RDD-N24-Diciembre-2021
14 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 24 - DICIEMBRE 2021 Todos estos comportamientos suelen generan incomodidad en los docen- tes. Se suele atribuir, en ocasiones, a una situación personal, donde la visión hacia el alumno tiende a desfo- calizarse del verdadero problema. Un ejemplo de preguntas retóricas para ayudar a comprender al alumno y buscar una solución serían: ¿Qué es lo que el alumno trata de comunicar- me? ¿Qué necesidad no cubierta hay detrás de este comportamiento? Para dar con la respuesta a las pre- guntas se debe atender a los dife- rentes tipos de indicadores en los que un docente puede basarse para lograr comprender la situación de su alumnado. Entre estos indicadores se encuentran: • Los indicadores externalizantes, es decir, se manifiestan a través de comportamientos observables. Entre estos se encuentran las con- ductas agresivas, la negación por acatar normas y reglas, la pasivi- dad, la escasa comunicación o las llamadas de atención. • Los indicadores internalizantes, no observables desde afuera, si no que tiene que ver con la viven- cia interna. La baja percepción de control personal, la ansiedad, el autoconcepto negativo o la depre- sión son algunos de ellos. Conviene prestan una especial atención a este tipo de indicadores, pues son síntomas depresivos y de una inestabilidad emocional en el alumnado. Estos interfieren enor- memente en el proceso de aprendi- zaje, y pasan mucho más desaper- cibidos que otros síntomas menos silenciosos y más disruptivos. Propuesta de intervención Para llevar a cabo la propuesta de intervención se tendrán en conside- ración las diferentes dimensiones que relacionan el aprendizaje con las emociones. De esta manera, se pretende profundizar en aquellos aspectos más relevantes que para la mejora de los aprendizajes. El autoconcepto intelectual • Partir de una visión real de las capacidades, recursos y conoci- mientos previos del alumno. • Ofrecer recursos para alcanzar los objetivos de aprendizaje plantea- dos. • Saber comunicar los resultados que requieren una mejora. • Facilitar la evaluación del propio rendimiento El autoconcepto social • Promover el aprendizaje coopera- tivo, con metas realistas, claras y bien definidas, donde el éxito de- pende de todos. • Promover situaciones donde el alumno pueda resolver un papel positivo y activo en relación a sus compañeros y sus figuras de re- ferencia. La autoestima El primer paso consiste en cam- biar la autopercepción negativa hacia una más positiva. Un buen ejemplo sería verbalizar las pro- pias virtudes y mantener un acer- camiento emocional empático. En segundo lugar, es importan- te promover la eficacia personal y enseñar recursos y estrategias para regular el propio comporta- miento, donde podrían emplearse estrategias como: • Detectar las situaciones proble- máticas en el ámbito escolar. • Reducir la ansiedad ante las situa- ciones estresantes a través de téc- nicas de relajación y autocontrol. • Desarrollar técnicas de resolución de problemas. • Adquirir expectativas y aspiracio- nes realistas. La autorregulación • Reconocer las emociones y los sentimientos en el momento que aparecen. • Conocer las emociones que se sienten y expresarlas. • Evaluar la intensidad de las emo- ciones y el grado de las mismas. • Adoptar estrategias de regulación y conocer los “detonadores” de las emociones. Dimensión relacional-social. Durante la época primaria, la ad- quisición de habilidades sociales, favorecerá el aprendizaje, por tanto, siguiendo a Ibarrola (2013), en el au- la-grupo se ha de promover:
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