RDD-N24-Diciembre-2021

55 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 24 - DICIEMBRE 2021 Para que un niño aprenda un se- gundo idioma es necesario facilitar el proceso, proporcionándole un modelo a imitar (los niños deben pronunciar correctamente las pala- bras); oportunidades para practicar (de una manera que lo motive a con- tinuar en el proceso de adquisición de un segundo idioma); un ambiente afectivo (que los haga sentirse emo- cionalmente seguros); motivarlos (reconociendo su esfuerzo); y tam- bién orientarlos para corregir los errores que se cometan. Este método con énfasis en el len- guaje favorece el aprendizaje y ad- quisición de una lengua extranjera sin una enseñanza explícita, pero utilizando las estrategias que uti- lizan los niños para aprender su lengua materna. Es decir, después de un largo tiempo de exposición de una lengua, primero se produ- ce una comprensión de la misma, hasta que poco a poco aparece su expresión. Primero debes entender para poder hablar. El docente debe imitar lo que los padres hacen na- turalmente con sus hijos, debe ha- blarles de manera clara, concisa, con buena pronunciación y con un vocabulario cercano y significativo para los niños. Los niños deben res- ponder físicamente a los mensajes del maestro, como lo indican las actividades de TPR (Total Physical Response). El profesor tiene que dar las instrucciones de forma sencilla y con buena pronunciación, tiene que ofrecer el modelo para que los alum- nos puedan imitarlo y corregirlo si es necesario. Durante este proceso ocurre un período de silencio previo a la expresión oral de una lengua, como explica Krashen (1985). Este período varía de un alumno a otro, el maestro debe ante todo respetar este silencio y para que dure poco tiempo, debe crear un ambiente có- modo y alegre durante las clases; de esta forma el alumno se sentirá más seguro de poder comunicarse oral- mente. La creación de un entorno no amenazante para el discente es im- portante para aumentar la confianza en sí mismo. La clave es la naturalidad, como veíamos anteriormente, imitando los procesos por los que se apren- dió la lengua materna, con la par- ticularidad de que los alumnos ya tienen la suya propia: • No dar clases o lecciones forma- les de inglés, así como el idioma no se estudió cuando se aprendió la lengua materna. • No utilizar L2 como lengua ve- hicular, ya que los alumnos ya cuentan con una lengua materna que les brinda seguridad, por lo que no debe desaparecer del aula. • Poder dirigirse a alguien en su lengua materna y tener la seguri- dad de que entenderá lo que se le dice quita la presión, y esto no solo es más respetuoso con las necesidades de los niños, sino que también está en línea con otro principio de adquisición de idiomas de la Teoría de Krashen antes mencionada: el filtro afec- tivo. Este principio sugiere que L2 se aprenderá de manera más efectiva si los estudiantes no sienten presión o ansiedad du- rante el proceso de aprendizaje. • Priorizar el vínculo, ya que esta- mos hablando de niños y niñas muy pequeños, y esto es lo más importante. Además, ese vínculo se convertirá en una motivación intrínseca para aprender inglés. • Centrarse en el propósito comu- nicativo. Este propósito comu- nicativo hace que el input sea abundante y lo suficientemente comprensible como para mejorar la seguridad dejando un pequeño espacio para expresiones que aún no se conocen, es decir, para ha- cer posible el aprendizaje. En definitiva, para enseñar un segun- do idioma no es necesaria la inmer- sión, ni las listas de vocabulario, ni las flashcards, ni las repeticiones, ni las fichas, ni siquiera la programa- ción de algunos contenidos y acti- vidades, ya que aprendes viviendo, como se haría en el cotidiano y en gran parte gracias al vínculo afectivo. Idealmente, para respetar estos requisitos, debe haber 2 personas en el aula y, si es posible, ambas deben ser personas de referencia (2 tutores): uno habla la lengua materna y el otro generalmente usa L2. Para reducir esta presión, el tra- bajo de ambos debe ser el mismo, ligado al desarrollo general de los alumnos más que al aprendizaje de L2. El aprendizaje de la L2, como en el caso de la lengua materna, estará vinculado tanto a la necesi- dad de comunicarse con la persona que habla esa lengua, como al vín- culo que el profesor que brinda la L2 tiene con los alumnos, y que es su responsabilidad crear y cuidar. Para esto último, hay que tener en cuenta que el establecimiento de un vínculo suficientemente intenso y duradero requerirá en muchas oca- siones el uso de la lengua materna también por parte del profesor que

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