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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 13 - MARZO 2019
• Utilización de recursos adicio-
nales como personal de apoyo o
especialistas (médico-psiquiatra
de los servicios de salud mental,
cuidadores, equipo de orienta-
ción educativa psicopedagógica
y especialista en pedagogía tera-
péutica y/o audición y lenguaje),
todo ello reflejado en el proyecto
educativo de centro.
• El entorno del centro debe de es-
tar adaptado a las características
del niño creando un ambiente cui-
dado y agradable con materiales
adecuados y motivadores para el
alumno.
• Teniendo en cuenta la vía median-
te la cual el niño se comunica, se
podrá llevar a cabo una comuni-
cación aumentativa y alternativa,
desarrollando las competencias
comunicativas.
• Según Rivière (2001), también es
necesario hacer ciertas adaptacio-
nes en el proceso de enseñanza,
entre otras:
• Desarrollar destrezas de
aprendizaje como pueden ser
la imitación, la observación, la
identificación, etc.
• Reducir conductas negativas
que puedan producir autoagre-
siones, actitudes destructivas,
agresiones a otras personas,
posibilitando una convivencia
mucho más adecuada con su
propio entorno.
• Disminuir el “fondo de ruido”
cognitivo que hace que la per-
sona autista se aísle y sufra.
• Menguar las experiencias
emocionales negativas como
miedo, terror, frustración, an-
siedad… para conseguir emo-
ciones positivas.
• Conseguir que el alumno de-
sarrolle competencias de auto-
cuidado, autonomía personal
para que no se convierta en
una persona dependiente de
otras pudiendo llegar a sentir-
se una persona eficiente.
• Desarrollar en el alumno acti-
tudes no repetitivas como pue-
de ser las rutinas y atenuar las
conductas obsesivas y com-
pulsivas.
• Adaptaciones en la evaluación,
consistiendo en evaluar el apren-
dizaje del alumno utilizando dife-
rentes instrumentos y siempre a
través de registros, cuestionarios
y Escalas de Desarrollo y del Es-
pectro Autista.
Adaptaciones a nivel
de aula
Basándonos sobre todo en hábitos
de autonomía y comunicación-so-
cialización, seguiremos las indica-
ciones de Delgado y otros (1990),
entre las cuales destacamos:
• Mantener siempre el contacto
ocular, favoreciendo así la expre-
sión socio-emocional.
• Tareas que enseñen la diversidad
de todas las personas.
• Realizar sobre todo actividades
de tipo visual pudiendo ofrecer al
alumno distintos objetos y mate-
riales (vídeos, fotos, revistas…).
Otro aspecto importante según
Arnáiz (1995) será el estilo docente
a llevar a cabo, entre ellos recalca-
mos:
• Adecuar el espacio físico al nivel
atencional del niño, estructuran-
do un ambiente de estimulación
apropiado y con aprendizajes fun-
cionales.
• Utilizar refuerzos que favorezcan
el desarrollo social del alumno.
• Favorecer que el alumno realice
de forma autónoma las conductas
aprendidas.
• Evitar las improvisaciones propias
y ajenas, desarrollando técnicas
de autocontrol y autoayuda.
Otra medida que se puede llevar a
cabo con los alumnos con TEA es el
programa de Tratamiento y Educa-
ción de niños con Autismo y otros
problemas de comunicación (TE-
ACCH), es idóneo para trabajar dia-
riamente con los alumnos y se basa
sobre todo en la estructura y ayudas
visuales, centrando en desarrollar
el trabajo autónomo del alumnado
(adaptación óptima, colaboración
entre padres y profesorado, ase-
soramiento, diagnóstico temprano,
etc.).
Adaptaciones
curriculares
individuales (ACI)
En este tipo de adaptaciones hay
que tener en cuenta:
• Utilización de indicadores senci-
llos en el aula que favorezcan la