del trabajo, para cuyo cumplimiento
regulará las actuaciones a desarro-
llar por las Administraciones públi-
cas, así como por los empresarios,
los trabajadores y sus respectivas
organizaciones representativas.
Riesgos laborales en el
ámbito educativo
La profesión docente, lejos de lo
que pueda considerarse a simple
vista, está sometida a continuos
riesgos que, si bien no son como
aquellos bajo los que se encuentran
profesiones de sectores más peli-
grosos como la agricultura o cons-
trucción, no dejan de ser igualmen-
te importantes.
A modo de ejemplo, podemos
citar como factores de riesgo de la
profesión docente:
• Caídas al mismo nivel.
• Caídas a distinto nivel.
• Choques y golpes.
• Sobreesfuerzos físicos y tras-
tornos músculo-esqueléticos:
muchas horas de pie, muchas
horas sentado, agacharse de-
masiadas veces, etc.
• Problemas vocales: ronquera,
afonía, nódulos en las cuerdas
vocales, etc.
• Problemas de visión, derivados
de la mala iluminación, el uso de
ordenador…
• Ansiedad y estrés, debido al ex-
cesivo número de alumnos por
aula, a la mala coordinación en-
tre profesores, por la presión de
los familiares, etc. Que se tradu-
ce en síndromes tales como el
Burn-out.
• Problemas psicológicos causa-
dos por el trato hostil recibido
por parte de los alumnos, como
el mobbing.
Plan de Prevención de
Riesgos Laborales
Por estos y otros muchos facto-
res, destacamos la importancia, y
a la vez obligación, de contar en el
centro con un Plan de Prevención
de Riesgos Laborales, el cual ha
de ser integrado en el sistema de
gestión del centro educativo, tal y
como marca la citada Ley de PRL
31/1995 en su artículo 16, afirman-
do que la prevención de riesgos
laborales deberá integrarse en el
sistema general de gestión de la
empresa, tanto en el conjunto de
sus actividades como en todos los
niveles jerárquicos.
Con el fin de realizar un Plan de
Prevención satisfactorio para apli-
car en la escuela se debe realizar,
previamente, una evaluación de los
riesgos que presenta el centro es-
colar, amén de una planificación de
la actividad preventiva, mecanizada
por medio de una serie de medidas
que nos ayuden a eliminar los peli-
gros que amenacen en el entorno
educativo.
En la misma línea, el Real Decreto
393/2007, de 23 de marzo, por el
que se aprueba la Norma Básica de
Autoprotección, establece la nece-
sidad de documentar las posibles
situaciones de emergencia con el
fin de aportar recursos humanos y
materiales para evitar, en la medida
de lo posible, que se produzcan da-
ños humanos y materiales.
Con este Manual de Autoprotec-
ción en las escuelas conseguire-
mos controlar en el mínimo tiempo
posible la emergencia evitando si-
tuaciones de pánico entre el alum-
nado y asegurar la correcta y rápida
evacuación de los niños y adultos
de las zonas afectadas.
A la hora de actuar ante un caso
de emergencia, este manual con-
templa las acciones a tener en
cuenta, atribuyéndoles un respon-
sable directo:
• Jefe de emergencia: dirigir,
coordinar y evaluar las necesi-
dades.
• Equipo de primera intervención
(bomberos): combatir fuego.
• Equipo de primeros auxilios: so-
correr a los heridos.
• Centro de control de emergen-
cia: comunicar con el exterior
e interior con los equipos y dar
alarma de lo ocurrido.
• Resto del personal: salir orde-
nadamente, dando prioridad al
alumnado y colaborar con el
resto de compañeros siguiendo
las instrucciones del jefe.
Este plan de actuación ha de dar-
se a conocer a toda la comunidad
educativa con el fin de ponerlo en
práctica a través de simulacros que
permitan interiorizar qué hacer en
caso de emergencia.
Participación de la
Comunidad Educativa
Para conseguir todo lo anterior
e implantar un sistema de gestión
de la prevención beneficioso en el
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AÑO II - Nº 7 - NOVIEMBRE 2017