RDD-N25-Marzo-2022

46 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 25 - MARZO 2022 Muy vinculadas con estas dificul- tades cognitivas, se encuentran las dificultades académicas (Meca, 2019), siendo el bajo rendimiento escolar muy habitual en estos niños. Los trastornos específicos que influ- yen en su rendimiento son: • Dificultad en la lectura: Conseguir un nivel de lectura correcto es muy importante, ya que la mayoría de los conocimientos se adquieren a través de la misma. Estos pacientes tienen afectadas su fluidez, veloci- dad y/o comprensión. Es frecuente que omitan, añadan o sustituyan le- tras, suelen tener dificultades para captar las ideas principales del texto cuando éstas no aparecen de forma explícita, etc. Siguiendo a National Resource Center on ADHD (2016), pueden ayudar determinadas estrategias encaminadas a aumentar su mo- tivación por la lectura, como por ejemplo: -- Lecturas en voz alta Ayudan al niño a reconocer su sonido y controlar la respiración y el ritmo, para que la lectura llegue a los demás de forma amena y agradable, a la vez que requiere mayor atención para no perder la comprensión de la mis- ma. Es importante promover la lectura en voz alta, aunque ten- gan dificultades, se equivoquen, etc. Hay que darles tiempo para poder rectificar, repetir, sin pre- sionar ni infundir miedo al error. No sólo los alumnos con TDAH tienen dificultades con la lectu- ra, por lo que la lectura en voz alta ayudará a desestigmatizar en cierto modo a estos niños. -- Seguir un método de lectura estructurado Es importante seguir unas pau- tas fijadas de antemano con el niño. Por ejemplo, pueden ha- cerse indagaciones sobre qué va a tratar la lectura previamen- te, explicar las palabras más complicadas del texto, etc. -- Hacer ejercicios para el desarro- llo de la conciencia fonológica Como por ejemplo, utilizar rimas, refranes, trabalenguas, contar las sílabas de una palabra, etc. -- Ampliar el vocabulario Realizando, por ejemplo, cru- cigramas y sopa de letras, unir palabras que riman, juegos de palabras cruzadas como “el ahorcado”, adivinanzas, etc. -- Dedicar un tiempo semanal en el aula a la lectura individual de textos que el alumno ha ele- gido según su propio interés La lectura ha de ser en silencio y, posteriormente, se han de pro- poner actividades como resú- menes, dibujos, esquemas, etc. • Dificultad en la expresión escrita: Afecta a la corrección ortográfica, gramatical y de puntuación, así como a la claridad y organización de la expresión escrita. Estos ni- ños cometen más errores ortográ- ficos porque les cuesta memorizar las normas ortográficas, y porque una vez memorizadas, por su difi- cultad atencional, cometen errores a la hora de automatizarlas. Esto demuestra que no por la repetición o práctica reiterada de las normas se consigue forzosamente el éxito. • Dificultad matemática: Afecta al sentido de los números, operacio- nes aritméticas, cálculo correcto y fluido o razonamiento matemático concreto. La impulsividad les lleva a precipitarse, cometiendo errores al no analizar los signos, cambiar el algoritmo de la suma por el de la resta, responder de forma in- mediata a los problemas antes de haberlos leído, etc. Estos niños pueden solucionar problemas ma- temáticos de igual dificultad que los niños no hiperactivos, siempre y cuando se les enseñe a repre- sentar gráficamente los problemas matemáticos. Esto puede hacerse, por ejemplo, mediante un dibu- jo o la manipulación de objetos y juegos, para poder así operar con datos concretos visuales o táctiles, reduciendo el nivel de abstracción necesario para su resolución. Con respecto a las dificultades emo- cionales , es conveniente recordar que la emoción y el aprendizaje están muy relacionados. Por una parte, la emoción es unmedio importante para promover el aprendizaje (la atención, y por tanto la capacidad de aprendi- zaje, están ligados de forma directa a la motivación que tengan para hacer una tarea) y, por otra parte, las acti- vidades que se realizan en la escuela influyen mucho en el desarrollo de las emociones y la afectividad. Los niños con TDAH experimentan emociones negativas con respecto al aprendizaje. Sienten rechazo y aversión a los estu- dios por ser fuente de fracasos aca- démicos y de conflictos familiares. Además, se sabe que el TDAH tam- bién afecta a diferentes áreas cere- brales encargadas de la autorregu- lación de las emociones, por lo que desarrollan sentimientos depresivos, de desconfianza, inseguridad o baja autoestima. Asimismo, se ha suge- rido recientemente que estos niños tienen afectado el reconocimiento emocional de expresiones faciales (Rodrigo, Pérez y Cejudo, 2017), en particular las emociones negativas (como ira, miedo y asco). La percep- ción de emociones ajenas constituye una de las dimensiones centrales de la denominada “inteligencia emo- cional”, y se reconoce como un ele- mento clave para su desarrollo. Por todo ello, es de suma importan- cia la educación emocional; hay que proporcionarles los recursos nece- sarios para una gestión emocional que garantice su bienestar y adap- tación social. Por otra parte, en el aula se pueden utilizar las siguientes estrategias para mantenerles motivados y ayu- darles a organizarse, planificarse y autocontrolar sus emociones (CA- DAH, 2012): • Técnicas de refuerzo positivo Dado que suelen tener una baja autoestima, los niños con TDAH

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