20 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 33 - MARZO 2024 raleza tiene para favorecer la imaginación, su creatividad y la habilidad de ilusionarse, elemento vital que propicia la motivación de los estudiantes. Por otra parte, Guillén (2019) explica que el cerebro de la especie humana ha evolucionado a lo largo de los siglos con el fin de adaptarse al medio y conseguir su supervivencia, destacando que este desarrollo ha tenido lugar gracias a los circuitos cerebrales que se han creado gracias al contacto con la naturaleza. Lo cual nos lleva a una situación contradictoria pues, a día de hoy, se tiende a pasar más tiempo en espacios cerrados o zonas urbanas carentes de naturaleza alguna, lo que nos lleva a diversos problemas de estrés y falta de regulación emocional. Este mismo investigador suma otros aspectos positivos que el contacto con el medio natural puede potenciar en nuestros jóvenes, como mejorar la atención, fomentar el autocontrol y el compromiso activo y favorecer el contexto de aprendizaje así como las relaciones sociales. En definitiva, estimula un adecuado desarrollo integral, ya que actúa en el ámbito físico, afectivo, emocional y social. En contraposición a estos beneficios subrayados anteriormente, debido al escaso tiempo que tanto adultos como pequeños estamos en contacto con la naturaleza, aparece el “trastorno por déficit de naturaleza”1, término acuñado por Richard Louv en 2005 que subraya aspectos negativos en la salud de los más pequeños, entre ellos la obesidad, disminución de la capacidad inmunológica, aumento del estrés y depresión o reducción de la atención. Por todo ello, queda demostrado que el medio natural puede ser un excelente educador que ayude a los alumnos desde las primeras edades a crecer en armonía con la naturaleza, ayudando a conocerla mejor y a la vez a conocerse a sí mismos, algo fundamental en su desarrollo. La pedagogía verde Este término2 de educación alternativa podría desarrollar en los niños a la perfección los inmensos valores que la naturaleza puede transmitirles y que hemos observado anteriormente. Según Freire, esta pedagogía toma al entorno como primer educador, el cual influye en el aprendizaje, bienestar y comportamiento de los niños y niñas. Por ello, es de vital importancia que lo conozcan profundamente y lo cuiden. La misma autora resalta que esta pedagogía tiene una filosofía que va más allá de utilizar la naturaleza como un mero escenario educativo, ya que el objetivo es crear un vínculo mucho más profundo, que pueda desarrollar una determinada forma de sentir, vivir y de relacionarnos. Freire (2014) afirma que este estilo de educación consiste en aproximar el medio natural a los pequeños para que puedan tener la oportunidad de aprender del mismo. Estamos frente a un método educativo que pretende reducir el tiempo que pasan ante las pantallas pues, en muchas ocasiones, pretendemos que descubran la naturaleza a través de ellas, cuando sería mucho más beneficioso y productivo si podemos conseguir que vivan la experiencia in situ. Si lo analizamos, la mayor parte del tiempo en el horario lectivo la pasamos dentro de las aulas, teniendo en nuestros patios un gran recurso sin sacarle a penas provecho. Si cambiara la concepción que tenemos de estas zonas exteriores, las podemos convertir en fantásticos espacios educativos, en los que el alumnado puedan desarrollar su curiosidad, la cual favorece unos aprendizajes mucho más significativos (Vega, 2012). Llevando a cabo esta didáctica, los alumnos pasan la mayor parte del tiempo en el exterior, convirtiéndose éste en su aula. En ella, realizamos metodologías más activas, que permitan desarrollar un mayor pensamiento crítico y libre, así como la creatividad y la manipulación (Perez de Villarreal y Gonzalez, 2016). Para conseguir aumentar el contacto con la naturaleza, Freire (2011) destaca tres formas que nos ayudarían a ir consiguiendo nuestro objetivo: -- Transformar los espacios naturales en aulas de formación continua. De hecho, este tipo de enseñanza ya se lleva a cabo exitosamente en países como Noruega, Alemania, Inglaterra… -- Crear pequeños bosques, granjas o huertos dentro del colegio. -- Cooperar con agricultores y productores locales, y apertura de 1 Patología que se desarrolla en el momento en que el contacto con la naturaleza es inexistente. 2 Su autora, Heike Freire, la define como el aprovechamiento que el alumno ha de hacer de la Tierra para extraer y beneficiarse de todo su potencial.
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