30 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 32 - DICIEMBRE 2023 con cualquier artista experimentado, pues la energía creativa los impulsa a expresar libremente y sin juicios. Estas llamadas obras de arte son en realidad obras de auténtica expresión, que los niños pueden ejecutar con un lápiz, colores, papel, piezas de madera, ramas de árboles, piedras e incluso su propio cuerpo o voz, y que son el canal para el desarrollo de su creatividad y su imaginación. Es así como comenzamos este gran e interesante viaje hacia los infinitos caminos del proceso creativo. Cabe mencionar que esta energía creativa de la que hablamos no sólo es importante porque nos da el impulso de expresarnos libre y vivamente, si no porque en la medida en que esta energía se desarrolla, nos da la pauta también para reinventar nuestra sociedad. El niño que se permite ser creativo tendrá las herramientas necesarias para participar proactivamente dentro de su comunidad y al ser capaz de conectar con sus propios intereses y aptitudes tendrá la posibilidad de aportar positivamente a su comunidad; así nos dice Sánchez, Martín Brufau, Méndez, Corbalán y Limiñana (2010). Ademola, Akintunde, y Yakasai (2010), afirman que la creatividad es fundamental para la autosuficiencia, mientras más autosuficiente se convierta una persona, mejor será la calidad de su vida, familia, comunidad y sociedad en general. Una de las cuestiones más importantes de la psicología y la pedagogía infantil es la referente a la creación en los niños; su desarrollo y la importancia del trabajo creador para la evolución general y su maduración. Desde la más temprana infancia observamos procesos de creación que se aprecian mejor en los juegos: el niño que se imagina que va a caballo cuando monta sobre un palo; la niña que se imagina madre al jugar con sus muñecas; otro que en el juego se transforma en un bandido, un soldado o un marinero. Todos estos niños muestran ejemplos de la más auténtica y verdadera creación (Vigotsky, 1930). Los porqués Existen muchas razones por la cual es fundamental cuidar del correcto desarrollo de la creatividad de nuestros niños, considerándose las más importantes el correcto desarrollo de la personalidad y la posibilidad de conocerse a uno mismo para facilitar el reconocimiento de los propios intereses, talentos y capacidades, logrando con esto un camino más claro hacia la realización del ser y su auténtica y provechosa participación dentro de la sociedad. Delgado, De la Peña, Rodríguez y Rodríguez (2016) nos dicen que además de las razones citadas anteriormente tenemos otras no menos importantes como el desarrollo de la independencia cognitiva, la avidez por el saber, la flexibilidad y la fluidez del pensamiento que lleva a una autovaloración y realización adecuada. Teniendo en cuenta lo anterior es preciso hacer una breve explicación acerca de la imaginación. Conforme el ser humano va creciendo y se va desarrollando comienza a ser consciente de sus fantasías y con ellas le da rienda suelta a la imaginación. La imaginación es esa curiosa potencia mental que nos permite ver cosas que no podemos tocar y que de primera instancia son meras ilusiones, pero, enfocada, puede llevar a la materialización de nuestras ideas. En la vida cotidiana se llama imaginación o fantasía a todo lo que no es real, a lo que no concuerda con la realidad y lo que, de esta forma, no puede tener ningún significado práctico serio. En efecto, la imaginación como fundamento de toda actividad creadora se manifiesta decididamente en todos los aspectos de la vida cultural haciendo posible la creación artística, científica y técnica. En este sentido, absolutamente todo lo que nos rodea y ha sido hecho por la mano del hombre, todo el mundo de la cultura a diferencia del mundo
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