la Mejora de la Calidad Educativa
(LOMCE) mantiene los mismos cri-
terios para acceder a la función di-
rectiva, pero remarca sobremanera
su importancia. Pretende contribuir
a reforzar la capacidad de ges-
tión de la dirección de los centros,
confiriendo a los directores, como
representantes que son de la Ad-
ministración educativa en el centro
y como responsables del proyecto
educativo, la oportunidad de ejercer
un mayor liderazgo pedagógico y de
gestión. Ergo, la función directiva se
potencia a través de un sistema de
certificación previa para acceder al
puesto de director, estableciéndose
un protocolo para rendir cuentas de
las decisiones tomadas, de las ac-
ciones de calidad y de los resultados
obtenidos al implementarlas. A este
respecto, y para la realización de las
acciones de calidad, la LOMCE nos
dice que el director del centro dis-
pondrá de autonomía para adaptar,
durante el período de realización
de estas acciones, los recursos hu-
manos a las necesidades derivadas
de los mismos. Las decisiones del
director deberán fundamentarse en
los principios de mérito y capaci-
dad y deberán ser autorizadas por
la Administración educativa corres-
pondiente, que se encargará de que
se cumpla la normativa aplicable en
materia de recursos humanos. La
gestión de los recursos humanos
será objeto de evaluación específica
en la rendición de cuentas.
El Real Decreto 894/2014, de 17
de octubre, por el que se desarro-
llan las características del curso de
formación sobre el desarrollo de la
función directiva, establece las com-
petencias profesionales genéricas y
específicas con las que deben do-
tar los cursos de habilitación a los
futuros directores: Este curso de
formación sobre el desarrollo de la
función directiva proporcionará las
competencias genéricas y especí-
ficas que, centradas y orientadas
hacia las actividades directivas,
tengan utilidad práctica en entornos
educativos. Las competencias ge-
néricas (atribuciones, habilidades y
actitudes más valoradas y típicas en
el ejercicio de la función directiva)
permitirán una formación integral
y serán desarrolladas a lo largo del
proceso de formación. En particular,
estas competencias comprenderán,
entre otras, la capacidad de ges-
tionar información, de analizar, de
razonar críticamente, de comunicar
de forma oral y escrita, así como
de negociar, conciliar y tomar de-
cisiones. También se considerarán
competencias genéricas aquellas re-
lacionadas con las habilidades que
los miembros de un equipo directi-
vo deben dominar para desempeñar
su puesto con eficacia y eficiencia, y
que incluyen la habilidad para orga-
nizar y gestionar un centro docente,
así como la capacidad para definir
planes estratégicos de mejora de la
calidad educativa. Las competencias
específicas estarán relacionadas con
el conjunto de conocimientos teóri-
cos y prácticos necesarios para po-
der ejercer las funciones propias de
los equipos directivos.
Viendo todo el desarrollo y evolución
que hemos vivido a lo largo de las di-
ferentes disposiciones legales que he-
mos tenido, todo apunta a que la fun-
ción directiva tenderá, cada vez más, a
reforzarse, consolidándose como una
de las labores primordiales dentro de la
enseñanza en nuestro país.
El papel de lasmujeres
Según los estudios de Díez, Terrón
y Anguita (2008) se pone de mani-
fiesto el porcentaje minoritario de
mujeres que acceden a las funcio-
nes de dirección de los centros edu-
cativos no universitarios. Las cau-
sas que dichos autores señalan para
justificar estos bajos índices son,
entre otras: la costumbre social, la
cual defiende el mantenimiento de
unos roles tradicionales, por lo que
el hombre puede desarrollar sus
funciones ante lo público y la mujer
en lo privado, las tareas domésticas;
la dificultad de compatibilizar la vida
familiar y profesional; y la tradicio-
nal definición masculina del poder,
así como el hecho de que los rasgos
asociados al género masculino se
han emparejado siempre más con
un modelo de dirección y liderazgo
de hombres que de mujeres.
En líneas parecidas cabe destacar
que es muy probable que las muje-
res no accedan a puestos de trabajo
de estos calibres debido a las expec-
tativas proyectadas sobre ellas, ya
que la sociedad en su conjunto sue-
le tener una predisposición inferior
sobre éstas, especialmente cuando
asumen cargos de responsabilidad,
de tal modo que cualquier error que
cometan se atribuye a factores per-
sonales, los cuales refuerzan la idea
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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO II - Nº 8 - ENERO 2018