47
ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 12 - DICIEMBRE 2018
adecuadas para el desarrollo eco-
nómico de la sociedad, dejando a
un lado el aspecto social. De esta
manera, la educación vuelve al mo-
delo fordista, “
donde el individuo
es considerado como un sujeto que
va adquiriendo conocimientos para
ser de utilidad en la sociedad
” (Her-
gueta 2017).
Desafíos de la
pedagogía
Tomando como referencia estas
premisas, es necesario considerar
una serie de desafíos de la pedago-
gía como punto de partida para la
formación de la ciudadanía actual.
El primer desafío de la pedagogía
establecido por Bauman se centra
en un tipo de conocimiento listo
para ser utilizado de inmediato y,
sucesivamente, para su inmedia-
ta eliminación. El segundo desafío
alude a “
la naturaleza excéntrica y
esencialmente imprevisible de los
cambios contemporáneos, lo cual
refuerza el primer desafío
” (Por-
cheddu 2007).
En relación a esto, Bauman hace
referencia a la
ciudad invisible
descrita por Italo Calvino, donde
“
más que las cosas que cada día
son fabricadas, vendidas, compra-
das, la opulencia de Leonia se mide
por aquellas cosas que cada día son
desechadas para hacer lugar a las
cosas nuevas
” (Porcheddu, 2007,
p. 8). Es decir, en la sociedad ac-
tual el conocimiento solamente es
retenido mientras es útil. Una vez
que éste se vuelve inservible, rápi-
damente es desechado para dejar
espacio a conocimiento nuevo que
permita la adaptación del individuo
a las nuevas demandas laborales y
sociales.
De esta manera, el conocimien-
to se convierte en algo parecido a
una mercancía, lo que presupone
la obsolescencia de la misma y, por
consiguiente, una renovación cons-
tante y permanente que se ajuste a
las demandas sociales.
Rol del docente y
estrategias educativas
Partiendo de esta perspectiva, los
docentes deben implicarse en el
desarrollo de un proceso educativo
de calidad que potencie el sentido
crítico en los alumnos. Actualmen-
te, se prioriza el desarrollo integral
de personas que sean capaces de
resolver problemas sociales de ma-
nera autónoma, evitando reproducir
modelos conductuales. Se prioriza
el desarrollo de capacidades que
permitan dar respuestas adecuadas
y actualizadas a las nuevas deman-
das de la cambiante actualidad.
Por lo tanto, estas premisas ha-
cen inviable el
aprendizaje tercia-
rio
3
establecido por Gregory Bate-
son, el cual respondería al modelo
de aprendizaje vertical basado en la
clase magistral donde no se tienen
en cuenta las motivaciones de los
educandos, sino un currículo está-
tico e inflexible.
El antónimo de este concepto
es el
deutero-aprendizaje
4
, nue-
vamente acuñado por Bateson,
respondiendo a la metodología de
educación horizontal, que permite
el desarrollo de la competencia de
3 El concepto de “aprendizaje terciario” expuesto por Bateson alude a la transmisión de conocimiento de manera unilateral, siguiendo una metodología
basada en la clase magistral, donde se siguen las directrices de un currículo cerrado, siendo considerado el alumnado como receptor pasivo de la informa-
ción. De esta manera, el proceso educativo no responde al principio de significatividad, ya que los conceptos no son interiorizados de manera significativa
por los alumnos, sino memorizados de manera mecánica, por lo que “
no deja fundamentos sólidos para poder construir conocimiento
” (Porcheddu, 2007).
4 El concepto de “deutero-aprendizaje” establecido por Bateson hace referencia a la capacidad del sujeto para “aprender a aprender”, adquiriendo un
aprendizaje significativo que les permita establecer las bases para adquirir y enriquecer nuevos conocimientos de manera autónoma y globalizada. Esta
dimensión del aprendizaje favorecerá el crecimiento y maduración del alumno, pues le permitirá adquirir una mayor autonomía personal, adquiriendo
confianza y seguridad en sus propias capacidades, de manera que cuente con la habilidad adecuada para hacer uso de sus competencias personales para
responder de manera efectiva a las diversas circunstancias de la sociedad actual.