RDD-N34-Junio-2024

14 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 34 - JUNIO 2024 -- Alimentos de proximidad: aquellos que se encuentran en el entorno próximo. -- Alimentos de temporada: aquellos que, de manera natural, se producen en determinadas épocas del año. -- Alimentos sin procesar o poco procesados: aquellos que apenas han sufrido la mano del hombre; solamente se ha intervenido sobre ellos para desechar las partes no comestibles, han sido congelados, pasteurizados o envasados al vacío para un mayor tiempo de conservación. -- Alimentos procesados: son aquellos a los que se les ha añadido azúcar, aceite, grasas, sal, conservantes, etc., para que duren más tiempo o para potenciar su sabor haciéndolos más atractivos. -- Alimentos ultraprocesados: aquellos que han sido formulados con varios ingredientes y añadidos; son menos saludables que todos los anteriores. La forma de alimentarse durante la niñez y adolescencia depende, fundamentalmente, del estilo de vida de cada familia. Se considera que la alimentación es saludable cuando permite que el organismo funcione correctamente, asegura las funciones vitales y fomenta el crecimiento y desarrollo adecuado. La recomendación más extendida es la de hacer varias comidas diarias y, en entornos mediterráneos como el caso de España, es habitual espaciar la ingesta entre desayuno, comida, merienda y cena. Según la Organización Mundial de la Salud (2021) cada una de estas comidas ha de presentar unas características específicas. En el caso del desayuno, en él deben incluirse farináceos integrales, fruta y lácteos. Para la comida, primarán las hortalizas o legumbres, en cierto equilibrio con las proteínas y las grasas, procurando introducir porciones justas de fruta y harinas (pan). Para las comidas hacia la segunda mitad del día se recomienda la fruta, los frutos secos, los lácteos y/o los farináceos integrales y para la cena se suele recomendar una ingesta similar a la comida pero con menor aporte calórico. En el caso del que se ocupa este artículo, la adolescencia, las dos comidas que mayor riesgo suponen son el desayuno y la merienda, de aquí que la propuesta se encamine al desayuno, aunque es extrapolable a la merienda. Propuesta de intervención Esta propuesta de intervención está orientada a la etapa de Educación Secundaria Obligatoria y trata de cambiar los malos hábitos respecto a la alimentación, fomentando una dieta equilibrada y saludable. Para ello se proponen una serie de talleres de hábitos saludables en el horario de tutoría, donde serán los alumnos quienes tengan que idear un aperitivo que posteriormente todos degustarán a modo de ágape compartido. En la elaboración de los mismos se tendrán en cuenta las normas de higiene y se utilizará una metodología de Aprendizaje Cooperativo y de carácter práctico. Se podría realizar de manera preferente en el 2º trimestre del año, donde el grupo-clase ya está cohesionado. Los aperitivos serán divertidos, emulando animales, formas geométricas o pequeños collages. Asimismo, previo a la elaboración de esos aperitivos, se van a impartir micropíldoras de formación para que vayan afianzando ciertos conocimientos que complementan la formación práctica que van a desarrollar. Si tenemos en cuenta que la alimentación de muchos de los niños para los recreos se compone de comida “basura” o de bollería industrial, se hace más necesario hacer esta propuesta de intervención, y los objetivos a trabar deberían girar en torno a la promoción de hábitos saludables, la valoración de los beneficios de ciertos alimentos, la correcta manipulación de los ingredientes y el desarrollo de la actitud crítica en relación a la comida procesada, rápida y denominada “basura”. Aspectos psicopedagógicos de la propuesta Al poner en marcha la propuesta, se van a tener en cuenta una serie de parámetros como partir de los conocimientos previos sobre alimentación de los alumnos con los que se va a trabajar, realizar aprendizajes significativos en materia de alimentación basados en la práctica, trabajar de manera colaborativa fomentando la empatía y potenciar las capacidades de autoaprendizaje de los adolescentes. La predisposición que los alumnos tienen hacia el aprendizaje, en función de su autoestima y experiencias

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