en gran medida
las concepciones particulares de los
profesores, así como sus estrategias
didácticas.
(González, 2013)
Con frecuencia, y sobre todo en la
enseñanza de música reglada, hay
que cumplir amplios programas
curriculares en poco tiempo, lo que
obliga al profesor de instrumento a
reducir las actividades de creación
o simplemente a desestimarlas. Del
mismo modo, el querer mantener o
aspirar a ciertos niveles hace que
se focalice más en el contenido y en
los exámenes que en el proceso de
aprendizaje, generando intérpretes
obedientes y con escasos criterios
para realizar interpretaciones indi-
viduales (Paynter, 1999).
González-Moreno (2013) resalta
también el papel del estudiante en
este proceso, quien debe adquirir
competencias y actitudes hacia la
constante exploración e innova-
ción:
Se debería preparar al estudiante
para “lanzarse al vacío”, esto inclu-
so en ambientes más restrictivos
para la interpretación musical; que
el estudiante tenga la capacidad de
imprimir su propio sello en cada in-
terpretación. Incluso, debe haber la
intención racional de romper o supe-
rar esquemas establecidos.
(Gonzá-
lez-Moreno, 2013).
En la misma línea, Hopenott ma-
nifiesta que hay que transmitirle