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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
Alternativas al castigo
También existen otras posibilidades
que pueden ponerse en práctica para
modificar conductas sin tener que re-
currir al tradicional castigo.
A continuación, mostramos algunos
recursos que pueden ser de gran utili-
dad, pero, aun así, tenemos que tener
en cuenta que no son remedios mági-
cos en los que vamos a encontrar la
solución al instante. Las verdaderas
alternativas son las que ayudan al jo-
ven a aprender, a darse cuenta de los
errores cometidos y los que le ayudan
a seguir avanzando.
El diálogo
Tal y como nos muestra Terenzani
(2017) dialogar es condición inheren-
te a los seres humanos. No siempre,
pero en la resolución de las diferen-
cias, en la confrontación de las ideas,
en el intercambio de los saberes, el
diálogo ha sido clave. Es fundamental
hablar con el niño para que compren-
da qué es lo que ha hecho mal, sienta
que le prestan atención, que es escu-
chado, y así pueda recapacitar sobre
sus acciones.
La escucha
Aunque a veces parezca que no hay
otromodo, tenemos que tener pacien-
cia para tener las cosas más claras y
escuchar a nuestros alumnos para
tener una visión más objetiva. Puede
que sus acciones hayan estado poten-
ciadas por otro alumno, o que exista
otra persona implicada o, simplemen-
te, que haya que averiguar la razón
última que ha llevado a ese alumno a
comportarse indebidamente.
Hablar en positivo
En educación, estamos acostum-
brados a utilizar la forma negativa
inconscientemente, pero debemos de
darnos cuenta que es mucho más efi-
caz utilizar la forma positiva. Por ejem-
plo, en vez de decir “por los pasillos
no se corre” conviene decir “por los
pasillos debemos ir despacio”.
Empatía
Debemos de reconocer que un
castigo no es algo agradable, y de la
misma manera que a nosotros nos
molestaba cuando nos castigaban,
a los niños también les molesta. Por
eso, debemos de ponernos en su lu-
gar para poder entenderles y analizar
cómo nos hubiera gustado que nos
tratasen si estuviéramos en su lugar
o, al menos, para intentar aportar otra
solución.
Situación general
Cuando, por la razón que sea, los
alumnos se sientan agobiados, estre-
sados o nerviosos, y estén compor-
tándose inadecuadamente, en lugar
de recurrir a las broncas o los casti-
gos podemos poner en práctica acti-
vidades como el Mindfulness u otras
técnicas de relajación para procurar
calmar el ambiente de clase.
Dar elecciones y tiempo
Podemos dejar elegir a los alumnos
entre algunas opciones que conside-
remos oportunas y así mostrarles que
ellos tienen la posibilidad de elegir su
propio futuro. Junto con esto, debe-
mos darles tiempo para que escojan
su camino con frases como “tomate
tu tiempo, yo estaré esperándote para
cuando estés listo”.
El castigo es una medida correctora
que cada vez suele usarse menos en
las aulas pero, aun así, está bastante