12 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 35 - SEPTIEMBRE 2024 Desde un punto de vista legislativo, no existe un documento específico que establezca las medidas organizativas y metodológicas para abordar este cambio de etapa. Esto podría explicar por qué se da “por hecho” que el alumnado se adaptará adecuadamente a la Educación Primaria. Por lo tanto, es necesario que todos los agentes implicados en la educación del alumnado colaboren activamente para enfrentar este reto- ¿Cómo enfrenta el alumnado el cambio de etapa? Castro, Argos y Ezquerra (2015) señalan que el alumnado forma su percepción sobre la Educación Primaria basándose en experiencias previas y la información proporcionada por su entorno. Cabe destacar: • El incremento en el nivel de exigencia. Aunque a menudo los estudiantes no comprenden plenamente lo que esto implica, son conscientes de que algunas actividades propias de la etapa de Infantil desaparecerán. • Reducción del tiempo de juego en favor del trabajo en mesa. • La lectoescritura se convierte en el aprendizaje más exigente, requiriendo la implicación de todos los agentes involucrados en esta transición. Abellán (2019) también resalta una serie de circunstancias que se dan en este cambio de etapa: • Sustitución del maestro: El docente ya no es especialista en Educación Infantil, sino en Educación Primaria. Además, el tiempo que el alumnado pasa con su tutor, que solía ser su figura de referencia, se reduce debido a la intervención de maestros especialistas. • Transformación del espacio y su organización: Los alumnos pueden pasar de trabajar en rincones o en asamblea a sentarse individualmente y realizar sus tareas en silencio bajo la supervisión del docente. • Metodología diferente: La atención constante y el silencio se convierten en pilares fundamentales, introduciendo nuevos hábitos como la lectura diaria o la realización de deberes. La flexibilidad de la etapa anterior prácticamente desaparece, valorándose la formalidad y la precisión. • Aparición de los exámenes: Los exámenes, asentados en la Educación Primaria, pueden generar estrés en los alumnos recién incorporados. Es esencial introducir estas evaluaciones de manera que no representen una carga adicional. Según Linnebrink (2005, citado en Freire et al., 2019), fallar en una prueba no debe verse como algo negativo, sino como parte del proceso de aprendizaje. Es aconsejable cambiar el concepto de ‘’examen’’ por ‘’prueba de conocimientos’’, intentado que los alumnos comprendan que la prueba servirá para recoger información a todos. Así pues, no se trata, simplemente, de rellenar un papel. Igualmente, las pruebas de conocimientos han de contar con ejercicios variados que impliquen razonar, desarrollar la creatividad o redactar, y no siempre seguir el mismo patrón, porque estaríamos evaluando un único aspecto y no atendiendo al alumnado de manera integral. • Alteración en la distribución del horario y las sesiones: Si se comparan las leyes educativas vigentes, se observa una marcada diferencia en la organización curricular entre la Educación Infantil y la Primaria. Y es que en el Real Decreto 95/2022, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil en Fig. 1. Áreas de Educación Infantil recogidas en Artículo 8 del Real Decreto 95/2022
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