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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO II - Nº 8 - ENERO 2018
pero estas actividades tienen que
ser pensadas y estudiadas con de-
tenimiento, siendo diseñadas de tal
forma que motiven a los alumnos y
les lleven a un aprendizaje real, con
sentido y significativo del vocabu-
lario.
A continuación veremos dife-
rentes estudios relacionados con
varias metodologías orientadas al
aprendizaje dinámico de vocabu-
lario en la enseñanza bilingüe, en
concreto en lengua inglesa. El obje-
tivo será interpretar cómo el uso de
distintas estrategias metodológicas
para la enseñanza del vocabulario
puede afectar a la adquisición del
mismo por parte de los alumnos.
Niveles de vocabulario
La importancia de conocer más
de una lengua es de sobra reco-
nocida en la actualidad. Muchas
oportunidades de trabajo conllevan
desplazarse al extranjero. El acce-
so a la información facilitado por
Internet se incrementa si podemos
entender y localizar información en
otros idiomas. Dentro de las distin-
tas posibilidades, en nuestro país el
mayor número de centros bilingües
lo son en lengua inglesa.
Aprender un segundo idioma es
una tarea que conlleva un esfuerzo
extra. Según Alemi (2010), una de
las cuestiones de mayor dificultad
durante el aprendizaje de una len-
gua extranjera es la retención del
vocabulario.
Siguiendo la metodología AICLE
1
,
los alumnos aprenden el idioma al
mismo tiempo que los contenidos
de distintas asignaturas. De acuer-
do a un estudio realizado por Kelly
(2010) durante el desarrollo de las
sesiones de la materia que se im-
parte en una segunda lengua, los
alumnos van a necesitar tres nive-
les de vocabulario:
• PRIMER NIVEL:
Vocabulario es-
pecífico de la materia: indispen-
sable para el aprendizaje de la
asignatura. (Ejemplo: “organis-
mo procariota”)
• SEGUNDO NIVEL:
Vocabulario
académico general: es inter-cu-
rricular, utilizado en más de una
asignatura para el desarrollo de
las clases en el contexto acadé-
mico. (Ejemplo: “causa y efec-
to”).
• TERCER NIVEL:
Vocabulario pe-
riférico: el vocabulario utilizado
durante las sesiones. (Ejemplo:
“corregir”).
Los niveles segundo y tercero se
trabajan de forma conjunta en to-
das las asignaturas, y los alumnos
adquieren ese vocabulario debido
a la alta exposición al mismo. El
mayor problema es el primer nivel
correspondiente al vocabulario es-
pecífico de materia, puesto que los
alumnos tienen una exposición me-
nor y su complejidad es bastante
mayor (términos más especializa-
dos, menos generales).
Respecto a la complejidad del
vocabulario específico, algunos
autores sugieren que relacionar
los términos científicos con voca-
bulario conocido y cercano a los
alumnos (relacionado con su vida
diaria), ayuda a la comprensión y al
aprendizaje del mismo (Colibaba et
al. 2015).
Trabajo práctico del
vocabulario en el aula
Con referencia a cómo trabajar
ese vocabulario, hay autores que
defienden se ha de dar una ad-
quisición casual por el hecho de
estar expuestos al mismo durante
el transcurso de las sesiones, que
suelen ser abundantes. Otros auto-
res defienden que, además de esa
adquisición natural que se puede
dar durante las clases, el hecho
de realizar actividades específicas
para trabajar el vocabulario ayuda
al aprendizaje del mismo, sobre
todo para estudiantes de nivel prin-
cipiante o intermedio en la segunda
lengua (Choudhury, 2010). Por su
parte, Alemi (2010) constata que
los juegos de palabras pueden ser
buenas herramientas para mejorar
las habilidades de recordar signi-
ficados, inferir significados, com-
prender mejor y facilitar la comu-
nicación.
Teniendo en cuenta que vivimos
en una era dominada por la tecno-
logía, muchos docentes basan sus
clases en recursos digitales, que en
1
Este término, utilizado por vez primera por David Marsh en 1994 para describir una corriente de la lingüística aplicada, se utiliza a menudo como sinónimo
de inmersión lingüística.