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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO II - Nº 8 - ENERO 2018
Así pues, con respecto a la me-
todología empleada por el profeso-
rado, además de la observación y
revisión de sus programaciones, se
debe reflexionar sobre preguntas
como:
• ¿Cuánto tiempo dedico a la reso-
lución de problemas?
• ¿Mando realizar ejercicios com-
plementarios a los del libro?
• ¿Qué tipos de agrupamientos en-
tre alumnos realizo?
• ¿Fomento el aprendizaje autóno-
mo enviando tareas para casa?
Pautas para elaborar
y seleccionar los
problemas
Concretar, pues, los problemas
que deben resolver los alumnos
para trabajar su capacidad de re-
solución no es tarea fácil. Éstas
son algunas de las pautas que los
docentes tendrían que seguir para
diseñarlos:
• Los problemas harán referencia a
los contenidos contemplados en
el currículo, de acuerdo con los
estándares de rendimiento del
área de Matemáticas.
• Utilizar problemas con diferentes
tipos de contextos: reales, ficti-
cios y puramente matemáticos.
• Plantear problemas variados, en
lo que se refiere al número de so-
luciones.
• Diversificar las actividades de
resolución de problemas, dando
la oportunidad de aplicar cono-
cimientos en diferentes situacio-
nes.
Orientaciones para
implantar el método
de resolución de
problemas
Ahora bien, ¿cómo trasladar todo
esto a la practicidad del aula?
Existen varios métodos en cuan-
to al proceso de resolución de pro-
blemas, pero de modo genérico se
podría utilizar el siguiente:
1) Lectura del enunciado.
Se leerá el enunciado detenida-
mente, y éste será compartido y
debatido por los alumnos.
2) Expresión oral del enunciado.
Una vez comprendido el texto del
enunciado, se ocultará para que los
alumnos lo expresen verbalmente,
comprobando que lo han entendido
y pueden expresarlo con sus pro-
pias palabras. También se deberá
atender a las diferentes versiones
que aporta cada alumno y discutir-
las.
3) Expresión escrita del plan de
resolución.
Se expresará por escrito un plan
de resolución del problema plan-
teado en términos parecidos a los
siguientes: “Tengo que hacer X, y
con lo que obtenga tendré que X
para luego poder X y obtener el re-
sultado de X...”. Es decir, elaborar
una especie de plan de acción, con-
cretando cada paso.
4) Debate del plan de acción.
Cada alumno compartirá el plan
que ha detallado en el papel con el
resto de la clase, e intercambiarán
dudas, preguntas, quejas, impre-
siones, etc.
5) Ejecución del plan.
Cada alumno en particular, o cada
grupo de alumnos, dependiendo
del agrupamiento que se haya es-
cogido, ejecutará su plan de acción
propio. Para ello, se expresará con-
tinuamente todo aquello que se está
haciendo, argumentando el por qué
y para qué. Aquí pueden usarse di-
bujos, esquemas, imágenes, repre-
sar datos por medio de tablas...
6) La solución.
Expresar la solución mediante
una frase sencilla que contenga el
aspecto más relevante.
7) Autoevaluación.
Cada alumno deberá plantearse
la pregunta “¿Hay otro modo de re-
solver el problema?”.
8) Planificar y ejecutar otros mo-
dos de resolución.
En el caso en que fuera posible,
se intentaría llegar al mismo resul-
tado ejecutando otros planes de ac-
ción. Es decir, resolver el problema
con estrategias diferentes para lle-
gar a un mismo resultado.
Con estas breves pinceladas se
pone de manifiesto la importancia
que tiene replantearse un cambio
de métodos para instruir a nuestros
alumnos en un aprendizaje de ver-
dadero corte competencial.
Si llevásemos a cabo una pro-
puesta en cuanto al cambio de me-
todologías, fomento del gusto por
las matemáticas, reflexión sobre la
práctica docente… mejoraríamos
notablemente el desarrollo de la
capacidad matemática y la capaci-