18
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
LasCiencias Sociales
y el cine
Cómo educar emociones
El cine es un recurso muy valioso para las Ciencias Sociales. Construye un
imaginario de la realidad representada que puede referirse tanto al pasado y
al presente como, incluso, al futuro y a cómo serán nuestras sociedades.
Sin embargo, el uso adecuado en las aulas de este medio, cuya presencia es
cada vez más importante, ha de ser repensado constantemente, no sólo se
trata de entretener sino de educar para que nuestro alumnado vea, sienta y
perciba elmedio cinematográfico desde una dimensión humanista ydidáctica,
que le ayude a comprender mejor el mundo a modo de ventana abierta que
le invite a indagar, explorar y recrear dicha realidad. Trasmite no sólo escenas
sino experiencias vivas y necesarias sumamente enriquecedoras, que hay
que trabajar en el aula.
Palabras clave:
Cine; Ciencias Sociales; Conocimiento histórico; Educación emocional.
Abstract:
Cinema is a valuable resource for Social Science. It builds an imaginary world of represented reality which can refer as
much to the past as to the present or, even, the future, to show our present societies could be like. However, the adequate use in the
classrooms of this media, whose presence is more and more important, must be continuously reconsidered; it is not only a matter of
entertaining but also of education so that our student body sees, feels and senses the cinema world from a humanistic and educa-
tional dimension which would help to better understand the world as an open window, inviting to look into, explore and recreate said
reality. It transmits not only scenes but live and necessary experiences extremely enriching which must be worked in the classroom.
Keywords:
Cinema; Social Science; Historical knowledge; Emotional education..
IGOR BARRENETXEA
MARAÑÓN
• Licenciado en Historia
• Doctor en Historia
• Diplomado en Educación
Primaria
• Profesor en la Universidad de
La Rioja (UNIR)
El conocimiento
histórico y los
sentimientos
La experiencia social se funda-
menta no solo en las propias viven-
cias personales, sino también en
aquellos elementos que configuran
nuestro imaginario, y viceversa. En
un contexto en donde la tecnología,
los medios de comunicación y, por
supuesto, la televisión, se hallan
tan presentes (y resultan tan influ-
yentes), los libros de texto parecen
haber pasado de moda. Cada vez
las nuevas metodologías educati-
vas (como el trabajo cooperativo,
el basado en proyectos, etc.) se
incorporan a las distintas discipli-
nas, incluidas las Ciencias Sociales
(Díaz-Aguado, 2003; Guilarte, 2008
y Della y Keating, 2013). Al mismo
tiempo, contamos con nuevos re-
cursos e instrumentos en el aula,
gracias a que se disponen de más
medios tecnológicos, ya sean orde-
nadores o pantallas digitales (y ac-
ceso a Internet), que nos permiten
enfoques o tratamientos diferentes
del conocimiento, utilizando para
ello el lenguaje visual actual (Marín,
2001 y Barrenetxea, 2014).
Si tuviésemos que preguntarnos
sobre qué tipo de relatos pueblan y
amueblan la mente de nuestros jó-
venes, la respuesta sería palmaria:
los relatos audiovisuales
(Marzábel
y Arocena, 2016).
El cine, como parte de este nuevo
lenguaje, es un instrumento tremen-
damente valioso para las Ciencias
Sociales. En este artículo tratare-
mos sobre sus aportaciones histó-
rico-emocionales pues, a pesar de
la reticencia de algunos especialis-
tas, el cine es, en primer lugar, una
fuente de la Historia (Ferro, 1995;
Burke, 2001; Hughes-Warrington,
2009; Rosenstone, 2014 y Hueso y
Camarero, 2014) y como tal debe-
mos proceder a valorarlo.