Previous Page  29 / 64 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 29 / 64 Next Page
Page Background

29

ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO IV - Nº 16 - DICIEMBRE 2019

ámbito escolar, hemos de jugar la

baza de orientar los escritos que se

trabajen en las aulas y en las casas

hacia la consecución de unos ob-

jetivos concretos. De este modo,

cuando el alumno haya terminado

el libro, el profesor le pondrá a su

disposición unas herramientas con

las que el joven descubrirá que lo

que ha leído no ha sido en vano.

Será un aprendizaje autónomo y

personal, pero con el docente como

supervisor.

La postura más adecuada para

aplicar en nuestras aulas es la que

nos convierta en un faro que guía

al barco (alumno) cuando esté cer-

ca de la orilla (en los inicios), pero

al que pronto lo dejaremos surcar

mares en solitario. Este pensamien-

to es el mismo que defiende Bloom

(2000):

A la información tenemos acceso

ilimitado, pero ¿dónde encontramos la

sabiduría? Si uno es afortunado, tal vez

se tope con un maestro que lo ayude;

pero al cabo está solo y debe seguir

adelante sin más mediaciones. Leer

(…) es uno de los mayores placeres

que puede proporcionar la soledad,

porque, al menos según mi experiencia,

es el más saludable desde un punto de

vista espiritual

(Bloom, 2000).

Si desde críos hemos ido apren-

diendo por imitación, con la lectura

ha de ocurrir lo mismo.

El lector

poco asiduo ha de tener un refe-

rente en el que apoyarse

, alguien

que le estimule en el diálogo con el

texto. Al igual que sucede con los

idiomas, esta actividad será más fá-

cil de promover cuanto menor sea

la edad de la persona en tanto en

cuanto no existe en ella hay un ra-

ciocinio muy marcado, ni tampoco

la capacidad de rechazo que se tie-

ne en la madurez o adultez.

En la interacción entre lector y

texto, el individuo, con esfuerzo,

comprendiendo e interpretando

2

cada línea y cada párrafo, irá evolu-

cionando y perfilando una integra-

ción cada vez más rica en saberes.

Esto es, según Mendoza, López y

Martos (1996), que “la lectura no

solo impulsa la adquisición de co-

nocimientos, sino también de des-

trezas, actitudes y competencias”.

Un acercamiento a la

novelística de Javier

Sierra

Anteriormente expusimos que

aplaudiríamos cualquier acerca-

miento a la lectura, independien-

temente del género en que esta se

presentase; pues bien, ahora nos

vamos a centrar exclusivamente en

el mundo de ficción de la narración,

el de la novela. El motivo es sen-

cillísimo: si sabemos que la lectura

está atravesando un bache notable,

optemos, pues, por el género que

más se practica y al que más aten-

ción se le concede. De hecho, desde

que en 1605 Miguel de Cervantes

publicase

El ingenioso hidalgo don

Quijote de la Mancha

, su amplitud

de miras era mucho más amplia y

su capacidad para metamorfosear-

se en diferentes subgéneros no ha

hecho nada más que crecer.

Por el mismo motivo que hemos

optado por la novela, nos aproxi-

mamos a Javier Sierra como autor

porque la comunidad lectora que

gusta de sus libros es actualmente

de las más notorias de los escrito-

res españoles

3

. Afirma abiertamen-

te que su escritura lo que ambicio-

na es servir de puente, de pasarela

al lector para que junto a ella tras-

cienda a nuevos mundos. Además,

por si esto no fuese suficiente, que

recibiera el Premio Planeta en el

año 2017 con

El fuego invisible

,

nos allana el camino en cuanto a

una cercanía mayor con las futuras

nuevas generaciones de lectores.

Javier Sierra, con su modo de no-

velar, lo que busca es generar una

chispa en el receptor, despertar una

intriga

4

en él. La literatura es como

una especie de juego de palabras

que te guía hacia sus redes y te

atrapa con fuerza. Será un feedback

del que tanto autor como lector sa-

len reforzados. El primero porque

sabe que con esta fórmula persua-

siva tiene el éxito garantizado, y el

segundo porque se ha convertido

en actor principal de una escena en

la que muchos pasan de manera in-

advertida.

Otra característica que debemos

reseñar de la pluma de Sierra es

que el verdadero afán de su obra

es el didáctico, de ahí que tome-

mos al escritor turolense como un

referente que mostrar a nuestros

alumnos. Defiende el propio autor

que “la buena literatura”, la que se

perpetúa con el tiempo, es la que

tiene, obligatoriamente, esa inten-

ción pedagógica, pensada para ser

útil para otras personas.

Propuesta de trabajo

en el aula

A propósito de la teoría sobre la

obra narrativa de Javier Sierra que

acabamos de exponer, aportamos

ahora una

propuesta de trabajo en

el aula en la que alumnos de 3º

de ESO, en una sesión de la mate-

ria Lengua Castellana y Literatura

puedan descubrir, a partir de dife-

rentes fragmentos, los temas más

característicos de nuestro autor.

La fórmula de análisis textual que

llevaríamos a cabo sería la siguiente:

1) entrega de todos los textos al

alumnado (en nuestro caso, esta-

2.-

A colación de esta teoría, afirma Colomer (1997) que “la lectura ha de encaminarse fundamentalmente hacia la construcción de una interpretación”. El

lector deberá, por tanto, implicarse de lleno en la construcción del sentido del texto y no actuar como si fuese un sujeto pasivo.

3.-

Que en las librerías o en las estanterías de las grandes superficies de los centros comerciales aparezcan libros con su nombre y el rótulo de

La cena

secreta

(18ª Edición en España y más de 3.000.000 ejemplares vendidos en todo el mundo),

La ruta prohibida

(más de 300.000 ejemplares vendidos),

El

maestro del Prado

(la ficción española más vendida en 2013) o

El fuego invisible

(10ª Edición, más de 350.000 ejemplares vendidos), pueden servir de

acicate al que dude qué libro ha de leer.

4.-

En una entrevista que nuestro escritor concede a Oliva (2017) afirma, de hecho, que estamos con frecuencia equivocados en algunos conceptos bási-

cos, pues “la función suprema de la literatura no es entretener, es despertar”