RDD-N24-Diciembre-2021

43 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 24 - DICIEMBRE 2021 una participación activa de toda la comunidad que forma parte del sis- tema educativo. A su vez, en todas las áreas de la vida se han producido cambios que se ajustan a las nece- sidades del momento, pero sin em- bargo en el terreno de la educación pocos avances son perceptibles. Es por ello que las Comunidades de Aprendizaje podrían convertirse en una de las soluciones a los problemas antes mencionados, ya que ofrecen una visión más amplia del mundo que nos rodea, conectan a profesionales de distintos puntos geográficos, atienden a diferentes necesidades de aprendizaje y ponen al alcance dife- rentes recursos y materiales. Las comunidades de aprendizaje apuestan por el trabajo cooperativo de todos los agentes que forman parte del proceso de enseñan- za-aprendizaje, trabajando así de forma conjunta, alumnado, profe- sorado, familias, asociaciones del entorno y demás involucrados. Según Gairín, J. (2006), una Co- munidad de Aprendizaje podría ser definida como aquella agrupa- ción de personas que se organiza para construir e involucrase en un proyecto educativo cultural propio, y que aprende a través del trabajo cooperativo y solidario; es decir, a través de un modelo de formación más abierto, participativo y flexible que los modelos más tradicionales. En otras palabras, es aquel grupo de personas que aprenden de forma común, usando las mismas herra- mientas dentro del mismo entorno . Para que una Comunidad de Apren- dizaje pueda llevarse a cabo es nece- sario que se den unas condiciones mínimas (García, 2005): • Participación abierta y uso de es- tructuras horizontales de comuni- cación. • Desarrollo del trabajo colaborativo. • Acceso que fomente la igualdad de condiciones y oportunidades. • Posicionar a las personas en el centro del proceso de enseñan- za-aprendizaje. • Implantación de herramientas que favorezcan la modernidad y flexibilidad. Cuando todas las condiciones se dan, se producen grandes beneficios para todos los componentes de esta comunidad. La responsabilidad por parte de todos sus integrantes hace que todos participen en el proceso de aprendizaje, utilizando el diálogo como herramienta de comunicación que potencia la interacción, con el fin de construir de forma colabora- tiva el conocimiento. Dependiendo del contexto socio-ins- titucional en el que una comunidad de aprendizaje está situada, se podrían clasificar en comunidades de apren- dizaje referidas al aula, al centro educativo o de forma más amplia a un territorio o entorno virtual . El aula vista como una comunidad de aprendizaje fomentaría las re- laciones interpersonales entre sus miembros, quienes aportan su cono- cimiento y experiencia por medio de la participación en actividades con el objetivo de construir el conocimien- to colaborativamente. Un ejemplo de este tipo de comunidad serían los grupos interactivos, agrupaciones heterogéneas de aproximadamente cuatro o cinco personas, las cua- les son dinamizadas por un adulto mientras realizan una tarea concreta en un tiempo determinado. Por otro lado, la escuela como co- munidad de aprendizaje, se carac- teriza por tener unos valores y ob- jetivos comunes, al mismo tiempo que se trabaja de forma colaborativa y se introducen nuevos métodos a nivel de centro. Además, se prioriza el currículo interdisciplinar en el que todas las áreas se desarrollan de forma conjunta, estableciéndose así, relaciones entre las mismas. Un cla- ro ejemplo de este tipo de comuni- dad serían los proyectos educativos a nivel de centro en el que todos los cursos tienen una temática común y participan de una u otra forma apor- tando su trabajo al conjunto. Por último, el territorio como co- munidad de aprendizaje englobaría un conjunto de la sociedad más amplio, y estaría enfocado hacia la educación comunitaria. La educa- ción para adultos seguiría los patro- nes de este tipo de comunidad, en el que sus miembros tienen intereses, objetivos y valores comunes, y cuya meta es la formación permanente que es posible si se establecen re- laciones entre la educación formal, no formal e informal. Las Tecnologías de la Información y Comunicación han posibilitado, junto con Internet, la existencia de las comunidades virtuales en las que se produce la socialización y el intercambio de conocimiento. Una de las características principa- les que definen a nuestra sociedad, la sociedad del conocimiento, es la creación de escenarios virtuales en los cuales como indican Osuna-Ace- do, y Aparici (2014) se llevan a cabo actividades grupales de enseñanza y de construcción del conocimien-

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