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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 14 - JUNIO 2019
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La observación en el aula y el registro anecdótico pueden servirnos como guía para detectar las inteligencias más predominantes, así como las menos activas.
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Un buen recurso es la planificación de las sesiones y el uso de diferentes materiales que ayuden a superar las actividades propuestas.
empatizar, establecer vínculos e
interactuar.
3. Inteligencia intrapersonal:
ta-
lento para conocer los propios
sentimientos, pensamientos y
emociones, además de reflexio-
nar sobre ellos.
4. Inteligencia verbal o lingüística:
habilidad para comunicarse de
forma oral y escrita utilizando la
gestualidad o la escritura
5. Inteligencia lógico-matemática:
práctica para trabajar con núme-
ros, operaciones y con la resolu-
ción de problemas
6. Inteligencia musical:
potencial
para captar el ritmo, el tono y el
timbre; sensibilidad para expresar
a través de la música; talento para
tocar instrumentos y capacidad
para componer piezas musicales
7. Inteligencia visual-espacial:
fa-
cilidad para el espacio físico, para
las imágenes mentales y para el
sentido de la orientación.
8. Inteligencia cinética-corporal:
capacidad para expresar ideas y
sentimientos a través del propio
cuerpo.
Claves previas
El uso de esta teoría y su inclu-
sión en el ámbito escolar requiere
de la implantación de una serie de
estrategias metodológicas perso-
nalizadas
que nos ayuden a traba-
jar las diversas inteligencias con
cada alumno en particular. Para
ello, Flores (2015) nos ofrece los
siguientes consejos:
• Valorar las inteligencias
del grupo-clase.
En primer lugar, es importante
conocer las inteligencias que los
alumnos dominan y las que más
trabajan en su día a día. De esta
forma, conseguiremos incidir en
las que tienen más desarrolladas
y trabajar de forma específica las
que no conocen tanto
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.
• Diversificar los
contenidos y las
estrategias didácticas.
Por lo general, en las aulas se
suele observar una mayor contri-
bución al desarrollo de las inteli-
gencias verbal y visual-espacial,
por el uso natural del lenguaje y la
comunicación, y la forma de trans-
misión de contenidos, así como el
aprovechamiento de los espacios.
La idea es abrir nuevos horizontes y
potenciar el tratamiento de los con-
tenidos desde múltiples perspecti-
vas y en relación a variados puntos
de vista consiguiendo, así, enfocar
el aprendizaje en torno a las ocho
inteligencias
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.
• Innovar en las
metodologías.
Explorar y dar a conocer nuevas
propuestas metodológicas son la
clave del éxito para conseguir lo
que nos propongamos
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.
• Apostar por un
aprendizaje activo y real.
La mejor manera de integrar las
ocho inteligencias en el aula es
conseguir un aprendizaje significa-
tivo, adaptado a la vida de los alum-
nos y a sus entornos más cercanos.
Promover actividades, situaciones
o problemas reales en contextos
próximos a sus vidas diarias les
hace ser más partícipes de sus
conocimientos y trabajar de forma
implícita las inteligencias.
• Utilizar las Tecnologías
de la Comunicación y la
Información (TIC).
El hecho de dominar y usar en el
aula las tecnologías de la comuni-
cación y la información ofrece un
sinfín de ventajas. Por un lado,
permiten alcanzar la competencia
digital (tan necesaria en este siglo
XXI) y, por otro lado, nos ayudan a
plasmar de forma lúdica una multi-
tud de contenidos mediante herra-
mientas y soportes educativos muy
variados.
• Evaluar desde las
inteligenciasmúltiples.
Al igual que hacemos cuando eva-
luamos si los alumnos han alcanzado
o no los conocimientos requeridos,
podemos hacerlo con las inteligen-
cias. La mejor manera de evaluarlas
es plasmar (a lo largo del tiempo
disponible) diferentes actividades,
pruebas, ejercicios orales y escritos
que den suficientes oportunidades
como para conocer las inteligencias
desarrolladas por los alumnos y las
no alcanzadas hasta el momento.