RDD-N35-Septiembre-2024

La coordinación de la comunidad escolar y los agentes externos Es vital y necesario mantener una unión y cooperación entre todos los miembros de la comunidad educativa mediante líneas de coordinación que permitan, a través de la observación del escolar y su progresión en las distintas instancias, determinar cuál es la evolución del alumno y compartir las mismas orientaciones. De esta manera, no crearemos confusión al niño ni perjudicaremos su desarrollo emocional. También se establecerán líneas de comunicación para mediar entre los familiares del estudiante y agentes externos, como asociaciones, servicios sanitarios y sociales, que nos proporcionan un soporte técnico y concreto en áreas como la psicología y la psiquiatría, que están en continuo contacto con la enseñanza. Ambas vertientes nos aportarán una visión psíquica y médica si el proceso del duelo se complica. Existen una serie de conceptos que debemos abordar con el alumnado, tanto en el ámbito educativo como en otras áreas que se coordinan con la escuela, para lograr una respuesta adecuada a su realidad y que les permita crecer y afrontar todo tipo de situaciones mediante el desarrollo de capacidades como la resiliencia. Es fundamental aprovechar las ocasiones que se presenten de manera natural, como en un cuento, una película o junto a una mascota, antes de tratar un duelo por una muerte dolorosa y repentina. Es muy conveniente trabajar dichas nociones previamente, porque lejos de traumatizar al niño, le permite reflexionar, entender y procesar ese conocimiento, siempre tratando la temática con delicadeza, sensibilidad y respetando su desarrollo. En muchas ocasiones, son los propios escolares quienes solicitan información, y debemos aprovechar esos momentos de curiosidad para, desde la coordinación escolar y los diferentes ámbitos involucrados, comunicar un conocimiento real. En el procesamiento del duelo infantil, los niños parten con desventaja en la comprensión del fenómeno de la muerte, y si se les mantiene al margen, se dificulta aún más su entendimiento. Por ello, es necesario un acompañamiento escolar basado en la honestidad y en la realidad del contexto en el que se desenvuelve el alumno, sin dejarnos llevar por mitos y prejuicios nacidos del miedo a generar una situación traumática por tratar la temática de la muerte en el aula, un hecho que nos rodea a diario. Para evitar alimentar temores y confusiones, un protocolo escolar bien estructurado, en el que colaboren todos los miembros de la comunidad, permitirá dar respuesta a una necesidad pedagógica que siempre ha estado presente en las aulas, pero que pocas veces se ha abordado desde la universalidad, causalidad y transferencia. • Pedrero, E. y Leiva, J.J. (20 de octubre de 2011). La muerte, tema radical y perenne en la educación. Hacia una (r)evolución educativa. XII Congreso Internacional de Teoría de la Educación, Barcelona, Universidad de Barcelona. • Poch, C. y Herrera, O. (2003). La muerte y el duelo en el contexto educativo. Reflexiones, testimonios y actividades. Paidós Ibérica. • Feijoo, P. y Pardo, A.B. (2003). Muerte y educación. Tarbiya, 33, 51-76 • Santamaría, C. (2010). El duelo y los niños. Sal Terra Bibliografía Cómo citar: Jorge, M. (2024). El duelo infantil en el aula. Protocolo de actuación escolar. Campus Educación Revista Digital Docente, 35, 5-9. Disponible en: https://www.campuseducacion.com/revista-digitaldocente/numeros/35/ 9 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 35 - SEPTIEMBRE 2024

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY1NTA=