28
AÑO II - Nº 5 - JUNIO 2017
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
El aprendizaje
cooperativo
Implementación en las aulas
Para alcanzar una educación de calidad es indispensable favorecer en el
alumnado el aprendizaje cooperativo, entendido como una metodología de
enseñanza y aprendizaje donde el alumnado trabaja de manera conjunta
para alcanzar unos objetivos comunes. Esta forma de trabajar posee efectos
claramente positivos en la esfera cognitiva, afectiva y social del alumnado.
Sin embargo, optar por esta propuesta educativa implica, en una forma u otra
cambios en la tradición educacional de nuestro país.
MARÍA PRADO PRIETO
•
Maestra de Educación
Especial
•
Graduada en Educación
Primaria
•
Licenciada en
Psicopedagogía
•
León (León)
D
urante estos últimos años se
han producido una serie de
cambios sociales de gran en-
vergadura que, sin duda, repercuten
en gran medida en la educación que
se imparte en las escuelas. Esto nos
exige mejoras metodológicas e inno-
vaciones educativas, siendo una de
ellas el empleo del aprendizaje coo-
perativo en las aulas, del cual se viene
comprobando su éxito y eficacia en
las últimas investigaciones llevadas
a cabo desde el Centro de Investiga-
ción Social y Educativa (CREA, 2009).
Conceptualización
terminológica
El aprendizaje cooperativo puede
definirse como “el uso didáctico de
equipos reducidos de alumnos, ge-
neralmente de composición hetero-
génea en rendimiento y capacidad,
aunque ocasionalmente puedan ser
más homogéneos, utilizando una
estructura de la actividad tal que se
asegure al máximo la participación
igualitaria (para que todos los miem-
bros del equipo tengan las mismas
oportunidades de participar) y se
potencie al máximo la interacción
simultánea entre ellos, con la finali-
dad de que todos los miembros de
un equipo aprendan los contenidos
propuestos, cada uno hasta el máxi-
mo de sus posibilidades y aprendan,
además, a trabajar en equipo” (Pu-
jolas 2009).
Por tanto, se puede señalar que el
aprendizaje cooperativo se trata de
un amplio y heterogéneo conjunto
de técnicas, estrategias y recursos
metodológicos estructurados en
los que el alumnado y los docen-
tes trabajan juntos, en equipo, con
la finalidad de ayudarse a través de
las mediaciones de iguales, gracias
a materiales, recursos y otras per-
sonas, para así construir el conoci-
miento de manera conjunta. En este
sentido, se organizan tareas en las
que la cooperación es la condición
indispensable para realizarla de for-
ma conjunta ya que no se pueden
llevar a cabo si no es colaborando
entre los compañeros.
Dicho aprendizaje no es sólo un
método o un recurso especialmente
útil para aprender mejor los conte-
nidos escolares, sino que es, en sí
mismo, un contenido curricular más
que el alumnado debe aprender y
que, por lo tanto, se les debe en-
señar. Con él se pretende además
fomentar la creatividad, el compa-
ñerismo, la ayuda entre iguales y la
autoestima.
Centrándonos en el ámbito cu-
rricular, esta filosofía de trabajo,
además de mejorar el rendimiento
académico, facilita el desarrollo de
las competencias clave, ya que se
trabaja el saber hacer de forma inte-
gral, con especial atención a la com-
petencia social y ciudadana y al de-
sarrollo de las capacidades que nos
permiten comprender la realidad
social, ejercitando una ciudadanía
responsable, con todo lo que esto
conlleva.
Aplicación metodológica
Pues bien, para poner en práctica
este tipo de aprendizaje cooperativo
no basta con introducir actividades
colaborativas en entornos docentes
tradicionales, sino que para lograr
un auténtico entorno de aprendizaje
cooperativo habrá que realizar adap-
taciones más o menos profundas en
los distintos elementos del centro,
destacando: (
Tabla 1
)