15 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 36 - DICIEMBRE 2024 de las Moras y a la psicopedagoga María Gil Olivas. A continuación, presentamos sus puntos de vista y recomendaciones, que han enriquecido significativamente nuestro enfoque y contribuyen a la profundidad y adecuación de este artículo. Por un lado, la psicóloga sanitaria y educativa Mamen Carballo de las Moras enfatiza la importancia de enfocar las conversaciones hacia la paz en lugar de los conflictos bélicos. Ella se basa en la observación de un periodista de guerra que, al escribir sobre la paz, concluyó que enfrentar y resolver problemas es más eficaz desde una perspectiva pacífica y consciente. La psicóloga argumenta que, en contextos de guerra como el de Palestina, aunque el conflicto sea predominante, es la paz la que realmente ayuda a sanar, superar el sufrimiento y fomentar el desarrollo personal y social. Según ella, la guerra es inherentemente destructiva, mientras que la paz proporciona una base sólida para la reconstrucción y el crecimiento. Para hacer comprensible la diferencia entre guerra y paz, Mamen propone un ejercicio práctico: reflexionar sobre las emociones asociadas a estas palabras. La palabra “guerra” evoca sensaciones negativas y destructivas, mientras que “paz” genera una sensación de calma y bienestar. Un ejemplo que sugiere es comparar cómo nos sentimos cuando discutimos con un amigo frente al alivio que experimentamos cuando hacemos las paces. Este contraste ayuda a destacar la importancia de promover la paz en lugar del conflicto, subrayando que la paz no solo previene la destrucción, sino que también crea un entorno propicio para el crecimiento y la prosperidad. Cuando se le preguntó sobre la manera más adecuada de explicar la guerra a un niño, Carballo de las Moras respondió: “Quizá le pondría un ejemplo concreto de algo que él conociera y hubiera vivido recientemente, como un conflicto con un compañero del colegio o un hermano. Primero le preguntaría para que me describiera ese conflicto, cómo se sintió y cómo terminó, si es que se solucionó. Una vez que tenga toda esta información, le explicaría que u n a guerra es similar a ese conflicto, pero entre personas adultas y con implicaciones que afectan a todo un país, incluyendo al gobierno. Para hacerlo más comprensible, podría usar símiles como dos vecinos en su barrio que discuten y se dejan de hablar cuando se ven en la calle. Creo que la mejor manera de que los niños comprendan conceptos complejos es relacionándolos con situaciones cotidianas que ya conocen.” Este enfoque, según Carballo de las Moras, facilita la comprensión al conectar la información con experiencias previas del niño. Por otro lado, la psicopedagoga María Gil Olivas ofrece varias recomendaciones clave sobre cómo abordar el tema de la guerra con los niños. En primer lugar, destaca que cualquier tema, incluida la guerra, puede ser tratado con los niños siempre que se adapte a su perspectiva. Es crucial presentar la información de manera que ellos puedan comprender, utilizando ejemplos y contextos familiares. La explicación debe ajustarse al nivel de desarrollo del niño y a su forma de ver el mundo, en lugar de adoptar una perspectiva adulta más compleja. En cuanto a la edad adecuada para introducir estos temas, María aclara que no existe una edad específica para hablar sobre la guerra. Más bien, el tema puede surgir según las circunstancias, como la llegada de un nuevo niño al colegio que proviene de una zona en conflicto, la pérdida de un familiar o una mascota, o incluso a través de cuentos. María sugiere que alrededor de los 5 años es una edad apropiada para empezar a introducir estos conceptos, ya que los niños en esta etapa están desarrollando una mayor capacidad para comprender temas complejos. En el contexto de la Educación Primaria, María propone profundizar en temas relacionados con la guerra de manera adecuada. Se pueden explicar las razones por las que surgen las guerras y utilizar juegos de mesa y dinámicas grupales para ilustrar estos conceptos. Por ejemplo, crear situaciones en las que un grupo tenga muchos recursos y otro nada, y discutir qué podrían hacer los gobiernos para mejorar estas desigualdades. A través de estas actividades, se pueden abordar temas como el dinero, la desigualdad racial y de género de una manera accesible para los niños. María también resalta los beneficios de que los niños comprendan la guerra, sus consecuencias y repercusiones. Este conocimiento les ayuda a desarrollar una mayor conciencia social y una comprensión más profunda
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