RDD-N35-Septiembre-2024

nos pueden incluso no haber formado ninguna construcción mental de este hecho por no haberles sido explicado con naturalidad. Los niños también experimentan el dolor a su manera, sienten la tristeza y se dan cuenta de que falta alguien importante en su vida (Santamaría, 2010). Dicha apreciación también estará condicionada por la manera en que los adultos abordamos esta realidad junto a nuestros hijos y escolares. Aproximar los conceptos de la muerte y la infancia es, a priori, como unir el agua y el aceite: queremos que sean dos mundos separados y distantes porque uno nos muestra la cara negativa y dolorosa de nuestro paso, y el otro, la sonrisa y la alegría de la vida. Sin embargo, ante la curiosidad y los ojos de un niño, la muerte es un acontecimiento que requiere de investigación e indagación, ya que la observan a diario en la naturaleza, en la literatura infantil y en las noticias del informativo. Por lo tanto, no es algo eventual, pasajero y alejado de nuestros alumnos, porque saben de su existencia y en muchas ocasiones hasta juegan en los recreos y tiempos de ocio con ella. Entonces, nos podemos cuestionar el porqué de ese miedo adulto a evitar un escenario tan cercano para ellos. Podemos confirmar que la percepción de la muerte en la mente de un niño está limitada y condicionada por la sobreprotección y el temor de la persona adulta a un posible daño en su sensibilidad, creyendo erróneamente que estamos ayudando al niño si ignoramos sus cuestiones vitales por pensar que no está preparado para recibir respuestas o si evitamos tratar un tema tabú impuesto por la sociedad. Para una construcción real y armónica de las etapas vitales en nuestros escolares, debemos dejarnos llevar por la pedagogía de la pregunta para iniciar un proceso de enseñanzaaprendizaje basado en un contexto existente y verdadero, en el que el alumno es partícipe y protagonista de suevolución,medianteunaenseñanza que no limita, sino que acompaña y transmite el conocimiento y la realidad que los alumnos necesitan apreciar en cada momento de su vida. El alumnado actual necesita una educación sensitiva y experimental, con conocimiento de causa, y para hacer posible el tratamiento de la muerte y lo que ello implica a nivel emocional para los más pequeños, nos aproximaremos al duelo desde la educación emocional. El duelo en el aula desde la educación emocional Un verdadero proceso de formación prepara para las dificultades y situaciones futuras, para saberlas afrontar (Poch y Herrero, 2003). Nosotros, como docentes, tenemos un papel muy relevante en la vida de nuestros escolares, porque somos los agentes que les transmitimos realidad y conocimiento junto al resto de grupos de referencia social. Cuando la situación del alumno se ve rodeada por miedo, incertidumbre y tristeza, se debe desarrollar una relación aún más fuerte para acompañar al estudiante en todo momento y guiar a la familia con pautas que orienten la actuación en casa, bajo las mismas líneas de la escuela. La educación afectiva, junto con la identificación y comprensión de las emociones, permite el desarrollo humano de los escolares y ser conscientes del porqué de sus sentimientos. Durante el duelo infantil, los niños pueden experimentar impresiones y sensaciones variadas, y asustarse por no saber manejarlas o por no sentirse arropados por los adultos de confianza. Es un cuadro emocional abstracto ETAPA EDUCATIVA PERCEPCIONES ANTE EL DUELO 1º CICLO EDUCACIÓN INFANTIL • No hay consciencia de la pérdida. • Se percibe la ausencia, pero sin requerir de un duelo. 2º CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL • Posible sensación de abandono sin saber qué ocurre. • Se percibe la ausencia, pero sin requerir de un duelo. 1º Y 2º DE EDUCACIÓN PRIMARIA • La muerte desde una vertiente mágica: fallecido visualizado como ángel o ser fantástico de protección. • Dependiendo del vínculo afectivo puede derivar en trastornos como la enuresis o pesadillas nocturnas. • Tristeza, lloros o berrinches momentáneos • Comprensión simbólica del duelo. 3º Y 4º DE EDUCACIÓN PRIMARIA • Comprender la muerte a partir del ciclo vital de una planta o animal. • Conocimiento de la enfermedad y de los rituales fúnebres. • Tristeza, rabia y enfado. Gran apoyo emocional y atención a la depresión infantil. 5º Y 6º DE EDUCACIÓN PRIMARIA • Percepción más cercana del verdadero significado de la muerte y la pérdida. • Comprensión más cercana a la del adulto. • Se empiezan a plantear cuestiones vitales y del ser: ¿quién soy?, ¿qué hay después de la muerte? ¿y tras el universo, la nada? • Impotencia, negación, culpabilidad, necesidad de participar en la despedida. 6 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 35 - SEPTIEMBRE 2024

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