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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO III - Nº 9 - ABRIL 2018
produciendo una mayor relajación
y bienestar sobre las personas
Además, las
asanas
(posturas)
estimulan y activan músculos, ór-
ganos, glándulas y articulaciones.
Es decir, tiene grandes beneficios
físicos. Hay que añadir, además, lo
beneficioso que puede llegar a ser
el yoga para combatir problemas
de sueño, ansiedad, concentración
y atención.
Podemos por tanto afirmar que
el yoga, como instrumento para
adquirir una mayor consciencia
de nuestro cuerpo y mente, puede
ser una valiosísima herramienta
que ayudaría a reducir el estrés y
mejoraría la salud y bienestar tanto
físico como mental y emocional de
los estudiantes en todas las etapas
educativas, ayudándolos a obtener
mayor:
• Relajación
• Tolerancia al estrés
• Autodisciplina
• Conocimiento y respeto del cuerpo
• Conciencia o inteligencia emocional
• Desarrollo físico
• Calidad en el sueño
• Herramientas para enfrentarse a
problemas o dificultades
• Habilidades sociales
• Estado de salud
¿Por dónde debe
comenzarse?
Todo parte de la
formación
. Es
decir, yo no seré capaz de enseñar
yoga a mis alumnos si realmente
nunca lo he practicado. Cualquier
docente o centro educativo inte-
resado en introducir el yoga debe
comenzar por experimentarlo y ob-
servar qué le reporta la práctica del
yoga. Como hemos dicho, el yoga
es una experiencia de interioriza-
ción. Es adentrarse en uno mismo
e ir observando lo que acontece.
Algo, a priori fácil, pero que al prac-
ticarlo vamos descubriendo que no
lo es tanto, ya que requiere esfuer-
zo, paciencia, y sobre todo, mucho
tesón y constancia.
Así pues, primero debemos des-
cubrir qué es el yoga por nosotros
mismos. Es la única manera de es-
tar plenamente convencidos de lo
que puede aportarnos para saber
qué podrá aportar a nuestros alum-
nos.
Ahora bien, hablábamos anterior-
mente del estrés y de la necesidad
por parte de los docentes de encon-
trar herramientas para superarlo,
calmar la mente y mejorar nuestro
cuerpo, llenándonos de energía.
Compartir una clase de yoga como
rutina diaria dentro del horario lec-
tivo podría ser extremadamente be-
neficioso para los docentes, ya que
ayudaría a conseguir todos estos
objetivos.
En grandes empresas y multi-
nacionales de todo el mundo se
incorporan herramientas como el
yoga para sus empleados ya que
se ha comprobado que el bienestar
de éstos está estrechamente rela-
cionado con una mayor efectividad
en el trabajo. Así pues, ¿por qué
no plantear la introducción de es-
tas herramientas para los docentes
desde la Administración?
Como docentes podemos plantear
nuestro deseo de formarnos en esta
práctica, proponiendo, por ejemplo,
clases de yoga para los docentes
a
nivel de centro,
talleres de forma-
ción
en horario lectivo o no lectivo,
etc. Esto siempre vendrá supeditado
por la comunidad donde ejerzamos
como docentes y por la inquietud
real de los docentes o del centro que
propone esta formación.
En el caso de que encontremos di-
ficultades por parte del centro para
llevar a cabo esta formación, siem-
pre podremos buscarla a nivel más
personal.
Quizás más adelante, esta práctica
ya podrá realizarse de una manera
más autónoma. Existen numerosos
libros que podrán orientarnos en
cuanto a
asanas
y ejercicios de
pra-
nayama
más adecuados.
Ahora bien, una vez que tenemos
esa experiencia personal del yoga y
mantenemos esa intención real de
usarlo con nuestros alumnos, nos
plantearemos en qué momentos po-
dremos llevarlo a cabo. En este sen-
tido, es importante ser conscientes
de la implicación por nuestra parte
de expandir esta bella práctica con
los demás.
En otras palabras, si no nos sen-
timos preparados o suficientemente
implicados para poder incorporar el
yoga en nuestras clases, la inclusión
del yoga puede venir dada de una
manera totalmente natural e igual-
mente beneficiosa como
actividad
extraescolar
. Esto ya viene siendo
más habitual en algunos colegios e
institutos españoles.
Aquí sería importante buscar a
personas bien formadas que pue-