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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 13 - MARZO 2019
con “dormir”, “un largo viaje” o “te
está viendo”, ya que esto les puede
causar confusión. Por otro lado, es
muy importante no utilizar el miedo
a los muertos, ni la muerte como
algo que sucederá próximamente,
ya que no se trata de asustar bajo
ningún concepto.
Las dudas más frecuentes en los
niños suelen ser:
qué es la muer-
te
(a lo que puede contestarse que
es la parada total del cuerpo, para
no crearle confusiones),
por qué la
gente tiene que morir
(porque todo
el mundo que nace debe morir para
que otros seres puedan nacer tam-
bién),
y adónde va la gente que se
muere
(por ejemplo, no lo sé, pues
no todas las preguntas han de tener
respuestas).
Otro aspecto que resaltar es que
no es necesario que nos afecte o
suframos en primera persona una
pérdida de una persona querida,
sino que hay diferentes momentos
en los que podremos tratarlo. Puede
ser, por ejemplo, a raíz de la muerte
de una mascota, visita a un cemen-
terio (como la celebración del Día de
los Santos), una planta de la que se
ha cuidado en clase, etc.
Una cuestión muy importante y
que merece especial mención es
que el tema de la muerte se encuen-
tra íntimamente relacionado con los
sentimientos
, por lo que no pode-
mos olvidarlos ni esconderlos a los
niños. Debemos tener presente que
la pedagogía de la muerte no pre-
tende eliminar el dolor, sino asumir-
lo como una parte más de nuestra
existencia.
Ahora bien, la muerte se encuen-
tra vinculada a unas causas especí-
ficas, las cuales han de conocerse
para que los niños no caigan en el
error de relacionarla con aspectos
equivocados o puedan sentirse cul-
pables porque crean que algo hicie-
ron mal.
Worden (1997) indica que pode-
mos abordar la muerte en el aula
bajo cuatro propuestas:
• Reconociendo la pérdida y que
esa persona ya no volverá.
• Trabajando las emociones y el do-
lor, adoptando nuevos roles tras
el fallecimiento, para lo cual no
hay una única respuesta desde el
aula.
• Manteniéndonos a la disposición
del alumno.
• Y, por último, ayudar a que en-
cuentren un lugar para el fallecido
en su vida emocional y que pue-
dan seguir con su vida.
Para poder llevar a cabo las pro-
puestas de Worden en el aula de
Educación Infantil, así como las
anteriormente mencionadas, uno
de los mejores medios es mediante
los cuentos, tal y como defienden
autores como Vara (2016), Colomo
(2016) y Selfa, Fraga, y Berengué
(2015).
Los cuentos como
herramienta
Para Vara (2016),
los cuentos son
considerados como la herramienta
más idónea a la hora de tratar el
tema
, incluso hay diversos estudios
que lo avalan, como el de Rodrí-
guez y Goyarrola (2012). Además,
concretamente el álbum ilustrado
ofrece muchas posibilidades de ex-
presión oral e imaginativa.
Poder leer y hablar sobre lo que
se lee o cuentan (para menores que
no han adquirido el hábito), es un
método más que eficaz para afron-
tar acontecimientos significativos
como es el tema que abordamos
(Short, 2011).
Algunos de los títulos recomenda-
dos son: