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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
indefensión como extraños, aunque
son seres humanos. En este caso, nos
sitúa en la isla de Lampedusa y nos
desvela el punto de vista de un niño de
12 años, Samuel, que vive la llegada
de miles de personas.
Trabajar los valores de solidaridad,
compromiso, comprensión, dolor,
horror, sufrimiento (analizando los
momentos más emblemáticos del
documental, por ejemplo), puede con-
ducir a nuestros alumnos y alumnas a
entender mejor el drama inmigratorio
y a fomentar la necesidad de impulsar
la integración, la interculturalidad y el
acercamiento al otro.
Adentrándonos en el cine de ficción
y otras problemáticas actuales, otra
buena recomendación sería visionar
Una botella en el mar de Gaza (2011),
de Thierry Binisti, un digno ejemplo de
alteridad (Barrenetxea, 2016). Se trata
de una película que nos acerca al con-
flicto israelí-palestino, y nos ofrece el
punto de vista de ambos, a través de
una joven israelí, Tal, y un palestino,
Naïm. Nos desvela cómo a pesar de
la cercanía de los lugares en los que
viven, Gaza y Jerusalén, hay un mun-
do físico (los muros y los controles de
seguridad existentes que dividen am-
bas poblaciones) y mental (la visión
que tienen del otro) que les separa. Tal
no llega a entender por qué los palesti-
nos se inmolan y actúan de forma tan
brutal, y el palestino le reprocha a ella
que tengan tan estrecha y rígidamente
sometido a su pueblo. Pero tras este
contexto tan singular hay una historia
emocional que es lo que más efecto
produce en el espectador. Porque nos
ayuda a sentir de primera mano la vio-
lencia, el horror, los prejuicios, y anali-
zarlos, comprenderlos o valorarlos de
una forma cercana y didáctica, mucho
más que si se estudiase el origen y
situación de lo que allí ocurre. La sen-
sibilidad-identificación con los prota-
gonistas es muy notoria, dirigida, esta
vez, a jóvenes de 3º o 4º de la ESO.
Nos lanza un mensaje claro de conci-
liación y acercamiento que desnuda
las esencias de esa cruda realidad y
nos muestra que no solo hay esperan-
za, sino que hay diversas visiones de
unas mismas personas que sufren y
que aspiran a ser felices o a la plenitud
de sus vidas, sin miedo. Una lástima
que ese mismo mensaje no alcance
las instancias políticas.
Mientras el filme anterior es una
pura ficción, La profesora de histo-
ria (2014), de Marie-Castille Men-
tion-Schaar, se inspira en una expe-
riencia educativa real, acaecida en un
Liceo francés. Nos retrata la situación
de una clase de estudiantes con es-
casas aspiraciones educativas y sus
distintos conflictos internos, relajada
disciplina, tensiones entre ellos y, de
fondo, la cuestión del laicismo en las
aulas francesas. Sin embargo, la con-
fianza de Anne, su tutora y profesora,
les invita a participar en un concurso
sobre la suerte de los niños en el Holo-
causto. Para el grupo se va a tratar de
una experiencia vital tremendamente
enriquecedora porque van a hacer
suya la tragedia del pueblo judío, lo
que les ayuda a gestionar mejor sus
emociones, a trabajar como grupo ca-
nalizado todo a través de un proyecto
que les induce a creer en ellos mis-
mos, a aportar lo que cada uno puede
y a aprender a ver la Historia como
una realidad emocional compartida de
la que extraer valiosos sentimientos.
Después de todo, la Historia no solo
sirve para eso, para aprender y para
conocer el pasado, sino para hacerlo
nuestro en presente.
Amodo de conclusión
En suma, al intentar comprender el
ayer, caemos en la tentación, en las
Ciencias Sociales de la ESO, de que-
rer explicar todo lo que ha sucedido,
y eso no es posible. La Historia, en
general, es un inmenso bosque de ex-
periencias humanas que, unas veces,
plantamos ante nuestros alumnos sin
ser conscientes de que no lo pueden
abarcar por completo y, otras, les di-
suadimos a la hora de hacerlo.
Creemos que con un resumen y
una buena síntesis solucionamos el
problema. Pero no es una cuestión de
densidad de saberes sino de sensibi-
lidades, comprensión e identificación
emocional. Porque no siempre somos
capaces de construir un discurso que
garantice el entendimiento o suscite
el interés y, sobre todo, su acerca-
miento a la hora de hacerles ver que
los hechos no tienen sentido sin las
personas que los protagonizaron… y
que hay tanto historias sencillas como
emblemáticas, y que todas ellas son
tremendamente humanas.
El cine, después de todo, aún con
sus errores y sus limitaciones, per-
sonaliza los hechos y los integra en
la realidad presente. Hace posible que
sus ficciones se vean como realidades
e, incluso, caso del documental, nos
permita encontrar realidades que nos
faciliten el acercamiento a otros esce-
narios no tan lejanos (emocionalmen-
te) como creemos. Y el que nuestros
alumnos lo sientan y perciban es más
importante que los datos que puedan
memorizar.