34
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
• Producción verbal espontánea:
Para evaluar el lenguaje espontáneo
del niño primero hay que realizar
el registro y transcripción de una
muestra y luego habrá que analizar
dicha transcripción. Estos métodos
varían según la persona, el contexto
y los materiales.
• Como ejemplo de procedimiento
para este tipo de producción verbal
se puede utilizar la grabación de ví-
deo, bien en cinta o mediante notas
escritas. El vídeo es muy recurrente
porque permite ver las actuaciones
lingüísticas del especialista. En el
caso de las notas escritas, sin em-
bargo, será preciso anotar posibles
incidencias de los demás miembros
para poder evaluar aspectos prag-
máticos que intervengan.
•
Producción verbal provocada:
Este
procedimiento está indicado cuan-
do se quieren analizar aspectos del
lenguaje que no aparecen normal-
mente en el habla espontánea (pro-
vocar preguntas, frases negativas,
locativos, respuestas a preguntas,
etc.) o cuando no se dispone de
tiempo suficiente para usar el pro-
cedimiento anterior.
Existen varias estrategias para in-
citar la producción verbal, entre ellas
destacan:
• Tareas de expresión de relatos
mediante la presentación de lámi-
nas o escenas que desencadenan
la producción verbal.
• Tareas de organización lógica y de
explicación de una historia (viñe-
tas ordenadas o desordenadas).
• Tareas de completar frases.
• Tareas de incitación al diálogo.
• Tareas de interpretación de refra-
nes, fábulas o expresiones idio-
máticas.
• Ejercicios de lógica verbal.
• Preguntas de alternativa forzada
• “Role-taking”, que mide la habi-
lidad del emisor para evaluar la
perspectiva del receptor y formu-
lar sus mensajes.
• “Role-playing”. Se le pide al niño
que adopte el papel de su padre o
madre. Es bueno para suscitar las
frases negativas.
• Tareas de negaciones semánticas
y sintácticas (“la niña está dur-
miendo/está despierta-no está
durmiendo”), locuciones verba-
les, plurales y partes de un todo
(“un trozo de.../una bolsa de... /un
montón de...”).
• Tareas de sustitución de palabras
o grupos de palabras en un texto,
es decir, relaciones paradigmáti-
cas y sintagmáticas.
• Tareas de incrementación de un
texto a partir de la iniciación de
este. Estos procedimientos pue-
den aumentar la eficacia y la es-
pecificidad de la evaluación de las
conductas verbales que se pro-
ducen con poca frecuencia en el
lenguaje natural.
• Comprensión:
Es preciso respon-
der a tres tareas:
• Definir una respuesta adecuada
que implique con absoluta certeza
la comprensión de la expresión
emitida.
• Especificar la naturaleza de la ta-
rea de evaluación y las exigencias
que impone al niño.
• Especificar los estímulos lingüísti-
cos que se van a emplear.
• Imitación provocada:
Este procedi-
miento consiste en pedir al niño que
repita una serie de palabras o fra-
ses dichas por el evaluador, siendo
tradicionalmente y en la actualidad
muy utilizado para evaluar el len-
guaje.
Al respecto, Forns (1989) señala
que la repetición de frases evalúa la
capacidad retentiva y la realización de
una síntesis simultánea de todos los
elementos que componen una frase.
La imitación proporciona informa-
ción sobre la capacidad de procesa-
miento auditivo de las frases en au-
sencia de contexto (decodificación), la
capacidad de memoria y permite esta-
blecer comparaciones entre imitación,
comprensión y producción, necesa-
rias para plantear las estrategias de
intervención. Por otro lado, se aprecia
también que estos procedimientos
son importantes a la hora de evaluar
la presencia o ausencia de problemas
relacionados con el procesamiento
auditivo del individuo.
Dificultades de la
evaluación
Según Mendoza (2001), durante
el proceso de evaluar encontramos
dificultades a la hora de cuantificar la
conducta lingüística alterada por di-
versas razones, como por ejemplo:
• La naturaleza escurridiza del lengua-
je y de la comunicación.
• Los datos sobre el desarrollo mu-
chas veces son incompletos y frag-
mentados.