19
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO I - Nº 4 - ABRIL 2017
ANA MARTÍNEZ GUERRERO
• Licenciada en Bellas Artes
• Máster en Producción e
Investigación en Arte
• Máster en Formación del
Profesorado
Diseño Universal de
Aprendizaje
Un instrumento por y para la
inclusión educativa
¿Y si procediéramos al establecimiento de unos métodos generales para
atender a todo el alumnado? ¿Y si dejáramos de lado las meras intervenciones
educativas destinadas a solventar los problemas de los estudiantes con
disfunciones y estableciéramos un currículo universal e ideal para todos, tanto
para aquellos que presentan necesidades específicas de apoyo educativo
como para los que no? ¿Sería esto realmente viable?
C
ada uno de nosotros somos
distintos, únicos, especia-
les… la diversidad es una
particularidad intrínseca de la hu-
manidad. Pensamos, sentimos,
actuamos y aprendemos de mane-
ra diferente y particular al resto. Si
referimos esta multiplicidad al ám-
bito educativo, no podemos preten-
der que todos los alumnos apren-
dan de igual forma, con métodos,
técnicas y recursos análogos. No
hay un zapato ni un traje que sirva
a todas las personas, que les gus-
te a todas o que les siente igual de
bien. De la misma manera, en algo
tan relevante y complejo como es la
educación, no se puede pretender
que todos los alumnos aprendan lo
mismo, a la vez, de la misma mane-
ra y con los mismos métodos y re-
cursos. En la base de la educación
para todos está el reconocimiento
de las diferencias entre los estu-
diantes, en su forma de aprender,
en su forma de percibir y procesar
la información, de relacionarse con
la información y el entorno, en sus
intereses y preferencias, sentimien-
tos, habilidades sociales, etc. (Pas-
tor, 2012).
Debido a que somos esencial-
mente diversos contamos con lo
que conocemos como las medidas
de atención a la diversidad, las cua-
les aplicamos de una u otra forma
para conseguir responder a las ne-
cesidades educativas concretas de
cada alumno. Sin embargo, estas
medidas, en ciertos casos, pueden
ser consideradas como una discri-
minación de ese alumnado en par-
ticular con respecto al grupo-clase
en su totalidad. Tal y como apuntan
Rose y Meyer (2002) las barreras
para el aprendizaje no son, a priori,
inherentes a las capacidades de los
estudiantes, sino que surgen de su
interacción con métodos y materia-
les inflexibles.
Ahora bien, cabría la posibilidad
de replantear otro tipo de atención
a la diversidad que se centrara en
la uniformidad de métodos y re-
cursos, por paradójico que resulte,
en lugar de la diversificación de
los mismos. Tal opción se conoce
como Diseño Universal de Apren-
dizaje (DUA). No todos aprende-
mos de la misma forma ni, como
decimos, a todos nos son útiles los
mismos recursos y métodos, pero
si se diseñaran técnicas desde una
perspectiva comprensiva del apren-
dizaje, tal vez, pudieran encontrarse
formas flexibles que proporcionar a
todos los alumnos para que estos
dominen no ya solamente el conoci-
miento, sino el propio aprendizaje.
La garantía de una educación que
ofrezca igualdad de oportunidades
para el completo crecimiento del
alumno, la equidad, la inclusión, la
mejora… en cuanto a accesibilidad,
es una cuestión que atañe a la so-
ciedad en general y a los miembros
de la comunidad educativa en par-
ticular.
Educación inclusiva y
educación integral
Antes de centrarnos en el Diseño
Universal de Aprendizaje sería nece-
sario mostrar una aclaración respec-
to a lo que consideramos como Edu-
cación Inclusiva y Educación integral.