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AÑO II - Nº 5 - JUNIO 2017
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
Como se puede observar, pese a
que la red constituye un espacio de
interacción en el que se nos ofrecen
diversidad de posibilidades y venta-
jas, de manera similar a cualquier
actividad social, en Internet tam-
bién pueden generarse situaciones
conflictivas si no se disponen de las
competencias necesarias para nave-
gar de forma crítica y responsable.
Y es que los jóvenes actuales han
ido creciendo en un mundo plena-
mente “tecnologizado” lo que ha
supuesto que tanto desde el ámbito
educativo como desde el socio-fa-
miliar se deba tener en cuenta la om-
nipresencia de las TIC y su repercu-
sión en la vida de nuestros jóvenes,
lo que hace que se generen nuevos
contextos de interacción a los que
los adultos no estaban acostumbra-
dos. Así pues, los jóvenes actuales
son nativos en este aspecto (Prens-
ky, 2010), pues todos han nacido y
se han formado utilizando la parti-
cular “lengua digital”. Sin embargo,
la gran mayoría de los adultos han
tenido que ir formándose y adaptán-
dose a esta nueva era digital, siendo
por tanto “inmigrantes digitales” y
generándose entre ambos grupos
una brecha importante. Los adultos
utilizan Internet, pero los jóvenes vi-
ven con Internet.
Así pues, si los jóvenes han na-
cido sumidos en la era digital y
los mayores han de adaptarse a la
misma, con los desfases que eso
supone pero, a la vez, se reclama la
educación en un uso responsable de
los medios tecnológicos… ¿Cómo
se puede responder a una paradoja
así? No se trata de alarmar en torno
a todos los posibles peligros, sino
de tenerlos en cuenta y educar a los
menores para que sean conscientes
de ellos, a la vez que puedan ser
autónomos durante la navegación.
Es decir, “enseñarles a hacer uso
de su libertad y responsabilidad,
imponiendo cuando todavía no son
capaces de decidir y acompañando
cuando ya pueden asumir ciertas
responsabilidades” (García y Brin-
gué, 2002).
En relación a todo lo anterior
se plantea la siguiente cuestión:
¿Cómo colaborar con los padres
desde los centros educativos para
fomentar una adecuada educación
sobre las nuevas tecnologías? Dado
que la realidad educativa pone de
manifiesto que no solo los padres
necesitan una mayor formación res-
pecto a este ámbito, sino también el
conjunto de todos los docentes, es
desde el ámbito de los Equipos de
Orientación educativa, como agen-
tes asesores externos a los centros,
desde donde se debería promover
la puesta en marcha de acciones
formativas planificadas a través de
programas integrados destinados a
“curar” la brecha digital entre alum-
nos y familia/escuela, a la vez que
instruir a los adultos que lo necesi-
ten en el uso de las TIC.
Con este tipo de programas, cuya
metodología debiera ser fundamen-
talmente práctica y cuyas sesiones
podrían enmarcarse en charlas se-
manales, por ejemplo, se trataría de
incrementar en familias y profeso-
rado el nivel de conocimiento sobre
Internet para reducir la brecha ge-
neracional existente y fomentar una
comunicación fluida con los meno-
res respecto a las redes. Ello ayu-
daría a que tanto desde los centros