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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO II - Nº 5 - JUNIO 2017

ORGANIZACIÓN DE LOS

ESPACIOS Y TIEMPOS

Tienen que ser espacios polivalentes en los que se puedan desarrollar de manera simultánea varias actividades distintas con el fin

de que el alumnado pueda interactuar y realizar trabajos tanto autónomos, con la adecuada mediación, como colaborativos, con las

circunstancias óptimas para el encuentro entre compañeros.

ORGANIZACIÓN DE

ACTIVIDADES

Tienen que ser adecuadas a las circunstancias y objetivos que se persiguen.

ORGANIZACIÓN DE

Ti

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d fá il tili

MATERIALES Y RECURSOS

enen que ser recursos e acceso a a n ormac n cercanos y e c u zac n.

Los profesores se convierten en mediadores ya que interceden en el aprendizaje del alumnado favoreciendo su desarrollo y

organizando la situación que requiere la tarea/experiencia/actividad a realizar. Así mismo, si la situación de enseñanza-aprendizaje

está bien estructurada y definida el profesor podrá quedarse en “un segundo plano” y se convertirá en observador, prestando

atención a cuáles son los problemas que tiene el alumnado para interactuar e intervenir proporcionando la ayuda precisa

,

.

Finalmente, el profesor debe ir cediendo paulatinamente el control de las actividades convirtiéndose en facilitador de la autonomía

en el aprendizaje a través de tareas y propuestas abiertas en las que la toma de decisiones sea relevante.

El alumnado se distribuye en pequeños equipos de aprendizaje cooperativos para ayudarse y animarse mutuamente a la hora de

realizar los ejercicios y las actividades de aprendizaje en general.

Estos grupos tienen una serie de singularidades:

ORGANIZACIÓN DE LOS

PARTICIPANTES

Conforman grupos heterogéneos en su composición, es decir, deben poseer niveles de competencia “ligeramente” diferentes

ya que de esta forma se garantiza la diversidad de habilidades suponiendo un estímulo para el aprendizaje.

Se organizan en grupos de 2 a 4 alumnos.

Tienen una doble responsabilidad: aprender lo que el profesor les enseña y contribuir a que lo aprendan también sus

compañeros de equipo.

Aprenden en equipo, provocando la “cooperatividad” en el acto de aprender.

Distribuir tareas, papeles y responsabilidades para que la carga cognitiva se distribuya entre todos los compañeros. Esto

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tam n provoca que a carga e cu ta se aga menor y pos te que to o e a umna o pue a superar sus o st cu os y

consecuentemente, mejoren la motivación y autoestima. Estas responsabilidades que se reparten y se van rotando a lo largo del

curso escolar, facilitan que unos se pongan en el lugar de otros (ya han pasado por esa responsabilidad) y facilita que unos

saben que lo que uno hace está directamente relacionado con lo que hace el otro (uno explica, el otro escucha, uno lee y el otro

escribe, uno escribe y el otro corrige...). En general, son situaciones que favorecen la toma de conciencia y la auto-regulación

de los aprendizajes, recursos necesarios para que una persona pueda ser autónoma en su aprendizaje.

Se forman diferentes grupos a lo largo del curso escolar con la finalidad de que todo el alumnado coincida en algún momento

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e curso y con a mpor anc a que ene e no marcar pape es r g os y es ereo pa os en ro e os grupos.

Tabla 1

Adaptaciones de los centros para el aprendizaje cooperativo

Principios del trabajo

cooperativo

Existen cuatro principios básicos

que se manifiestan en los equipos

cooperativos y que dan lugar al mo-

delo que estamos analizando. Di-

chos principios son:

1. Interdependencia positiva:

Este

es el elemento principal para la

cooperación donde el alumnado,

ha de percibir la vinculación que

le une a los demás miembros de

su grupo, de manera que vean

claro que su éxito en el aprendi-

zaje está unido al éxito de los de-

más. El alumnado ha de aprender

que para obtener los resultados

deseados es preciso aunar es-

fuerzos y conjuntar voluntades.

La auténtica cooperación se da

cuando el sentimiento de grupo

está por encima del sentimiento

individual, el “nosotros en lugar

del yo”. Los profesores deben

proponer tareas comunes de ma-

nera concisa y con un objetivo

grupal en el que los estudiantes

comprendan que todos y cada

uno de los miembros del grupo

son necesarios para salvarse jun-

tos o hundirse todos.

2. Responsabilidad

Individual:

Cada miembro ha de hacerse res-

ponsable de su parte de trabajo,

así como el grupo en su conjunto

se ha de responsabilizar del cum-

plimiento de los objetivos. Esto es

así porque el esfuerzo individual

refuerza el logro grupal, en contra

de la idea muchas veces criticada

de que el trabajo en grupo diluye

la responsabilidad individual.

3. Participación igualitaria:

En el

aprendizaje cooperativo el alum-

nado no sólo ha de aprender

contenidos académicos, sino

también las habilidades sociales

y personales necesarias para co-

laborar junto a sus compañeros y

profesores.

4. Interacción simultánea:

Se trata

de que el alumnado pueda reali-

zar de manera conjunta una labor

en la que cada uno colabora al

éxito de los demás, compartiendo

los recursos existentes, animán-

dose, ayudándose, alegrándose

mutuamente por el esfuerzo de

aprender y avanzar juntos.

Estrategias de aprendizaje

cooperativo

A continuación citamos algunas

estrategias basadas en el progra-

ma CA/AC (Cooperar para aprender,

aprender a cooperar) desarrollado y

coordinado por Pere Pujolas y Jose

Ramón Lago, del Grupo de Recer-

ca sobre Atenció a la Diversitat de