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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 13 - MARZO 2019
citar algunas estrategias factibles,
mostrando así que realmente es
posible su aplicación en esta etapa.
Para ello, Pujolàs (2008) establece
tres ámbitos de intervención, muy
relacionados entre sí:
la cohesión
del grupo, trabajo cooperativo
como recurso para enseñar, y el
trabajo en equipo como contenido
a enseñar.
• Cohesión del grupo
La cohesión del grupo es un as-
pecto esencial, aunque no único
para llevar a cabo estrategias coo-
perativas en el aula. Pujòlas (2008)
mantiene la idea de que el alumno
ha de sentir que forma parte de una
comunidad educativa para tomar
conciencia de grupo, resaltando
también la importancia de las re-
laciones que se establezcan entre
el profesorado y el alumnado. Los
ejemplos de estrategias que se van
a plantear a continuación preten-
den, por tanto, que se favorezcan
las relaciones interpersonales entre
los alumnos, y que éstos conozcan
la importancia del trabajo en equi-
po y la cooperación por medio de
simples dinámicas. A continuación
citamos algunas (Juan et al., 2010).
La pelota
Permite que los alumnos conoz-
can los nombres de sus compa-
ñeros los primeros días de clase.
Para ello, se dibuja un círculo
en el suelo y, uno de los alum-
nos, manteniendo la pelota en la
mano, menciona su nombre y el
del compañero al que se la va a
pasar (“Me llamo Ana y paso la
pelota a Jesús”). El compañero
que ha sido nombrado se mete
dentro del círculo y continúa el
juego. La actividad culmina cuan-
do todos los alumnos se encuen-
tren dentro del círculo.
La maleta
Consiste en que cada día, uno de
los alumnos traiga al aula dentro
de una maleta tres objetos que
representen sus aficiones, para
conocerse entre ellos y descubrir
aficiones en común. Los demás
alumnos pueden realizar pregun-
tas cuando uno de los alumnos
presente sus objetos.
La telaraña
Se colocan todos los alumnos
junto al docente, que sostiene un
ovillo de lana. El profesor men-
ciona su nombre y uno de los
rasgos que definen su persona-
lidad, y lanza el ovillo a uno de
los alumnos sosteniendo uno de
los extremos de éste. El procedi-
miento continúa entre los alum-
nos creándose una telaraña, que
simboliza que todos ellos son
importantes, y que si uno lo suel-
ta todo se deshace, puesto que
la colaboración de cada uno de
ellos es necesaria.
Trabajo cooperativo
como recurso a
enseñar.
El segundo ámbito de interven-
ción se puede aplicar una vez que
todo el grupo-clase está mínima-
mente preparado para aprender
juntos (cohesión y colaboración)
y para ayudarse mutuamente a
aprender (cooperación) (Pastó,
2015).
En este punto, la formación de
equipos se tendrá en cuenta en
todo momento, procurando la for-
mación de agrupaciones hetero-
géneas, componiéndose así cada
grupo tanto por alumnos capaces
de dar ayuda, como por los más ne-
cesitados de ella, junto con el resto
de estudiantes del grupo.
Algunas estructuras sencillas
de aprendizaje cooperativo que se
pueden aplicar en este ámbito son:
Folio giratorio
Esta dinámica puede ser aplicada
en los diferentes niveles de Edu-
cación Infantil, ya que la dificultad
de la misma puede ser modifica-
da en función de las necesidades
y maduración del alumnado. El
maestro encargará a los alumnos
una tarea como la redacción de
un cuento, una frase o palabras
sobre un mismo tema. Comienza
escribiendo uno de los compo-
nentes del equipo y, cuando ha
terminado, se lo pasa al compa-
ñero de al lado que ha de conti-
nuar con la tarea encomendada.
Los alumnos cooperan entre sí,
ya que el resultado final depende
de las aportaciones de cada uno
de ellos (Juan et al., 2010).
Lápices al centro
En esta téncnica, los alumnos
tendrán que hacer tantas tareas
como miembros haya en el equi-
po. Uno de los alumnos leerá a
los integrantes de su equipo la
tarea a realizar, permaneciendo
todos los lápices en el centro
de la mesa. Una vez hecho esto,
cada grupo se pondrá de acuer-
do para dar solución al problema
planteado (Breto y Gracia, 2008).