19
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
Pero también es un elemento di-
dáctico que comporta una enorme
influencia en nuestro alumnado.
Somos una sociedad de imáge-
nes, las consumimos y no siempre
apreciamos sus efectos, los prejui-
cios que crean, las identidades que
refuerzan o rechazan, los aspectos
inclusivos o excluyentes que acaba
por forjar en las representaciones
que llevan a cabo... Las películas
son conocimiento en bruto, no lo
olvidemos. Nos permiten acceder
a realidades cercanas o muy dife-
rentes a las nuestras, ya sea como
documentales o como ficciones. Y
nos conduce, incluso, a ahondar en
aspectos emocionales que son tan
importantes para la construcción
histórica del propio sujeto (Reddy,
2001). El tratamiento del cine en
esta doble vertiente histórico-emo-
cional nos ofrece un sinfín de po-
sibilidades educativas (Ambrós y
Breu, 2007; Gispert, 2008 y Vacca-
ro y Valero, 2011):
• Nos permite trabajar la importancia
de los derechos humanos, las
libertades y comprender los
conceptos negativos de tiranía,
injusticia y violencia de una
manera más coloquial y fácil que
si la explicamos teóricamente en
relación a regímenes totalitarios u
opresivos.
• El aspecto emocional cobra
una importancia central en las
producciones cinematográficas, lo
cual lleva a comprender aspectos
de la asertividad, la empatía y la
alteridad, en relación con la historia
que se nos presenta en cada filme.
• Explora otras realidades pasadas
que le hace al alumnado revivirlas
en persona y nos lleva a valorar
otras en las que ni tan siquiera
hemos pensado (alejándonos,
por ejemplo, de una visión
eurocentrista del pasado).
• Nos invita a comprender, conocer
e, incluso, debatir sobre las
distintas percepciones que hemos
tenido de los hechos y personajes
representados.
• Las historias que se nos revelan
pueden parecernos reales y, por lo
tanto, identificarnos con ellas de
una manera empática, sugerente
y cercana (por muy ficción que
sea) y que puede determinar la
construcción emocional-intelectual
que forjamos en nosotros.
• El cine se presenta como una
experiencia vital y social que bien
planteada se convierte en un
instrumento educativo y emocional
de primera magnitud.
• El pasado se hace presente en
las imágenes y, por lo tanto, nos
permite dar ese salto mental a
la hora de acercarles capítulos
históricos que, de otro modo,
son difíciles de imaginar. Y, por
supuesto, facilita la tarea a los
docentes de construir relatos
emocionales claros.
Posibilidades
temáticas
El cine nos relata historias de vida,
no se queda solo en la epidermis de
un acercamiento más o menos en-
tretenido al pasado (o a otro tiempo),
como hemos señalado, sino que su
amplitud, variedad y posibilidades
temáticas son infinitas. No solo se
tratan temas históricos clásicos que
pueden ir desde la Prehistoria hasta
la actualidad, y que resultan atractivos
y sugerentes, frente al material escri-
to, sino que describen aspectos de la
sociedad y las personas mucho más
complejos, no por ello secundarios,
que van desde las relaciones del ser
humano con el medio natural y los
animales (pudiendo tratarse aspec-
to de sensibilización con el entorno),
de la violencia, la guerra y la paz, de
cómo surgen los odios, qué implican
las ideologías, qué trajeron consigo
los totalitarismos, qué sabemos de las
religiones, qué relevancia tuvo y tiene
la educación en las sociedades (des-
de la lucha contra el analfabetismo a
la nueva era digital con sus nuevos
lenguajes), nos tiende un puente so-
bre las relaciones intergeneracionales,
implica revelar qué significados trae
consigo la memoria, el olvido, etc.
También nos acerca a problemáticas
más cercanas como el acoso escolar,
las agresiones o la violencia de géne-
ro, el aborto, el suicidio, la soledad, la
incomunicación, el amor, el sexo, la
felicidad, la identidad, la seguridad, el
deber, los valores humanos, la libertad
o la opresión, la posverdad…caracte-
rísticas de una sociedad que los estu-
diantes deben comprender.
La capacidad que tiene el cine de
trasmitirnos ciertas situaciones y sen-
timientos, de historias que podemos
entender y que nos resultan reales
y cercanas, no es igual que la de los
libros de textos o las valoraciones y
explicaciones de un docente. Por lo
que las imágenes se convierten en un
instrumento muy útil y perfectamente
acomodable a las aulas (pero tam-