13 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 27 - SEPTIEMBRE 2022 la plataforma de trabajo y colgar los recursos y materiales, y del alumnado, ya que debe realizar las tareas y actividades propuestas por el profesor. • Exige la autonomía y responsabilidad por parte de los alumnos para que el e-learning pueda llevarse a cabo, así como el trabajo colaborativo. • Pueden surgir problemas técnicos que dificulten el proceso de enseñanza-aprendizaje y, con ello, la calidad del método. Sin embargo, esto no es realmente un inconveniente en sí, ya que puede surgir o no. De todos modos, cabe destacar que estas desventajas son fácilmente mejorables y subsanables, a poco que tanto el docente como el alumno pongan interés en este proceso de enseñanza-aprendizaje. El rol del docente en e-Learning Si nos basamos en un modelo de enseñanza tradicional, vemos cómo el rol de la enseñanza lo tenía el docente, mientras que el rol del aprendizaje lo adoptaba el alumnado. Sin embargo, debemos comprender que si cambian los métodos cambian los roles y, por tanto, cambia nuestro comportamiento y nuestra actitud. En el caso del docente, éste es un agente que se ocupa mucho más que de acercar el conocimiento al alumnado, ya que además de ello enseña, aprende, ayuda a aprender, ofrece estrategias, genera recursos, guía, asesora, cuida, orienta… En una metodología e-Learning el docente es el nexo que une al alumno con su formación y su aprendizaje. Además, ofrece apoyo y orientación, por lo que su labor se torna compleja si nos percatamos de que apenas conoce al alumno y ha de ayudarle a mejorar en su proceso de adquisición de los contenidos, ha de captar su atención y atender a sus necesidades y a sus expectativas. Por tanto, podemos deducir que el papel fundamental que ha de cumplir el profesor con respecto al e-Learning es el de apoyar y orientar al alumnado. De esta manera, estas dos tareas giran en torno a los siguientes aspectos: • Contenidos: ayuda al alumno a acercarse a los contenidos del temario, proporcionándole técnicas para su interiorización. • Organización: el docente ayuda a organizar y secuenciar el trabajo. • Estrategias: el profesor pone a disposición del alumno diferentes estrategias para adquirir los aprendizajes (esquemas, resúmenes, trabajo con TIC). • Materiales: pone a disposición del alumnado diversos materiales. Complementariamente, no debemos olvidar que para que todo esto sea posible el docente debe realizar unas tareas antes, durante y después del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ello mismo, su trabajo se da en un momento determinado: • Antes: se procede al diseño y a la organización. En este momento, el docente diseña la plataforma a través de la cual va a trabajar con sus alumnos y concreta los contenidos que se van a tratar. Además, según estos contenidos, se fijan unos objetivos, una metodología y unos criterios de evaluación. • Durante: en este caso es importante la puesta en práctica de los contenidos y las vías de comunicación, concertando tutorías y estando en todo momento pendiente de las posibles dificultades que puedan surgir. • Después: se produce la evaluación. Si bien esta se puede ir realizando a medida que se van entregando los contenidos, la evaluación final se realiza una vez se hayan completado todas las tareas. Esta evaluación se centrará en dos grandes aspectos: la evaluación de las tareas (exámenes, trabajos, ejercicios) y la evaluación del propio proceso de enseñanza-aprendizaje (si se han conseguido los objetivos, cómo ha sido el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos, cómo podría mejorarse el proceso de enseñanza, etc.). En cuanto al alumno, puede parecer que su rol cambia radicalmente al tratarse de una modalidad no presencial. Y así es. Tal vez muchos maestros favorezcan que sus discentes desarrollen un grado alto de autonomía, sin embargo, es complicado que en una modalidad presencial no exista una cierta dependencia del profesorado. Es prácticamente impensable que a través del e-Learning exista dependencia del tutor. La comunicación puede ser estrecha, pero en todo momento el alumno es dueño de su propio aprendizaje, detal modo que en él se desarrollan unas capacidades y aptitudes muy positivas que merece la pena mencionar: • Organización: el alumnado debe organizar su propio trabajo, su tiempo y su espacio para así poder alcanzar sus metas a corto y largo plazo. • Autonomía: basándonos en la “teoría del andamiaje” de Jerome Bruner, podemos reconocer la importancia de la evolución del alumnado desde la dependencia hacia la casi absoluta autonomía. El e-learning favorece el desarrollo de esta capacidad, debido a que al principio, el tutor ofrece mayor grado de ayuda al alumnado, con nuevas estrategias de trabajo, técnicas...para que, poco a poco, el estudiante adquiera las suyas propias y les sirvan para asimilar los contenidos (Borges, 2007). • Responsabilidad: esta se adquiere con el trabajo autónomo del propio alumnado, de conciencia sobre las tareas y sobre la importancia de realizarlas. • Autorregulación: el discente es el encargado de la supervisión de sus propias tareas antes de su en-
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