9 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 31 - SEPTIEMBRE 2023 un dibujo libre en pequeños grupos que plasme las emociones que cada música hace sentir. Evaluación de la propuesta Para evaluar la correcta adquisición del objetivo de la propuesta y de la correcta puesta en marcha de la propuesta, se tiene en cuenta que evaluar en mucho más que medir. Evaluar es acompañar al alumno para que consiga su máximo desarrollo, y siempre mejorar así la calidad de la educación. La evaluación tiene carácter formativo porque es un instrumento tanto para la mejora de la enseñanza como de la educación. Esta propuesta permite la autoevaluación del propio alumno, la inclusión al trabajar distintas inteligencias y la participación. Además, el arte, la música y las emociones fomentan la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico, que son aspectos fundamentales para el desarrollo neurológico de los alumnos, porque sin emoción no hay aprendizaje. Con todo lo anterior además de la emoción y la curiosidad, se obtiene otro ingrediente fundamental que es la atención, necesaria para aprender y memorizar información que procede del mundo que le rodea. Un requisito esencial para ser buen profesor es saber captar la atención de los alumnos, y esa habilidad consiste en la capacidad que se tenga para convertir, por ejemplo, la clase en un cuento (si está con los pequeños) o en un relato histórico novelado (con los más mayores). Es decir, un acontecimiento que resulte curioso y atractivo al alumnado, sea cual sea la temática de que trate el aula. Una vez activada la curiosidad en el estudiante, le seguirá la atención sin necesidad de que se le pida. La escuela tiene que desarrollar nuevas estrategias de enseñanza que tengan en cuenta la diversidad que existe en las aulas, y que además se beneficie de estas diferentes características que tienen sus alumnos. Cada vez es más necesaria la existencia de profesionales que pongan en práctica métodos educativos distintos, estrategias metodológicas y técnicas innovadoras que nada tienen que ver a las consideradas tradicionales. Se trata de llegar a los contenidos curriculares marcados pero a través de otro camino diferente, saber que se puede llegar a todos los estudiantes, aprovechar sus fortalezas, trabajar con sus emociones, y en definitiva, que existe otra manera de hacer las cosas, más enriquecedora, más motivadora para los estudiantes y para los docentes, y por si esto fuera poco, con mejores resultados. La pedagogía del siglo XXI no puede ser la misma que la usada hasta la fecha. Los avances del conocimiento del cerebro van a marcar la clave. El aprendizaje debe ser divertido. Debe generar ganas de aprender. Y todo eso es fácil si la enseñanza ofrece todos los estímulos que necesita el cerebro. Hay que impulsar el diálogo entre neurodidáctica y educación, entre emociones y aprendizaje, consiguiendo una escuela de todos y para todo. Bibliografía • Blakemore, S.J. y Frith, U. (2007). Cómo aprende el cerebro. Las claves para la educación. Barcelona: Ariel. • Guillén, J. (2017). Neuroeducación en el aula. De la teoría a la práctica. CEU editorial. • Fores, A. y Ligioz, M. (2009). Descubrir la Neurodidáctica: aprender desde, en y para la vida. Barcelona: UOC. • Fores, A. (2015). Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurodidáctica. Barcelona: Plataforma Editorial. • Ibarrola, B. (2014). Aprendizaje emocionante. Neurociencia para el aula. Madrid: SM editorial. • Mora, F. (2013). Neuroeducación. Madrid: Casa del Libro. • Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Cómo citar: García, A.I. (2023). Neuroeducación. La emoción de un aprendizaje feliz. Campus Educación Revista Digital Docente, 31, 5-9. Disponible en: https://www.campuseducacion. com/revista-digital-docente/numeros/31/
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