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ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016
AÑO IV - Nº 13 - MARZO 2019
disfrutar de una vida normal, es
cuando se puede considerar dicha
dependencia como anómala.
En
esta línea, Castelló (2005) definió la
dependencia emocional como una
conducta persistente caracterizada
por la insatisfacción de necesidades
emocionales que se intentan cubrir
con otras personas de manera
des-
adaptativa.
Amor tóxico
De acuerdo con la neurociencia, el
amor puede considerarse como una
adicción, una adicción en la que la
ingesta de una droga es reemplazada
por una relación romántica o de pare-
ja (Peele, 1975).
Este tipo de amor consiste en un
estado de intoxicación
del cerebro
provocado por la continua produc-
ción de dopamina, luliberina y la oxi-
tocina, además de otras sustancias
hormonales y neurotransmisores
(Hernández, 2012).
Burunat (2007) sugirió que, de ma-
nera contraria al amor, las drogas de
abuso no requieren de la presencia
de dopamina para ejercer sus efectos
reforzantes. En cambio, la dopamina
está totalmente implicada en la gene-
ración de conductas orientadas a la
búsqueda del placer, del amor y de
los otros tres componentes reconoci-
dos del amor: la
intimidad
, la
pasión
y el
compromiso
. Como resultado, el
adolescente se centra obsesivamen-
te en el ser amado, creando un gran
sentimiento de empatía y llegando a
afirmar que moriría por éste si fuera
necesario.
En este sentido, Fisher (2006) de-
finió esta conducta como
intrusive
thinking
. Es interesante recalcar el
hecho de que esta dependencia suele
afectar más a las mujeres durante la
adolescencia, y a los hombres en la
adultez. Por tanto, es menos frecuen-
te encontrar casos de hombres en la
adolescencia y mujeres en la adultez
(Peabody, 2005).
Cabe señalar también que, cuando
esta conducta obsesiva es mutua, no
es considerada una obsesión patoló-
gica y no necesita de ningún tipo de
diagnóstico, puesto que hace feliz.
Amor utópico
El término opuesto a la dependen-
cia emocional se conoce con el nom-
bre de amor utópico. Espinar, Zych y
Rodríguez-Hidalgo (2015) definieron
el amor utópico como una
decisión
conjunta en la cual se unen pasión,
intimidad y compromiso, que enri-
quece a ambos individuos y conce-
de libertad propia a éstos para de-
cidir por sí mismos.
En este sentido,
podemos hablar de
autonomía
.
Etimológicamente, autonomía está
formado por “auto”, que significa
“por sí mismo”, y por “nomos”, que
es la sistematización de las leyes y
conocimientos de un área en concre-
to. Por consiguiente, según Fernán-
dez (2013), se opone a la noción de
heteronomía
, que se define como la
dependencia en fuerzas externas.
Aplicado al adolescente, este au-
tor también mostró que una de las
principales labores evolutivas del ser
humano es la de adquirir dependen-
cia respecto de sus padres y compa-
ñeros, para así poder convertirse en
adultos capaces de decidir y actuar
por sí mismos. A modo de conclu-
sión, podríamos decir que la autono-
mía emocional es el tipo de conducta
que caracteriza a las relaciones afec-
tivas consideradas sanas y normales.
La influencia de las
nuevas tecnologías
En los últimos años, el ciberespa-
cio se ha convertido en el escenario
en el cual los adolescentes socializan.
No solo conocen gente en el medio
virtual, sino que también lo emplean
para mantener dichas relaciones.
Siguiendo esta línea, Espinar et al.
(2015) describieron el asedio al que
se ve sometida nuestra sociedad ac-
tual, debido a los continuos cambios
tecnológicos, sociales, intelectuales
y económicos. Los autores citados
previamente también recalcaron la
situación paradójica en la que nos
encontramos, ya que
Internet na-
ció como fuente de información,
pero actualmente, su función como
fuente de interacción es más sig-
nificativa.
Se trata de una paradoja,
puesto que su función inicial era la de
facilitar la realización de ciertas tareas
que ahora resultan más complicadas
debido al manejo de las nuevas tec-
nologías. Es decir, se ha producido
un efecto contrario al deseado inicial-
mente.
Por otra parte, que
la gran mayo-
ría de adolescentes, por no decir
todos, posee una identidad en el
mundo virtual, la cual debe mante-
ner y actualizar constantemente, a
través de la publicación de fotos y
narraciones sobre sus vivencias.
En
verdad, la gran mayoría de los ado-
lescentes viajan, practican deportes