33 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 29 - MARZO 2023 El camino hacia una auténtica coeducación Palabras clave: Coeducación; Igualdad de género; Agenda 2030; Estereotipos; Roles; Inclusión educativa. Abstract: The achievement of an egalitarian society begins with the development of its citizens. To achieve this, we must prioritize co-education and social change, with the aim of eliminating stereotypes and avoiding perpetuating gender roles. True equality is everyone’s responsibility, and as part of its fundamental foundation, schools must assume their role and strive to achieve it. Key words: Co-education; Gender Equality; 2030 Agenda; Stereotypes; Roles; Educational Inclusion. Igualdad de género en educación CRISTIAN CASASOLA FERNÁNDEZ • Maestro de Educación Primaria con especialidad en Pedagogía Terapéutica. • Preparador de Oposiciones al cuerpo de Maestros. • Ciudad Real. DANIEL MINGALLÓN NAVARRO • Grado de Maestro en Educación Primaria con especialidad en Pedagogía Terapéutica • Monitor de actividades juveniles • Ciudad Real El logro de una sociedad igualitaria nace con el desarrollo de sus ciudadanos. Para conseguir esto, se debe apostar por la coeducación y el cambio social, con el fin de eliminar estereotipos y evitar perpetuar roles de género. La verdadera igualdad es responsabilidad de todos y, como pilar fundamental, la escuela debe asumir su papel y luchar por su consecución. Resulta innegable la influencia del entorno en el desarrollo de niños y niñas que, independientemente de su potencial innato, como libros en blanco esperan a ser escritos, necesitados de guía, demandantes de comprensión de la realidad. No necesariamente con mala intención, este entorno influye decisivamente al transmitir ideales y estereotipos que, como tal, nunca son adecuados ni deben estar limitados al componente genital. Con ello, la diferencia natural entre hombres y mujeres ha derivado progresivamente en roles y estereotipos indeseados, no limitados objetivamente al sexo y, casi siempre, en contra de la mujer. Es nuestro trabajo, como profesionales de la educación y familias, romper estos estereotipos para derrotar, por una parte, y la más visible, la desigualdad de género y por otra, más acallada, las frustraciones derivadas por no encajar en la horma que la sociedad nos impone por sexo. El arma que tenemos para hacerlo es la coeducación, pero una coeducación verdadera, adaptada progresivamente, coordinada y participativa. La escuela como reflejo de la sociedad futura Bandura (1982), con su teoría del aprendizaje social, ya afirmó que el ambiente nos condiciona inevitablemente puesto que nos encontramos integrados en un grupo de individuos, y es este proceso de aprendizaje el que se desarrolla a través de dos mecanismos: refuerzo y observación. Atendiendo a esta realidad y asumiendo que el ser humano es, en inicio, como un libro en blanco, la influencia de familia y escuela cobran gran importancia durante el desarrollo contribuyendo, en este caso, a perpetuar o romper los estereotipos sexistas y las desigualdades. La igualdad de género es un fenómeno universal que la escuela debe de abordar desde la coeducación para evitar la desigualdad entre las mujeres y los hombres. La sociedad y la educación se han enfrentado durante décadas a la problemática de la desigualdad y la violencia contra las mujeres siguiendo los parámetros establecidos en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer1, el primer documento internacional desarrollado para tal fin (Organización de las Naciones Unidas, 1994). Figura 1. Metáfora visual de los estereotipos 1 Esta declaración se desarrolla en la Resolución de la Asamblea General 48/104 del 20 de diciembre de 1993. A través de ella la Comisión contribuyó a que, por primera vez, el problema de la violencia contra las mujeres figurara en primer plano de los debates internacionales.
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