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AÑO I - Nº 3 - FEBRERO 2017
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
Educación
intergeneracional
El papel de las escuelas de
abuelos en la educación
Observando los cambios de las sociedades contemporáneas, donde los roles
familiares son compartidos por muchos miembros, surge la necesidad de
reflexionar acerca de una “Escuela de abuelos”, basándonos en los modelos
de las “Escuelas de padres”, pues cada vez más son los niños y jóvenes que,
por diversos motivos (sobre todo laborales) se ven obligados a pasar más
tiempo con sus abuelos.
MARÍA VALENTINA LÓPEZ
CÓRCOLES
• Licenciada en Pedagogía
• Orientadora Educativa en CRA
Los Almendros (Carcelén,
Albacete)
H
oy en día, los abuelos son
uno de los principales apo-
yos para los padres que tra-
bajan fuera de casa. La incorpora-
ción de la mujer a la vida laboral,
las nuevas axiologías en la socie-
dad o la proliferación de modelos
familiares distintos a la familia
nuclear tradicional han hecho que
los progenitores a cargo de hijos
tengan que contar con ayudas
externas a la propia estructura
paternal, sobre todo mientras és-
tos trabajan. Esta situación suele
derivar en el reclamo de ayuda de
la figura de los abuelos.Partiendo
de la base de que los niños pasan
la mayor parte del tiempo con los
abuelos podemos presuponer que
éstos andan, en la mayor parte de
las ocasiones, algo desorientados
en cuanto al tipo de educación que
han de proporcionar a los nietos,
sin saber cuáles son los métodos
más apropiados. Por ello, desde
los centros educativos se ha de
intentar dar una respuesta ante
esa necesidad clave de formación,
ante lo cual surgen las Escuelas de
Abuelos.
Las Escuelas de Abuelos son
espacios de aprendizaje donde el
intercambio de experiencias y la
reflexión colectiva se convierten en
herramientas que permiten mejorar
los recursos educacionales de los
que disponen los abuelos. Se trata
de ofrecer a los abuelos mayores
recursos de acción para poder en-
cauzar, de la mejor de las maneras,
los procesos formativos que han
de llevar a cabo con sus nietos den-
tro de un aprendizaje tanto formal
como no formal.
La participación de los padres en
la vida de la escuela es una cuestión
relativamente reciente en nuestro
sistema educativo. Hasta hace no
mucho se creía que la responsabi-
lidad de la educación de los niños
recaía exclusivamente en la escue-
la, dando lugar a una separación
radical entre ambas para pasar,
posteriormente, a considerar que
la responsabilidad se le adjudicaba
a la familia, sobre todo tratándose
de los niños más pequeños. Final-
mente, se consiguió llegar a un
consenso en donde se velaba por
una educación y responsabilidades
compartidas. La escuela y la familia
son las dos grandes instituciones
educativas de las que disponen los
niños para construirse como ciu-
dadanos con lo cual, ni la escuela
por una parte ni tampoco la familia
por otra pueden desempeñar dicha
función de manera aislada y dife-
renciada la una de la otra (De León,
2011).