Previous Page  32 / 64 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 32 / 64 Next Page
Page Background

32

ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016

AÑO V - Nº 18 - JUNIO 2020

• Multilateralidad, en relación al de-

sarrollo armónico de las distintas

partes del cuerpo.

• Variedad de ejercicios, medios y

materiales con el fin de evitar la

monotonía.

• Individualización, ejercicios adap-

tados para cada sujeto.

• Participación activa y consciente, sa-

ber qué se hace y para qué se hace.

• Progresión coherente y eficaz

• En tercer y último lugar, tenemos

que saber qué tipo de actividad físi-

ca y capacidades físicas asociadas

han de trabajarse en mayor medida

por su mayor relación con la salud.

En esta línea, las capacidades o

componentes físicos de la salud a

los que nos referimos son la resis-

tencia aeróbica, fuerza y resistencia

muscular, flexibilidad y composi-

ción corporal, y la velocidad/agili-

dad, por su relación con la densi-

dad mineral ósea (Ardoy, 2012).

Efectos de la actividad

física

Son muchos los efectos positivos

y los beneficios de practicar actividad

física en la salud y calidad de vida. Sin

embargo, también se debe saber que

no siempre la práctica de actividad fí-

sica es saludable ya que puede darse

el caso de que ésta esté contraindica-

da de forma total o parcialmente.

Diversos estudios confirman los be-

neficios que reporta la práctica de

actividad física y planificada sobre la

salud, sin embargo se centran fun-

damentalmente en el ámbito fisioló-

gico (Ardoy, 2012). Investigadores

como Chillón (2005) consideran los

beneficios de la actividad física des-

de una triple vertiente: física, psico-

lógica y social.

A colación de esta triple vertiente

desarrollamos el siguiente plantea-

miento.

- A nivel psicológico y social

Tanto a nivel social como psicoló-

gico sólo es contraproducente la

actividad física cuando ésta se con-

vierte en una obsesión (vigorexia) o

en el alto rendimiento cuando no se

asesora y guía correctamente a los

deportistas.

Por el contrario, son numerosos los

beneficios a nivel psicológico y social

cuando se practica actividad física de

forma saludable. Se destaca la elimi-

nación de estrés y ansiedad, mayor

relajación y concentración, mejora

de las relaciones interpersonales, au-

toestima, construcción del carácter y

mejora del rendimiento académico y

cognitivo (Cornejo, 2017; Maureira,

2014; Pellicer, 2015).

- A nivel fisiológico

A nivel fisiológico también existen

ciertas contraindicaciones que se

deben tener presentes en todo mo-

mento para no causar mayores da-

ños o agravar la lesión-enfermedad,

cuando proceda. A continuación, se

exponen tanto los beneficios como

las contraindicaciones atendiendo a

los principales aparatos o sistemas

orgánicos (Willmore y Costill, 2014).

Aparato locomotor

: los beneficios

de practicar actividad física regu-

lar sobre los huesos, articulacio-

nes y músculos son numerosos.

Aumenta los niveles de calcio y

densidad mineral ósea, lubrica y

estabiliza las articulaciones, me-

jorando la condición física general

y coordinación inter e intramuscu-

lar. En cuanto a las contraindica-

ciones, con trastornos de columna

o rodilla se deben evitar algunas

posiciones o cambios bruscos de

dirección, entre otros.

Sistema cardio-respiratorio

: en-

tre los beneficios de la actividad

física en este sistema destaca el

aumento del tamaño del corazón y

pulmones y toda su musculatura.

La actividad física aeróbica es en

sí una medida de prevención de

determinadas enfermedades car-

diovasculares, como la obesidad

o la diabetes tipo II.

Sistema nervioso

: se relaciona

directamente con los beneficios

a nivel psicológico y muscular,

mejorando en este caso la coordi-

nación. En cuanto a las contrain-

dicaciones, sólo en el caso de la

epilepsia se debe tener especial

cuidado, siendo conveniente evi-

tar deportes de riesgo.

Sistema endocrino

: la actividad

física estimula la hormona del cre-

cimiento y mejora la tolerancia a

la glucosa. En personas diabéticas

está demostrado que la práctica

de actividad física reduce al 50%

la dosis de insulina. Respecto a

los diabéticos, es importante que

el alumno conozca su enferme-

dad, que tenga estabilizada su

glucemia y que traigan a clase su

“glucometer” o medidor de los ni-

veles de glucosa en sangre.