22 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 29 - MARZO 2023 por el funcionamiento, seguimiento e innovación de la enseñanza del lenguaje silbado en la isla. Por todo ello, el silbo gomero constituye un patrimonio cultural con repercusiones tanto a nivel económico como pedagógico para la sociedad gomera en particular, y canaria en general, debido a su gran cohesión social. La isla La Gomera La Gomera es una de las ocho islas que compone el archipiélago canario, teniendo en cuenta La Graciosa. Las islas canarias se encuentran situadas en el océano Atlántico, siendo La Gomera una de las islas situadas más al occidental del archipiélago y cuenta con una extensión de 369,76 km², destacando por su abrupta orografía seña de su origen volcánico, estando compuesta por seis grandes barrancos que dan forma a la misma, fruto de la erosión. Pese a su pequeño tamaño, cuenta con varios reconocimientos de organizaciones internacionales como la mención, en su totalidad, de Reserva de la Biosfera en 2012. O la declaración del Parque Nacional de Garajonay como Patrimonio de la Humanidad en 1986 por parte de la Unesco. No se puede quedar atrás el silbo gomero, que es un lenguaje silbado por los habitantes de la isla, e incluso forma parte del ámbito educativo insular, reconociéndose su valor cultural en 2009, año en que la UNESCO lo declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, destacando su gran utilidad como sistema de comunicación adaptado al entorno de la isla y la gran complejidad técnica con la que ha evolucionado (Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, 2021). Como se ha comentado anteriormente, debido al interés que ha despertado durante siglos el silbo de la Gomera entre la comunidad científica, además de entre los visitantes de la isla, se ha originado un interés especial por la conservación del mismo. Dicha conservación y perdurabilidad en el tiempo ha sido la fuente principal de un problema detectado allá por finales de la década de los 80 y principios de los 90, en el que este símbolo de la cultura isleña y joya de nuestro patrimonio intangible del archipiélago canario casi cae en el olvido. Afortunadamente, gracias a la iniciativa de las asociaciones de padres y madres de alumnos, respaldada por una Proposición No de Ley en 1997, por la que insta al Gobierno de la Comunidad Autónoma a incluir el silbo gomero en el sistema educativo de la referida isla, aprobado por unanimidad refrendado por la continuidad que le dio la comisión técnica creada al efecto, y beneficiada, lógicamente, por la difusión que adquirió con el paso tiempo entre investigadores y cronistas, aspecto fundamental y clave para ayudar a fomentar el interés con el que acercar las impresiones y estudios a la sociedad en general y a la comunidad educativa en particular, pudiéndose lograr la normalización y regularización, gracias al esfuerzo de todos, en un marco normativo de ley elaborado por la Comunidad Autónoma de Canarias para alcanzar de forma conjunta y sistemática la redacción de un currículo con el que desarrollar una asignatura que abarca este lenguaje silbado, incorporado dentro del área de lengua para los centros educativos de la isla en post de su conservación y difusión gracias al apoyo de la comunidad pedagógica (Correa, 2021). La Gomera es la tercera isla más pequeña del archipiélago canario, y como todas ellas, es de origen volcánico, alcanza una altitud máxima de 1.487 metros registrada en el pico del Alto del Garajonay. La isla data de una antigüedad de 12 millones de años, de ahí su pronunciada erosión fruto del paso de tiempo y que determina la abrupta orografía insular, con sus seis grandes barrancos y valles (Cabildo de La Gomera, 2021). La población flotante de la isla, como media, ronda los 23.000 habitantes, esta se encuentra divida administrativamente en seis municipios que son San Sebastián de La Gomera (capital), Agulo, Hermigua, Vallehermoso, Valle Gran Rey y Alajeró (Cabildo de La Gomera, 2021). Pese a ser una isla de las más antiguas de Canarias, ha sabido conservar a lo largo de su historia su paisaje que la hace tan peculiar ya que, además de su abundante vegetación, con frondosos bosques, sus valles y el clima canario tan agradable que se da durante todo el año, predominado por el anticiclón de las Azores, hay que sumar el carácter afable de su gente que constituyen pueblos encantadores, lo que provoca las delicias de propios y de los foráneos que visitan la isla, constituyendo el principal motor económico de la misma, que no es otro que el turismo. Historia del silbo gomero Los antiguos gomeros fueron hombres con unas características entre las que destacaban su rudeza, con una gran estatura y mayor fuerza, buenos guerreros puesto que eran ágiles pese a su elevada estatura y muy idólatras, cualidad que le hacía ser apasionados de lo suyo y por la defensa de lo suyo (Cabildo de La Gomera, 2021). Hay constancia de que el silbo ya estaba arraigado en la población aborigen de la isla cuando llegaron los primeros visitantes. Durante mucho tiempo, y hasta la primera mitad del siglo XX, fue el único modo de comunicación a larga distancia con el que contaron los pobladores gomeros y que servía para evitar recorrer largas distancias con el aprovechamiento de su resonancia por el eco entre sus barrancos y valles (Sánchez, 2009). A partir de la segunda mitad del siglo pasado, comienza a caer en desuso debido a la aparición del teléfono y la mejora de las comunicaciones por carretera. Todo ello a consecuencia del comienzo de un nuevo estilo de vida que apuesta por la modernidad, y dando de lado al pasado que se encuentra vinculado a la agricultura, a la ganadería y a todo lo que se relacione con él. Desde ese momento, la práctica del sil-
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