29
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO II - Nº 5 - JUNIO 2017
ORGANIZACIÓN DE LOS
ESPACIOS Y TIEMPOS
Tienen que ser espacios polivalentes en los que se puedan desarrollar de manera simultánea varias actividades distintas con el fin
de que el alumnado pueda interactuar y realizar trabajos tanto autónomos, con la adecuada mediación, como colaborativos, con las
circunstancias óptimas para el encuentro entre compañeros.
ORGANIZACIÓN DE
ACTIVIDADES
Tienen que ser adecuadas a las circunstancias y objetivos que se persiguen.
ORGANIZACIÓN DE
Ti
d
l i f
ió
d fá il tili
ió
MATERIALES Y RECURSOS
enen que ser recursos e acceso a a n ormac n cercanos y e c u zac n.
Los profesores se convierten en mediadores ya que interceden en el aprendizaje del alumnado favoreciendo su desarrollo y
organizando la situación que requiere la tarea/experiencia/actividad a realizar. Así mismo, si la situación de enseñanza-aprendizaje
está bien estructurada y definida el profesor podrá quedarse en “un segundo plano” y se convertirá en observador, prestando
atención a cuáles son los problemas que tiene el alumnado para interactuar e intervenir proporcionando la ayuda precisa
,
.
Finalmente, el profesor debe ir cediendo paulatinamente el control de las actividades convirtiéndose en facilitador de la autonomía
en el aprendizaje a través de tareas y propuestas abiertas en las que la toma de decisiones sea relevante.
El alumnado se distribuye en pequeños equipos de aprendizaje cooperativos para ayudarse y animarse mutuamente a la hora de
realizar los ejercicios y las actividades de aprendizaje en general.
Estos grupos tienen una serie de singularidades:
ORGANIZACIÓN DE LOS
PARTICIPANTES
Conforman grupos heterogéneos en su composición, es decir, deben poseer niveles de competencia “ligeramente” diferentes
ya que de esta forma se garantiza la diversidad de habilidades suponiendo un estímulo para el aprendizaje.
Se organizan en grupos de 2 a 4 alumnos.
Tienen una doble responsabilidad: aprender lo que el profesor les enseña y contribuir a que lo aprendan también sus
compañeros de equipo.
Aprenden en equipo, provocando la “cooperatividad” en el acto de aprender.
Distribuir tareas, papeles y responsabilidades para que la carga cognitiva se distribuya entre todos los compañeros. Esto
bié
l
d difi l d h
ibili
d l l
d d
b á l
tam n provoca que a carga e cu ta se aga menor y pos te que to o e a umna o pue a superar sus o st cu os y
consecuentemente, mejoren la motivación y autoestima. Estas responsabilidades que se reparten y se van rotando a lo largo del
curso escolar, facilitan que unos se pongan en el lugar de otros (ya han pasado por esa responsabilidad) y facilita que unos
saben que lo que uno hace está directamente relacionado con lo que hace el otro (uno explica, el otro escucha, uno lee y el otro
escribe, uno escribe y el otro corrige...). En general, son situaciones que favorecen la toma de conciencia y la auto-regulación
de los aprendizajes, recursos necesarios para que una persona pueda ser autónoma en su aprendizaje.
Se forman diferentes grupos a lo largo del curso escolar con la finalidad de que todo el alumnado coincida en algún momento
d l
l i
t i
ti
l
l
í id
t
ti d d t d l
e curso y con a mpor anc a que ene e no marcar pape es r g os y es ereo pa os en ro e os grupos.
Tabla 1
Adaptaciones de los centros para el aprendizaje cooperativo
Principios del trabajo
cooperativo
Existen cuatro principios básicos
que se manifiestan en los equipos
cooperativos y que dan lugar al mo-
delo que estamos analizando. Di-
chos principios son:
1. Interdependencia positiva:
Este
es el elemento principal para la
cooperación donde el alumnado,
ha de percibir la vinculación que
le une a los demás miembros de
su grupo, de manera que vean
claro que su éxito en el aprendi-
zaje está unido al éxito de los de-
más. El alumnado ha de aprender
que para obtener los resultados
deseados es preciso aunar es-
fuerzos y conjuntar voluntades.
La auténtica cooperación se da
cuando el sentimiento de grupo
está por encima del sentimiento
individual, el “nosotros en lugar
del yo”. Los profesores deben
proponer tareas comunes de ma-
nera concisa y con un objetivo
grupal en el que los estudiantes
comprendan que todos y cada
uno de los miembros del grupo
son necesarios para salvarse jun-
tos o hundirse todos.
2. Responsabilidad
Individual:
Cada miembro ha de hacerse res-
ponsable de su parte de trabajo,
así como el grupo en su conjunto
se ha de responsabilizar del cum-
plimiento de los objetivos. Esto es
así porque el esfuerzo individual
refuerza el logro grupal, en contra
de la idea muchas veces criticada
de que el trabajo en grupo diluye
la responsabilidad individual.
3. Participación igualitaria:
En el
aprendizaje cooperativo el alum-
nado no sólo ha de aprender
contenidos académicos, sino
también las habilidades sociales
y personales necesarias para co-
laborar junto a sus compañeros y
profesores.
4. Interacción simultánea:
Se trata
de que el alumnado pueda reali-
zar de manera conjunta una labor
en la que cada uno colabora al
éxito de los demás, compartiendo
los recursos existentes, animán-
dose, ayudándose, alegrándose
mutuamente por el esfuerzo de
aprender y avanzar juntos.
Estrategias de aprendizaje
cooperativo
A continuación citamos algunas
estrategias basadas en el progra-
ma CA/AC (Cooperar para aprender,
aprender a cooperar) desarrollado y
coordinado por Pere Pujolas y Jose
Ramón Lago, del Grupo de Recer-
ca sobre Atenció a la Diversitat de