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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO I - Nº 3 - FEBRERO 2017
sobre todo las que tienen que ver con
nuestras relaciones con los demás. Es
decir, aglutina en la inteligencia emo-
cional la fluctuación de cinco compe-
tencias principales: El conocimiento
de las propias emociones, la capa-
cidad de controlar las emociones, la
capacidad de motivarse a uno mismo,
el reconocimiento de las emociones
ajenas y el control de las relaciones.
No todas las personas manifiestan
el mismo grado de pericia en cada
uno de estos dominios. Hay quienes
son sumamente diestros en gobernar
su propia ansiedad, por ejemplo, pero
en cambio, son relativamente ineptos
cuando se trata de apaciguar los tras-
tornos emocionales ajenos. Si bien el
sustrato de nuestra pericia al respecto
tiene un origen neurológico, el cere-
bro es asombrosamente plástico y se
halla sometido a un continuo proceso
de aprendizaje. Las lagunas en la ha-
bilidad emocional pueden remediarse
y, en términos generales, cada uno de
estos dominios representa un conjun-
to de hábitos y de reacciones que, con
el esfuerzo adecuado, pueden llegar a
mejorarse (Goleman, 1996).
Relación entre
resiliencia e inteligencia
emocional
Aunque hayamos ofrecido definicio-
nes para la resiliencia y la inteligencia
emocional, bien es cierto que tienen
lugar polémicas relacionadas con la
definición de ambos constructos, los
modos de concebirse y, en efecto, so-
bre los métodos que permitan realizar
mediciones y operar en la práctica real
(Molero, Saiz y Esteban, 1998).
Aun así, la mayor parte de los au-
tores hasta el momento plantean que
la inteligencia emocional cumple un
papel decisivo en el desarrollo de las
destrezas emocionales y sociales,
siendo este un factor crucial para el
aprendizaje y la adaptación en la es-
cuela (Mestre, Guil, Segovia, Gil-Olar-
te y Núñez Vázquez, 2007). Asimis-
mo, sostienen que los programas de
inteligencia emocional ejercen una
influencia favorable en los logros aca-
démicos y en el desarrollo del proceso
de enseñanza-aprendizaje, tal como
sucede con los programas de pro-
moción de la resiliencia (Mestre, Guil,
Segovia, Gil-Olarte y Núñez Vázquez,
2007).
Una de las claves de la relación en-
tre inteligencia emocional y resiliencia
radica en el hecho de que los eventos
estresantes tienen inherentemente
un elevado contenido emocional. Por
este motivo, la capacidad de las per-
sonas para regular las emociones es
un factor críticamente importante en
la determinación de la resiliencia (Troy
y Mauss, 2011). Las investigaciones
que han tratado cuantitativamente los
constructos de resiliencia e inteligen-
cia emocional (abarcando distintos
instrumentos de medición) reconocen
que se relacionan significativa y posi-
tivamente. Estas relaciones significati-
vas tienen lugar en distintos contextos
territoriales y unidades de análisis y
estas relaciones significativas entre
ambos constructos se presentan de
manera bidireccional y siempre acom-
pañadas de otros procesos, según se
representa en la siguiente figura.
Los resultados de los estudios re-
visados indican que las personas con
altos niveles de inteligencia emocio-
nal muestran mayores factores de
protección personales, familiares y
fuentes de resiliencia. En todas las in-
vestigaciones se registran asociacio-
nes positivas entre las puntuaciones
de inteligencia emocional, medida a
través de autoinformes, y el grado
de resiliencia de las personas (Brod-
kin y Coleman, 1996; Joseph, 1994;
Tusaie y Dyer, 2004; Wang, Haertel
y Walberg, 1997). Enfáticamente, se
reconoce la existencia de asociacio-
nes significativas y positivas entre
inteligencia emocional y resiliencia, en
tanto los individuos más inteligentes
emocionalmente poseen la habilidad
para convertir emociones negativas
en desarrollo positivo ante hechos
adversos.
En la totalidad de esos estudios
se señala la importancia de desarro-
llar habilidades emocionales en el
aula, integrando este aspecto junto
a otras variables personales y socia-
les que han mostrado una asociación
Figura 1
Esquematización de las relaciones entre inteligencia
emocional y resiliencia