16 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 29 - MARZO 2023 Y por supuesto, en este proceso de cambio se hace tambien importante el papel del educador, que debe convertirse en acompanante y provocador del ambiente y del aprendizaje. Cada día son más los docentes que se sensibilizan con la problemática de la sociedad y quieren ofrecer dentro del centro un espacio donde se generen situaciones enriquecedoras para los niños con el fin de mejorar la sociedad del futuro y de que la escuela sea discípula de ese cambio y mejora. Al fin y al cabo, lo importante no es solo lo que se ensena, o mas bien, lo que el nino aprende, sino como se ensena y como se aprende. Las bases del asombro Para sentar las bases y poder comprender la propuesta de este proyecto de intervención, en primer lugar, comenzaremos por los principios teoricos que avalan la manera de entender el desarrollo del cerebro en el nino, para posteriormente continuar por los modelos pedagogicos y los paradigmas educativos que se han llevado a cabo durante la historia, y que lejos de ser modelos antiguos, demuestran dia a dia que la mirada de la educacion en el siglo XXI no esta puesta en el principal protagonista, es decir, en el nino. ¿Donde empieza, segun los expertos en neurociencia y numerosos pedagogos, el aprendizaje? ¿Desde dentro, desde la realidad mas cercana, o exclusivamente a traves de los continuos estimulos externos que recibe el nino de manera pasiva? ¿Dónde comienza el proceso: en el sujeto, o en una fuente externa que lo estimula? Maria Montessori (1907) fue de las primeras en responder a todas estas preguntas con su metodo, apoyándose en la teoria de los periodos sensibles del nino durante sus primeros anos de vida. Montessori fue una ferviente defensora de la idea de que el unico protagonista en el proceso y en el desarrollo educativo, era el nino. Hoy día, parece que estas teorías quedan ya lejanas pues ¿Que se esta haciendo mal para que el nino se haya convertido en un agente totalmente pasivo en las aulas? Un ser que como bien indica L’ecuyer (2013), es invadido por una cantidad de informacion estridente, pero que no es, a veces, ni capaz de procesar, ni de entender, y, ni mucho menos, de interiorizar. Sencillamente, todo esto ha podido generar la perdida del asombro, la curiosidad, el pensamiento critico y lo que es peor, la creatividad. Partiendo de estas teorias y de las investigaciones de algunos de los pedagogos mas importantes, el asombro, desde el punto de vista de un paradigma de acompanamiento al nino y una manera de obrar por parte del educador, se podria abordar con tres puntos clave: dónde empieza y termina el aprendizaje; el ambiente preparado y su influencia en el asombro; y el asombro como paradigma de acompañamiento. Dónde empieza y termina el aprendizaje En su segunda obra, El metodo de la pedagogia cientifica (1909), Maria Montessori afirmo que el aprendizaje comenzaba desde el interior del nino, y a esta teoria la llamo ‘’fuerza resistible’’ (dentro de su estudio sobre los planos de desarrollo). La opinion contraria a Montessori fue la de William Heard Kilpatrick quien en 2010 escribio ‘The Montessori System Examined’ en el que acusaba a la teoria Montessori de obsoleta, con una opinion mecanicista. No obstante, la obra de Kilpatrick tambien es interesante para reforzar la opinion de Montessori y la pedagogia del asombro, porque desde su punto de vista, el principal punto de partida para desarrollar unos objetivos son los hitos. En primer lugar, se marcan unos hitos, en funcion de lo que es util para la sociedad o en funcion de lo que debe saber hacer un nino por su edad y, despues, se trabaja a partir de los metodos para que cada nino sea capaz de alcanzar esos hitos. En opinion de L’ecuyer (2013), los hitos son necesarios para que se cumplan las fechas y el calendario, puesto que, desde el punto de vista de los autores mecanicistas, todo se puede programar. Además, segun la teoria del cerebro tribuno propuesta por MacLean (1978), el aprendizaje y el asombro se encuentran en constante sinergia, pues sin asombro y emocion (cerebro limbico), no ocurriria ni el aprendizaje, ni los objetivos educativos en cuanto al desarrollo de los ninos, como puede ser, hablar o expresar. Otro de los impulsores de la teoria del asombro fue sin duda Malaguzzi, cuando alrededor del ano 1946 fundo la pedagogia Reggio Emilia, en la que los ninos aprenden lo que experimentan. Asi lo recoge Hoyuelos (2021), quien ha tenido el valor y el merito de estructurar todas sus propuestas. En palabras de Malaguzzi: “sin asombro y emocion (sin diversion) no hay aprendizaje posible’’.
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