RDD-N36-Diciembre-2024

a conservar y a conocer mejor el pasado. La función simbólica de las obras de arte ayuda a la sociedad a conocer mejor de dónde viene y a guardar su patrimonio. Además, este historiador del arte defiende que las obras de arte tienen dos funciones, la primera sería el ser objeto de contemplación y la segunda ser objeto histórico. Estas funciones no se podrían dar al mismo tiempo, aunque la puesta en escena de una obra de forma singular permitiría, en cierta manera, conciliar tanto la perspectiva histórica del arte como la perspectiva estética. Otros expertos defienden que esto es algo que se debe de tener en cuenta por historiadores de arte y conservadores de museos, pero se podría ampliar también a los profesores, que tienen que ser capaces de integrar ambas funciones para que los alumnos aprendan de forma completa acerca de la Historia del Arte y de su capacidad de integrar tanto Historia como estética. Se hace necesario aclarar que la Historia del Arte no solo se ocupa del arte propiamente dicho, sino que también tiene otros propósitos y es una herramienta para la sociedad. Según Botton y Armstrong (2013) el arte se ocupa de mucho más: ayuda a la memoria ya que rememora la experiencia, trae esperanza ante la desesperación, también ayuda a dignificar el dolor, a reequilibrar nuestra naturaleza, conocernos a nosotros mismos, ampliar nuestra experiencia y conocer otras culturas, así como nos ayuda a recuperar la sensibilidad. Es por todo esto que tanto historiadores del arte como profesores han de aprender a enseñar esta materia de forma que los alumnos recuperen su sensibilidad, acercándolos a valores estéticos y logrando que se aproximen al arte con la convicción de que les va a enseñar una lección útil que les acompañará durante toda su vida. Es fácilmente reconocible que la Historia del Arte es mucho más que una simple materia “segundona”. Es una materia que ayuda a crecer en valores y conocimientos a los estudiantes, que les dota de una nueva perspectiva para afrontar su día a día, que enriquece su cultura y les ayuda a conocer el pasado y a entenderlo desde otra visión. En definitiva, su relevancia es muy superior a lo que se suele creer y no debe de ser relegada a un segundo plano, sino que merece ser tenida en consideración y ser conocida y admirada por todos. La Historia del Arte ayuda a conocer y comprender los sentimientos y los pensamientos, las realidades sociales y de género, la religión, las costumbres… sin ella, nuestro conocimiento del pasado estaría sesgado y no comprenderíamos ni conoceríamos muchas cosas que ahora sabemos gracias a esta disciplina. Si hay algo que nos resulta complicado a los seres humanos es el hecho de poder expresar con palabras todo aquello que sentimos. Esto es algo que dominan los artistas desde hace siglos, son capaces de expresar en una escultura, cuadro o canción aquello que sienten y, de esta manera, lo comparten con el resto de personas. Para Arnheim (1974), los humanos no somos capaces muchas veces de poner con palabras aquello que sentimos cuando vemos una obra de arte, ya que el lenguaje no expresa con exactitud lo que sentimos, aunque sí sirve para describir lo que percibimos (vemos, oímos…). Esto es algo que a la mayoría de seres humanos nos cuesta, porque no damos con la palabra que pueda describir con exactitud aquello que algo o alguien nos hace sentir. Winckelmann (2006) defendía esto mismo, que ninguna descripción sustituye a la obra que se describe, ya que no hay un lenguaje equivalente que pueda expresar fielmente lo que nuestros ojos ven. Por ello, la historia del arte tiene una gran relevancia, ya que tiene el cometido de describir a través de la escritura una obra artística. Para ello, se debe de hacer un estudio que se basa principalmente en una descripción con gran detalle. El trabajo del historiador del arte es el de analizar a través de la expresión lingüística las características de una obra para que pueda percibirlas el lector. Este es un trabajo complejo que requiere de muy buenas capacidades de observación, expresión y utilización del lenguaje. 6 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 36 - DICIEMBRE 2024

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