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AÑO II - Nº 5 - JUNIO 2017
bilidad específica que se pretende
medir y el método empleado para
dicho fin en concreto.
Así mismo, junto a los principa-
les métodos de evaluación de los
aprendizajes, la tarea evaluadora
deberá incluir en sí misma el ejer-
cicio de autoevaluación, tanto del
profesorado como del alumnado,
con el fin de llevar a cabo un se-
guimiento óptimo del proceso de
enseñanza y el proceso de apren-
dizaje.
Con la finalidad de explorar y
mejorar la propia tarea docente
es necesario realizar una adecua-
da autoevaluación de la labor del
profesorado con el objetivo de re-
conocer las fortalezas y debilidades
presentes en su práctica educativa,
así como para prevenir e interve-
nir ante posibles adversidades. A
su vez, para que los estudiantes
obtengan éxito académico es ne-
cesario que conozcan las pautas
intelectuales y motivacionales que
intervienen en su propio proceso
de aprendizaje.
Con la finalidad de identificar las
dificultades más frecuentes en los
hábitos de estudio de los alumnos
y poner en marcha los objetivos
de intervención más adecuados
en cada caso, sería conveniente
la aplicación de la taxonomía de
Bloom y la preparación de diferen-
tes tareas para cada uno de los dis-
tintos estadios.
• Prats, J. (2001).
Enseñar
Historia: notas para una
didáctica renovadora.
Mérida:
Consejería de Educación,
Ciencia y Tecnología.
•
http://eduteka.orgReferencias
Bibliográficas
Cómo citar:
García Moreno, David
(2017, Junio). La evaluación en el proceso
educativo: Métodos para el seguimiento de
los aprendizajes.
Campus Educación Re-
vista Digital Docente
, Nº5, p. 11-13. Dispo-
nible en:
https://www.campuseducacion.
com/revista-digital-docente/numeros/5/